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Stephanie Zelaya es la nueva esperanza del pop ‘guate’

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En el plano musical, Guatemala sigue teniendo prácticamente como único representante internacional de grandes dimensiones a Ricardo Arjona, aunque en los últimos años, Gaby Moreno ha venido alcanzando renombre dentro de la escena independiente. Pero ahora hay una nueva aspirante en el mismo panorama.

Se trata de Stephanie Zelaya, una joven artista que es muy consciente de las limitaciones de su mercado natal (“el mío es un pueblo chiquito”, dice), por lo que hace dos años alistó sus maletas y se vino a Los Angeles, luego de haber tenido una larga preparación que se inició de algún modo a los 3 años de edad, cuando su abuelo materno, que era español, le enseñó a cantar.

“Crecí rodeada de música, pero cuando tenía 9 años, él falleció, y eso me llevó a decidir que quería dedicarme a esto, por lo que le pedí a mis padres que me metieran en clases formales”, le contó la cantante a HOY durante una visita a nuestra redacción. “Me lo tomé en serio, y con el paso del tiempo, me introduje en la ópera y en el teatro musical, y hasta llegué a participar como acto de apertura en un concierto de Il Volo”.

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Al llegar a nuestras costas, pese a que viene haciendo música desde hace mucho tiempo (se pueden encontrar algunos ‘covers’ que hizo si se busca en YouTube) y a que había tomado cursos en instituciones tan renombradas como la Manhattan School of Music y el Berklee College of Music, Stephanie no había grabado todavía nada propio porque, según ella, “no había encontrado el mensaje que quería encontrar como cantautora”.

Y ese descubrimiento se dio recién al llegar al Sur de California, donde se matriculó en el afamado Musicians Institute y donde conoció a muchas personas de la industria que la ayudaron a sacar adelante su sueño, concretado ahora con el lanzamiento de su primera producción, “Es un viaje”.

Curiosamente, “Traigo un corazón”, el tema que se está promocionando en estos días y que tiene el video más vistoso (fue grabado en la preciosa ciudad de Antigua), figura como ‘bonus’ en el disco, ya que, como lo cuenta Stephanie, se le ocurrió cuando el mismo álbum ya estaba terminado y hasta masterizado, con la idea de dar cuenta de ese espíritu latino “tan lleno de sabor y de energía” que tenemos.

“Insistí en incluirla porque me pareció muy representativa del momento que estaba viviendo y del que atraviesan muchos países de Latinoamérica, con el fin de no caer en la rutina y pensar que se puede hacer un cambio”, comentó la entrevistada, para reafirmar luego la propuesta positiva de un álbum que, en sus palabras, no se interesa tanto en el destino como en los pasos que se realizan para llegar a este.

“Me interesa mucho escribirle a los sentimientos y a la vida, y la gente ha reaccionado muy bien a lo que he hecho, lo que es muy satisfactorio”, agregó la vocalista, cuyas temas van de la balada al jazz, pasando por los ritmos afrocaribeños presentes en la vibrante “Tengo un corazón”.

La placa incluye también dos piezas en inglés, lo que indica una vocación bilingüe que se plasmó ya en el pasado de Stephanie, quien escuchaba desde chica mucha música anglosajona (su artista favorita es Céline Dion) debido a que asistió a una escuela de origen estadounidense, y cuyas primeras composiciones fueron de hecho en ese idioma.

“Es gracioso, porque fue aquí en Los Angeles donde empecé a escribir en español, algo que antes no me salía”, recordó con una risa. “Me encanta, porque es un lenguaje super rico, y eso me llevó a que casi todo el disco fuera por ese lado, aunque tampoco quería ignorar completamente el otro”.

Pese a lo fructífera que resultó su mudanza a esta parte del mundo, Stephanie, que es una artista independiente, tuvo que recurrir a una estrategia particular para poder grabar el álbum: la de la plataforma Indiegogo. “Desde chica estuve ahorrando para el gran momento, pero ese dinero no me alcanzó ni de lejos para terminar el trabajo”, nos relató. “Indiegogo sirve para recaudar fondos destinados a proyectos artísticos, y preparé un video donde contaba el mensaje que buscaba proyectar para encabezar la campaña”.

Según ella, la convocatoria fue tan grande que, luego de solo tres días, ya había alcanzado la meta anhelada, y un mes después, culminó el proceso más del doble de lo inicialmente pretendido. “Muchos siguen buscando ser firmados, pero actualmente hay muchas formas distintas de difundir lo que haces; no hay que tener miedo”, dijo.

Como ya lo dijimos antes, Stephanie es una inmigrante reciente a esta ciudad que llegó sin conocer a nadie, pero con la convicción de que se trataba de un paso necesario para obtener lo que gustaba. “Muchos dicen que es un lugar demasiado grande y con demasiada competencia, pero yo lo vi como el siguiente paso; y de hecho, hizo que me encontrara a mí misma”, comentó.

Las letras de esta cantante no son precisamente políticas, por lo que puede sorprender que su proyecto más reciente esté relacionado a las próximas elecciones presidenciales en Guatemala, luego del sonado arresto del expresidente Otto Pérez Molina bajo cargos de corrupción.

“Lo que ha pasado allí marca un antes y un después, porque la gente hizo una revolución pacífica para exigir transparencia y justicia; y eso me llevó a componer un tema corto llamado ‘Unidos hoy por Guate’ que subí a mi cuenta de Facebook y que se convirtió en un hashtag”, concluyó Stephanie. “Puedo estar lejos de Guatemala, pero nunca me olvido de ella”.

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