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La sombría perspectiva financiera del LAUSD

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En caso de que necesitara más presión sobre sus inminentes dificultades presupuestarias, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) ciertamente la consiguió esta semana. Un análisis de la organización de periodismo sin fines de lucro CALmatters demostró que el costo de los beneficios para los empleados del distrito ha crecido más rápido que su financiamiento base durante cinco años.

Sumado a ello, un informe de un grupo de trabajo externo puso el dilema del distrito en términos contundentes: “El LAUSD se enfrenta a un déficit presupuestario estructural que amenaza su viabilidad a largo plazo y su capacidad de ofrecer programas de educación básica. Las propias previsiones del distrito muestran que habrá agotado su saldo total de reserva para 2020-2021, que tendrá un déficit presupuestario de $400 millones en ese período y, por lo tanto, será insolvente”.

El informe señaló que las contribuciones de pensiones del distrito aumentarán drásticamente en los próximos años. Y, como impacto final, agregó que dentro de 13 años, los costos de salud y pensión consumirán más de la mitad de su presupuesto anual.

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El documento no ofrece ninguna esperanza de rescate proveniente de fuentes externas. Se pronostica una economía moderada para el estado, algo que limita los aumentos de fondos futuros para las escuelas. El distrito ya comenzó a utilizar su reserva de atención médica este último año académico para pagar los costos médicos, más altos.

El LAUSD no está solo con el problema de las ofertas de beneficios hechas hace mucho tiempo y que vencerán ahora. La mayoría de los distritos escolares y gobiernos municipales en California enfrentan situaciones similares. Pero el LAUSD también ha perdido inscripción, en parte debido a las charter, y la asistencia diaria es la base de los pagos estatales que son el corazón de sus ingresos.

El exjefe del grupo de trabajo es Austin Beutner, quien ahora dirige las escuelas de Los Ángeles como su nuevo superintendente (también fue anteriormente editor del L.A. Times.) En otras palabras, es probable que preste mucha atención al informe, y fue contratado en parte por su determinación de abordar los problemas financieros.

Pero el reporte no ofrece recomendaciones claras, solo una gran cantidad de datos acerca de cómo el LAUSD se compara con varios “distritos afines” en todo el país, con datos demográficos estudiantiles similares. De acuerdo con esta información, los salarios y costos de salud del LAUSD por maestro son más altos, incluso cuando se ajustan según el costo de vida, y proporcionan menos tiempo de instrucción.

Esa información proporciona al menos un punto de partida para que el distrito comience su propia evaluación de dónde podría ahorrar dinero, aunque los datos de los distritos afines carecen de detalles para hacer comparaciones significativas. Solo uno de ellos, Oakland, se encuentra en California, y muchos problemas que afectan los costos de un distrito pueden ser muy diferentes en Los Ángeles que en Denver, Cleveland o Palm Beach, tres de las zonas de comparación.

Los funcionarios sindicales se oponen a cualquier recorte en el pago o aumentos en las contribuciones hacia los beneficios; dicen que el distrito puede quedarse tranquilo y contar con un rescate del estado, que siempre ha encontrado más dinero para las escuelas cuando es necesario; es posible que tengan razón.

Pero el LAUSD no puede manejarse sobre la base de la fe de los líderes gremiales. Su gasto más grande son los maestros -como debería ser- y si se tienen que recortar sumas significativas, es poco probable que ello se pueda hacer sin algún tipo de impacto en los profesores. El tamaño de las clases del distrito ya es demasiado grande; no pueden expandirse sustancialmente para reducir los costos. En cambio, la presión recaerá en los salarios y beneficios, lo cual podría dificultar que el LAUSD atraiga y retenga a buenos docentes en un mercado de vendedores.

Los costos de pensión y salud de los maestros no son los únicos beneficios que afectan las finanzas del distrito. Los de los trabajadores de procedimientos (seguridad, empleados de cafetería y similares) son desproporcionadamente grandes, de acuerdo con un informe de consultores en el que se basó el grupo de trabajo. En 2007, la junta votó a favor de proporcionar beneficios de salud completos a los trabajadores de cafetería de medio tiempo, a un costo de aproximadamente $35 millones al año, dinero que -tal como su superintendente en ese momento advirtió- el distrito no tenía.

Hay formas razonables de reducir los costos de atención médica. El propio panel de revisión interna del distrito sugirió una contribución modesta del 10% de los empleados para sus primas de seguro de salud, que ahora son responsabilidad única del distrito. Es probable que nadie se sienta feliz a medida que el distrito avanza hacia la sostenibilidad fiscal; lo mejor que podemos esperar es un proceso que sea justo y colaborativo. Lamentablemente, dados los sentimientos de los líderes sindicales, es probable que esto último nunca suceda.

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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