Anuncio

Batman y Robin, la “peor película de la historia” por la que siguen pidiendo disculpas 20 años después

Share

Después de “Batman y Robin”, estrenada ahora hace 20 años, se llegó a creer que nunca más se haría una película del oscuro justiciero de Ciudad Gótica.

La batitarjeta de crédito (“nunca salgas de la baticueva sin ella”), la bola de discoteca en el batimóvil, y los batipatines de hockey sobre hielo fueron demasiado para la crítica y los fans.

Sin embargo, lo que puso a esta película en el cénit del repudio y la burla fueron los tristemente inolvidables e imperdonables “batipezones” en los trajes del dúo dinámico.

Anuncio

La cinta fue dirigida por un todavía muy arrepentido Joel Schumacher y en el papel de Batman actuó George Clooney, quien -en sus palabras- a día de hoy sigue sin saber “en qué estaba pensando”.

En 2010, con más del triple de votos de su inmediato seguidor, esta película quedó en el primer lugar de la lista de las 50 peores películas de la historia del portal especializado en cine Empire.

“Batman y Robin no es la peor película de la historia. Es la peor cosa de la historia. Es sencillamente lo peor que como seres humanos hemos producido”, señaló una vez Michael J. Nelson, guionista de la serie de culto Mystery Science Theater 3000.

A pesar de todo, la cinta recaudó casi US$240 millones en 1997, pero quedó muy lejos de Titanic, el incuestionable éxito de la taquilla en ese año.

¿Qué pasó?

“Batman y Robin” fue la cuarta y, por sobradas razones, última película de la saga que Tim Burton había iniciado en 1989 con la cinta que tuvo a Michael Keaton como el caballero oscuro y Jack Nicholson dando vida a un cínico y retorcido Joker en una ciudad muy gótica.

Con Burton fuera después de las dos primeras entregas, por decisión de Warner Bros., Schumacher dirigió “Batman eternamente” con más éxito comercial que propiamente cinematográfico y empezó a rodar casi de inmediato “Batman y Robin”.

El propio director reconoció, 20 años después, que uno de los factores que produjo el resultado que todos conocemos fue la desmedida ambición de los realizadores por vender.

“Hubo una enorme presión sobre nosotros para crear más invenciones en la película que pudieran convertirse en juguetes”, señaló Schumacher.

Tal vez nunca en la historia se produjeron tantos y tan diversos juguetes de la saga de Batman como en ese entonces.

En las vitrinas de los jugueterías te encontrabas con muñecos del caballero oscuro con traje militar, espacial, para nieve o submarino, entre muchos otros.

También se vendía el batimóvil de la película de 1997, que en ese entonces fue comparado al auto que diseñó Homero en un episodio de la popular serie Los Simpsons emitido en 1991.

Claro que los juguetes no fueron la única explicación al resultado que hoy en día todos conocemos.

En cierto momento, la errática Poison Ivy, interpretada por Uma Thurman, hace una de sus apariciones desde el interior del traje de un gorila e hipnotiza a todos soplando un polvo mágico como si se tratase de un hada del cuento de Peter Pan.

No hace falta mencionar a los acartonados diálogos de Mr. Freeze, interpretado por Arnold Schwarzenegger, o los incontables y absurdamente evidentes desafíos a las leyes de la física que se ven en toda la película.

Visto el resultado, Warner Bros. canceló la realización de la quinta y, en teoría, penúltima entrega de la saga.

Debió llamarse Batman Triumphant.

Anuncio