¿Cómo definir a un maestro ‘ineficiente’? Las autoridades escolares de California y los grupos de defensa no logran acordar al respecto
Pese a todo el ruido, las luchas y los litigios sobre las evaluaciones del profesorado y la tenencia del cargo (tenure), California actualmente no tiene una definición de qué es ser un buen maestro -o uno malo-.
Como una forma de medir la equidad, Every Student Succeeds Act, la ley federal para que cada alumno logre sus objetivos académicos, requiere que los estados informen si los estudiantes en desventaja tienen una mayor proporción de profesores ineficaces e inexpertos o extravagantes. Pero para informar sobre ese parámetro, el estado debe definir, concretamente, qué es un maestro “ineficaz”.
El Consejo Estatal de Educación propuso definir a los maestros ineficaces como aquellos que son asignados de forma incorrecta o que no cuentan con las credenciales completas. Este lenguaje imita el de la ley Control Local de Fórmula de Financiación y una propuesta del sindicato Asociación de Maestros de California. La definición no incluye calificaciones del rendimiento de los estudiantes, una omisión que ha sido criticada por algunos.
Education Trust- West, una organización de Oakland sin fines de lucro enfocada en cerrar la brecha educativa, escribió en una carta: “Estamos muy preocupados”. La organización se negó a considerar la efectividad del maestro como un tema separado de la certificación y, en su lugar, como algo relacionado con el desempeño y el impacto en los estudiantes.
Asimismo, la Asociación de Administradores de Escuelas de California escribió la definición de ineficacia como “un docente completamente acreditado pero ineficaz en las prácticas educacionales”.
Otros, mientras tanto, temen ser castigados por contratar profesores con menos experiencia en las aulas. Varios grupos de escuelas charter, entre ellos la Asociación de Escuelas Charter de California y KIPP L.A., escribieron a la Junta para pedir que “los maestros con credenciales internas”, que incluye a los miembros de Teach for America, no sean categorizados como “ineficaces, extravagantes o sin experiencia”.
Algunos, entre ellos Carrie Hahnel, de EdTrust West, sugirieron observar las tasas de rotación de maestros y su ausentismo como una forma de obtener respuestas su desempeño sin necesidad de utilizar sistemas de evaluación polémicos y cuantitativos.
La investigación muestra que las credenciales y certificaciones pueden ser un buena forma de comprobar si los maestros ayudan a los alumnos a aprender, tal como señaló una carta de Linda Darling-Hammond, profesora de Stanford y presidenta del Learning Policy Institute, un grupo de investigación y apoyo.
La agrupación recomendó una definición que incluya las métricas propuestas por el estado, pero también sugirió observar aspectos como el porcentaje de profesores que poseen certificación por parte del Consejo Nacional para los Estándares Profesionales de Enseñanza, la colaboración del docente y la estabilidad de la dirección de la escuela.
A pesar de los varios pedidos al respecto, funcionarios de la Junta de Educación del estado no discutirán oficialmente el tema.
Traducción: Diana Cervantes
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