El líder de Pastilla publica comentarios increíblemente racistas sobre los mexicanos y las críticas no cesan

Cuando me mudé al Sur de California, allá por el año 2000, quedé gratamente impresionado al saber que existía por aquí una fuerte escena local de Rock en Español, con presentaciones continuas y discos editados. La primera banda que conocí se llamaba Pastilla, y aunque no soy devoto del ‘brit pop’ que practicaba, fui capaz de admirar la capacidad de estos muchachos para la elaboración de grandes canciones.

En ese momento, el grupo angelino encabezado por los hermanos Víctor (voz y guitarra) y Adrián Monroy (guitarra) se encontraba aparentemente a punto de llegar a las grandes ligas, porque su segundo álbum, “Vox Electra” -que representa sin duda la cima de su talento-, había sido lanzado por el importante sello transnacional BMG.

Sin embargo, la fama internacional nunca le llegó, y fue en esos momentos en los que empecé a escuchar rumores sobre la difícil personalidad que tenía Víctor, conocido también como “Chicles”, aunque no recuerdo haber tenido ningún problema con él cuando me tocó entrevistarlo.

Todo eso se ha visto reforzado de manera estratosférica con lo que ha sucedido en estos días, luego de que el mismo vocalista, que trasladó a su banda durante algún tiempo a México y que es hijo de mexicanos, reaccionara aparentemente ante gestos negativos de sus fans aztecas durante algunos conciertos realizados por allá con una serie de mensajes en las redes sociales que resultan altamente ofensivos para distintas comunidades latinoamericanas.

Además de publicar un tuit en el que calificaba de “basura humana” a todos los mexicanos y de llamarlos “beaners”, “Chicles” (que no tiene nada de caucásico) difundió otro en el que manifestaba su respaldo por las deportaciones masivas y hasta uno en el que mostraba desprecio por los salvadoreños, en alusión a un exintegrante del combo.

Además de publicar un tuit en el que calificaba de “basura humana” a todos los mexicanos y de llamarlos “beaners”, “Chicles” (que no tiene nada de caucásico) difundió otro en el que manifestaba su respaldo por las deportaciones masivas y hasta uno en el que mostraba desprecio por los salvadoreños, en alusión a un exintegrante del combo.

Como era de esperarse, pese a que tanto la cuenta de Twitter como la de Facebook de Pastilla han sido eliminadas, las reacciones y los ‘memes’ no tardaron en llegar y, además de ser razonablemente contrarios a estas palabras, han caído muchas veces en la burla, lo que es un tanto apresurado en vista de que personas cercanas a este artista han señalado que él mismo sufre de un trastorno bipolar que podría haberlo llevado a actuar de manera tan irracional, sobre todo si sufrió un episodio psicótico.

Esperamos contar con detalles adicionales sobre el asunto para poder sacar conclusiones mínimamente claras, aunque es de esperar que la carrera de Pastilla se vea seriamente afectada… o que haya sido completamente liquidada. Aunque siempre quedará Japón, ¿verdad?