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Fabrican su belleza en Miss Universo

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En un afán por conseguir muñecas con medidas y rasgos impecables, las organizaciones de diversos países someten cada vez más a sus delegadas a múltiples transformaciones estéticas con el fin de obtener la corona en certámenes como Miss Universo, el cual se celebra el domingo en Las Vegas.
“Cada vez se exagera más y más en las operaciones. Hay concursantes que, si ves las fotos del antes y después, parecen otra persona”, afirma la doctora Marimar Guerra, experta en Medicina Genómica de la clínica MEDAE de la Ciudad de México.
“La cirugía plástica debe tratar de mejorar los rasgos, pero nunca cambiar a la persona y convertirla en alguien más”.
Con ella coincide el cirujano plástico Gustavo González Zaldívar, miembro de la Academia de Cirugía Plástica y Reconstructiva.
“A partir de los años 70, cuando Maritza Sayalero, de Venezuela, ganó el concurso, ya presentaba varias cirugías plásticas y, desde entonces, este fenómeno se ha incrementado sin control. Tanto, que creo que se ha caído en el exceso”, opina.
Para el experto, es visible los cambios radicales de las concursantes, antes de que sus comités locales las tomaran bajo su cuidado para su preparación.
“De Venezuela ya ni hablamos, pero ahora representantes de países como Indonesia y El Salvador se llevan los premios en cuanto a cambios totales en cara y cuerpo, lo que las convierte en otras personas, literalmente.
“Se operan los párpados, les levantan la ceja, les cambian la dentadura con dientes súperblancos, les quitan las bolas de grasa de las mejillas, les ponen o rebajan el mentón y les realizan liposucciones hasta en los tobillos. Eso además de implantes de mamas y glúteos, operaciones ya de lo más comunes en estos eventos”, comenta.
La ilustradora de moda Marisol Corona considera que, por esa razón, los concursos de belleza van en declive.
“En primera porque actualmente el papel de la mujer dentro de la sociedad va más allá que un rostro bonito y, en segunda, porque el estereotipo de belleza ha cambiado.
“Para las nuevas generaciones los concursos de belleza no significan un patrón, ya que las participantes, en vez de distinguirse una de la otra, la mayoría tienen el mismo cabello acartonado, la nariz respingada y el mismo tipo de cuerpo, aunque representen a diferentes países”, afirma.
La asesora de imagen Mónica Bravo destaca que la publicidad y el mundo de la moda se están volcando más hacia la belleza natural.
“La belleza de estos certámenes es cada vez más lejana a la realidad. Todo en exceso es malo. Entiendo hacerte un arreglito por aquí y por allá, pero, ya tanto, creo que es negativo, porque algunas parecen seres de otro planeta y además se ven mucho más grandes de lo que son”.
Sin embargo, René Martínez, maestro de moda en la Universidad Jannette Klein, considera que Miss Universo es un certamen que juzga exclusivamente la belleza, no si ésta es natural o se alcanza por medios quirúrgicos.
“Es muy interesante ver cómo las representantes de la belleza universal van aceptando cánones cada vez más extremos en nombre de una estética que no es representativa a la mayoría de las mujeres”, dice.

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