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Concluyó el gran proyecto de construcción de las escuelas de Los Ángeles, ¿cuál fue su resultado?

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Para entender la magnitud del programa de construcción en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) hay que mirar al sur. Long Beach tiene el tercer sistema más grande del estado, con 84 escuelas reunidas durante más de un siglo. Sin embargo, en tan sólo 20 años y en un entorno urbano desafiante, el LAUSD construyó 131 nuevos campus y amplió 65 ya existentes, lo cual representó el mayor esfuerzo de este tipo en el país.

El distrito ahora tiene 1,180 escuelas de kindergarten hasta el doceavo grado.

Aquí hay más información acerca de lo logrado, lo aprendido y por qué costó tanto:


¿Cuáles son los hechos y las cifras básicas?

Escuelas nuevas: 131

Ampliaciones de campus: 65

El costo de la nueva construcción: $10 mil millones

Período del programa: 1997 a 2017

Nuevos espacios: 170,000

Última escuela con calendario de año completo: Bell High School, en 2016-17

Última escuela nueva: Maywood Center for Enriched Studies, $160 millones

¿Cuál de las nuevas escuelas es más sobresaliente?

La última escuela en ser construida, la Maywood Center for Enriched Studies, incorpora la mayor parte de lo que el LAUSD y sus contratistas han aprendido acerca de la construcción eficiente y de proporcionar acceso a la comunidad exterior.

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Pero otras dos son especialmente llamativas. La escuela Cortines School of Visual and Performing Arts se cierne por encima de la autopista Hollywood como una nave espacial alienígena. El complejo de escuelas Robert F. Kennedy Community Schools rinde homenaje al Hotel Ambassador, que fue demolido para dar paso al campus y es donde Kennedy fue asesinado, en 1968. Desde el frente, el edificio principal se asemeja a un espejismo futurista del hotel. El club nocturno Cocoanut Grove del hotel fue renovado como un auditorio con temática árabe, y su café -diseñado por Paul Williams- fue recreado como sala de profesores.

¿Cuáles escuelas son las más caras?

El proyecto más costoso alcanzó los $579 millones, para el complejo Robert F. Kennedy Community Schools.

Un factor de coste fue la larga batalla legal con un equipo desarrollador, originalmente dirigido por Donald Trump, quien quería el sitio para construir “el edificio más alto del mundo”. El distrito finalmente ganó el pleito, pero la escuela -que se planeó a finales de la década de 1980- no se inauguró hasta 2012.

La construcción comenzó durante un alza en los costos. Un presupuesto de 2007 había estimado el valor en $300 por pie cuadrado. Un estudio interno entonces advirtió de un aumento a $500. Pero llegaron ofertas de $700 y más. Ese coste máximo incrementó el presupuesto de $309 millones en 2007 a $570.5 millones un año más tarde. Los precios de construcción entonces cayeron, pero ya demasiado tarde para ayudar.

El sitio del Ambassador, de 25 acres, contiene seis escuelas pequeñas. El proyecto más costoso por pie cuadrado, de $1,414, fue la institución educativa José A. Castellanos Elementary, en Pico-Union.

La escuela Cortines, mucho más grande y valuada en $232 millones, que fue construida en el sitio de la antigua sede del distrito, costó cerca de $1,000 por pie cuadrado. El precio no incluye los más de $70 millones gastados para reubicar la sede.

En general, las escuelas de Los Ángeles también son costosas porque el distrito paga salarios sindicales y, en un entorno urbano denso, el valor de la tierra es alto, los códigos de construcción son exigentes y los sitios disponibles a menudo están contaminados o plantean otros desafíos.

¿Qué tan grave era la superpoblación antes de la construcción de escuelas?

En 2000, 77,000 estudiantes pasaron a un horario de año completo que acortó su ciclo académico cerca de un mes. Unos 15,000 alumnos viajaron en autobús en contra de su voluntad, y la investigación del distrito mostró que aquellos que lo hicieron tuvieron peor rendimiento académico.

Por aquel entonces, no se había construido una nueva preparatoria en 30 años.

Movilizar a los estudiantes fuera de los campus durante todo el año derivó en algunos horarios disparatados. En la escuela Monte Vista Elementary, cerca del centro de la ciudad, los alumnos del “Grupo C” tenían clases durante un mes, luego vacaciones por mes, regresaban durante dos meses y luego tenían otro mes fuera.

Algunos maestros empacaban y desempacaban sus materiales de los salones de clase hasta cinco veces al año, lo cual costó tiempo valioso de instrucción. La limpieza y el mantenimiento apropiado en los campus de año completo eran imposibles.

En la escuela Washington Preparatory High School, en el sur de Los Ángeles, así como en numerosas preparatorias, no todos los cursos se ofrecían en cada grupo. Como resultado, muchos estudiantes no podían inscribirse en las clases de honores o de colocación avanzada. Algunos debieron tomar medidas extraordinarias para obtener todos los cursos requeridos para graduarse, como tomar clases fuera de secuencia, durante las vacaciones o en una escuela nocturna para adultos.

¿El LAUSD llevó a cabo un exceso de construcción?

Según el jefe de instalaciones del distrito, Mark Hovatter, no.

Al inicio del programa de construcción los estudiantes iban a clase en 10,000 unidades “portátiles” repartidas entre espacios abiertos, áreas de juego y campos atléticos, precisó. Hoy en día, todavía hay 8,000 en uso. La mayoría son aulas razonablemente bien equipadas; todas tienen aire acondicionado. Pero estas estructuras tienen una vida recomendada de 20 años y algunas fueron instaladas hace tres o cuatro décadas, explicó. También tienden a tener mayores costos de energía que los edificios permanentes.

El distrito está creciendo en algunas localidades de Los Ángeles, así que algunos planteles probablemente necesitarán más aulas.

Por otro lado, en todo el sistema escolar, muchos recintos han luchado con la disminución en la inscripción. Washington Prep, por ejemplo, el año pasado contó con 958 estudiantes, en comparación con los 3,644 alumnos en el ciclo 2001-2002. Las escuelas charter -operadas de forma independiente- se han mudado a los salones de clase desocupados, pero algunos planteles podrían tener que cerrar sus puertas ante la falta de alumnos.

La escuela Helen Bernstein High School, que abrió en 2008, prácticamente está encaramada sobre la Autopista 101 en Hollywood. El distrito decidió más tarde que ya no construiría cerca de las autopistas debido a la contaminación atmosférica (LAUSD).

¿Qué aprendió el LAUSD durante el trayecto?

1. No construir escuelas cerca de las autopistas, porque expone a los estudiantes a la contaminación atmosférica dañina. El distrito construyó algunos de los primeros centros educativos cerca de las autopistas para ahorrar dinero.

2. No construir en sitios tóxicos. Al principio, los funcionarios del distrito autorizaron la compra de sitios tóxicos para ahorrar dinero y evitar la expropiación de hogares. Después de varios fiascos, cambiaron su forma de pensar.

El Yacimiento Petrolífero de la Ciudad de Los Ángeles, visto aquí en la década de 1890, fue el sitio del propuesto Belmont Learning Complex, al oeste del centro de la ciudad. Las preocupaciones de seguridad retrasaron la terminación del campus, renombrado Roybal Learning Center, hasta 2008. Otros sitios eran mucho peores (Museo Homestead).

3. Las cocinas centrales, que sirven a las escuelas de una región, ahorran dinero. Sin embargo, cabe señalar que la mayoría de las nuevas escuelas ahora cuentan con cocinas diseñadas principalmente para calentar los alimentos en lugar de cocinarlos. Y ha sido difícil convencer a los estudiantes a probar estas comidas preparadas y recalentadas.

4. Limitar la influencia de la política. La división de construcción fue establecida para darle prioridad a las escuelas donde más se necesitaba. Un comité independiente de control de bonos examinó y aprobó los proyectos antes de presentarlos a la Junta de Educación.

5. El color es una opción barata de diseño. Muchos de los exteriores de las nuevas escuelas son arquitectónicamente comunes, pero cuentan con colores vivos, que disfrazan la sencillez.

El color llegó a ser un elemento clave de diseño de las nuevas escuelas de Los Ángeles, como Romer Middle School, que abrió sus puertas en North Hollywood en 2008 (LAUSD).

¿Qué queda por gastar o construir?

El distrito también gastó alrededor de $10,000 millones en bonos aprobados por los electores para reparar y modernizar las escuelas existentes. Sigue habiendo cerca de $5,000 millones disponibles para ese fin, pero es mucho menos de lo que se necesita.

¿Cambiarán los planes ahora que hay una mayoría de la Junta Escolar respaldada por las charter?

La Asociación de Escuelas Charter de California recientemente demandó al LAUSD en busca de más fondos de bonos para las charter locales. Hasta el momento, el distrito ha prevalecido, pero la nueva Junta podría optar por otorgarles fondos adicionales a estas escuelas.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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