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Habló el niño que fue rescatado de una alcantarilla: ‘Solo le pedía a Dios que me ayudara a no morir’

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Durante las 12 horas que pasó en la vasta red de túneles de alcantarillado de la ciudad, Jesse Hernández rezó. “Solo le pedía a Dios para que me ayudara a no morir”, dijo Jesse, de 13 años, en una entrevista con NBC News. “Estaba asustado”.

El niño, que fue rescatado en la madrugada del lunes después de una frenética búsqueda nocturna, le dijo al canal que los túneles estaban oscuros y silenciosos. “Se podía escuchar cómo corría el agua”, precisó. “No se veía nada”.

Jesse pasaba la Semana Santa con su familia, en Griffith Park, cuando cayó en el sistema de alcantarillado mientras saltaba sobre tablones de madera en un edificio de hormigón abandonado, que había sido clausurado por la Oficina de Saneamiento de la ciudad años atrás, informaron las autoridades. Una de las tablas se rompió, y el adolescente se precipitó 25 pies hacia una tubería de cuatro pies de ancho.

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El accidente provocó una búsqueda enorme; los equipos usaron cámaras de video remotas para encontrar al niño en un laberinto de 6,400 pies de tuberías subterráneas, en una red paralela al río Los Ángeles y que cruza bajo las autopistas.

El rescate fue una carrera contra el tiempo, ya que “la supervivencia disminuye en ese entorno tóxico”, aseguró el capitán del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Erik Scott.

La búsqueda terminó felizmente el lunes por la mañana, después de que los trabajadores de saneamiento quitaron una tapa de alcantarilla y vieron al niño, que los miraba. “Cuando retiré la cubierta de la alcantarilla, él estaba justo allí”, le dijo el trabajador a la policía, según la grabación de su llamada.

Jesse fue sometido a una descontaminación y trasladado a un hospital, para un examen médico. El lunes por la mañana fue dado de alta.

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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