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El “padre de la telenovela rosa”, Valentín Pimstein, deja un legado que ha sido desplazado por las narcoseries y bioseries

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Hoy cuando Telemundo lanza su bioserie “Mariposa de Barrio” y Univision se las juega con una nueva versión de la narcoserie “Rosario Tijeras” en la pantalla estadounidense, el mundo se choca casualmente con la lamentable noticia de la muerte del “padre de la telenovela rosa”, don Valentín Pimstein.

“Los Ricos también lloran”, “María Mercedes”, “Rosa Salvaje” y “Vivir un poco” fueron algunas de las telenovelas que llevó a la pantalla chica el productor Valentine Pimstein, quien esta mañana falleció a la edad de 91 años.

Pimstein, considerado como “el padre de la telenovela rosa” para Televisa y de origen chileno, fue el creador de éxitos como “Mundo de juguete” y “Carrusel”, producciones que le dieron oportunidades en la pantalla a nuevos talentos que luego se convirtieron en las grandes estrellas del género a través de la pantalla de Televisa.

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Durante su carrera como productor, se encargó de llevar a las pantallas romances que se volvieron un clásico en México y el resto de Latinoamérica. Producciones que inspiraron a otros mercados como Venezuela que luego creó sus propias historias rosa que luego exportó a los países vecinos, incluído México.

Estas telenovelas rosa que conquistaron el mundo, hoy en día han ido desapareciendo. Eran las historias del pobre y la rica, la rica y el pobre, que terminaban enamorándose y que poco a poco fueron desplazadas por historias más reales, otras de comedia y hoy por las narconovelas, narcoseries y bioseries que abundan en la pantalla y que la misma cadena Televisa fue adoptando para recuperar mercados perdidos.

Con “Rubí”, “La Gata”, “El amor tiene cara de mujer”, “Rina”, “Mamá Campanita”, “Viviana”, “Colorina”, “Chispita”, “Vivir un poco”, “Rosa salvaje” y “Simplemente María”, Pimstein marcó una época y fueron otras de sus producciones más destacadas en el género rosa. 
Para él, la historia era lo más importante y nunca tuvo problema en cambiar de protagonista.

Dicen que un día castigó a Lucía Méndez y la “mató” en los últimos episodios de “Viviana”, por lo que al final de la historia, Héctor Bonilla, el galán, se quedó solo con su hija. Este tipo de desenlaces, hoy en día son comunes en las series de la televisión y Pimstein yo lo había hecho, algo que otros productores no se hubieran atrevido.

Para Pimstein, las telenovelas servían a la gente para olvidar sus problemas. Sus historias siempre fueron rosas, donde el mal nunca triunfaba. Además mostraba elementos religiosos, pues se mencionaba a la Virgen o algún santo.

Hoy aunque su desceso fue confirmado por uno de sus colaboradores en México, hasta el momento se desconocía detalles de su lamentable muerte. Paz a sus restos.

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