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Para Violeta Parra: en honor a la pionera

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Luego de presentarse en Nueva York y Chicago, este sábado se llevará a cabo en el Disney Hall la entrega final de “Gracias a la vida”, un esperado concierto de homenaje a Violeta Parra (1917-1967), legendaria precursora de la Nueva Canción Latinoamericana; y, en este caso, su participante más joven será Francisca Valenzuela, una muchacha que vive entre Los Ángeles y Chile desde hace un par de años.

“Lo que grabo se inscribe normalmente en el pop rock y tiene elementos electrónicos, pero mi punto de origen fue toda la vertiente de música de cantautor, más orgánica y más íntima; así empecé, y luego comencé a agregar otras sonoridades”, le comentó a HOY la artista, que se dio a conocer internacionalmente con el disco “Muérdete la lengua” (2007) y que ha grabado ya dos álbumes más.

En apariencia, el estilo que practica no tiene nada de político, lo que podría llamar la atención en vista de la profunda carga social presente en la música de Parra. “Mis temas que han estado en la radio pueden ser así, pero he grabado varios que son distintos, como ‘Los poderosos’, ‘Buen Soldado’ y ‘Salvador’, que está dedicado a [el presidente derrocado por Pinochet, Salvador] Allende; y también hay uno nuevo llamado ‘Insulto’ que tiene que ver con la discriminación sexual y que se relaciona a mi labor como embajadora de la fundación [de asistencia a la comunidad LGBT] It Gets Better”, dijo.

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“Aunque los músicos no deben estar obligados a hacer cosas sociales, me parece increíble si uno puede lograr una canción memorable que lleve una denuncia, y eso es algo que siento a pesar de que no crecí en medio de una coyuntura específica”, detalló la artista, que nació en San Francisco y se mudó a Santiago al cumplir los 12 años.

“No doy mensajes que sean contradictorios con mi estilo de mi vida, con lo que conozco como real”, afirmó. “No tienes que haber vivido una dictadura o haber estado en el exilio para tener inquietudes sociopolíticas, incluso si perteneces a una generación a la que se acusa de apatía. Los partidos políticos están obsoletos y el mundo ha cambiado desde los ‘60, pero eso no impide que uno se preocupe de las cosas”.

En todo caso, Francisca sería una activista distinta que no le rehúye al mundo de la moda, y que llamó en días recientes la atención debido a un ‘tuiteo’ en el que debutó un ‘look’ de rubia platinada. “Se trata de una identidad que me ha tomado 10 años lograr, ‘¿cachay?’”, precisó. “En Estados Unidos, la idea del cambio social es muy lánguida, pero cuando llegué a Chile de chica, me absorbió toda la movilización en la cultura que se daba, y hasta ahora me siento conectada con una sociedad que se muestra exigente con las instituciones para que tengan responsabilidad política y económica”.

La rapera comprometida

Para los jóvenes que asistan al concierto, la presencia más celebrada será sin duda la de Ana Tijoux, una especie de superestrella del hip-hop chileno que, pese a tener un estilo muy distinto al de Parra, mantiene siempre el filo contestatario y político en sus letras, incluyendo las de su placa más reciente, “Vengo”.

“Violeta me marcó en todos los sentidos; era extremadamente intensa y honesta en lo que pensaba, y demostró que no hay que tener miedo a tomar una postura”, le dijo a este periódico la rapera que nació en Lille, France, y que escuchó la música de la homenajeada desde niña, como hija de dos exiliados de la dictadura pinochetista.

“Sus canciones son completamente vigentes porque seguimos viviendo las mismas injusticias, los mismos problemas que no han sido resueltos”, agregó. “Yo no puedo concebir dejar de tener una postura política, porque tiene que ver con tu sensibilidad ante el mundo; lo que pasa es que estamos en una industria musical que tiene que ver con el capital, en la cual a muchos artistas les da temor asumir algo así porque piensan que pueden perder público”.

Para esta entrevistada, “todo en la Violeta es político; y era además una artista increíblemente versátil, porque escribió décimas e hizo pinturas, lo que significa que su legado está lejos de limitarse al mensaje. Su legado no termina, porque poseía una visión musical y creativa que trasciende el tiempo y los espacios físicos”.

Luego de entonar ante nuestra grabadora un breve fragmento de una de las canciones de Parra que interpretará, la cantante -quien llegará con su banda al Disney Hall- no pudo dejar de manifestar su emoción por lo que acaba de enunciar. “La Violeta era una asesina; hermosa”, exclamó. “Y no se preocupen, porque cuando me toque la parte de sus canciones, las voy a cantar, no a rapear”.

Los experimentados constantes

Los artistas más veteranos en el evento serán los integrantes mayores de Illapu, agrupación que cerrará la velada y que invitará también a las tres otras artistas para cantar a su lado. “Sentimos que Violeta es una figura de relevancia mundial que ha ejercido una gran influencia en todo la música del continente latinoamericano y cuyas canciones son interpretadas en distintos países”, nos dijo Roberto Márquez, quien fundó el conjunto en 1971.

“Siempre la hemos respetado mucho; nos sentimos herederos de su forma de mirar la canción, y para este evento, hemos preparado varias versiones con arreglos de sus canciones”, describió. “Esta experiencia ha sido tan enriquecedora que quizás grabemos luego un disco completamente dedicado a ella”.

Cuando le preguntamos por la vigencia de los mensajes de cambio que proponía Parra y los que sigue proponiendo Illapu, Márquez aseguró que “en América Latina sí hay mucha gente que cree que está luchando por los cambios que necesitamos, porque es un continente postergado donde la riqueza sigue en manos de las transnacionales. Por suerte, estamos teniendo gobiernos que están buscando caminos distintos, y esos vientos auguran un porvenir muy diferente que el mundo entero va a tener que escuchar”.

En cuanto a la situación de su país, el mismo Márquez manifestó que las cosas son difíciles debido a la corrupción. “Necesitamos una asamblea constituyente que permita lograr una constitución realmente democrática, porque Chile no es todavía un país democrático”, afirmó. “El poder del dinero sigue estando encima de todo. [La presidenta Michelle] Bachelet ha sido muy cuestionada, pero quizás ella pueda hacer algo interesante; de otro modo, habrá que buscar los caminos necesarios para lograrlo”.

En atención a nuestros lectores habituales, es importante recordar que Illapu tiene una gran relación con México. “Lo sentimos como nuestra segunda patria; fuimos expulsados por la dictadura de Chile en el ‘81, y después de andar un poco en Francia, nos fuimos a México para estar más cerca de los nuestros. Allí nos abrieron completamente los brazos”, apuntó. “Luego, volvimos a inicios de los 2000 y nos quedamos tres años”.

“Es por eso que nos duele profundamente lo que está pasando por ahí con lo de los estudiantes [de Ayotzinapa], la violencia y el narcotráfico”, enfatizó. “Hay elementos ajenos a la ideología que han entrado a tallar, pero estamos convencidos de que, a fin de cuentas, los pueblos son los que provocan los cambios”.

La sobrina aguerrida

A Colombina Parra no le gusta repetir las cosas. “En Nueva York, salí sólo con un bombo de cuero, en Chicago lo hice con una batería y percusiones y en Los Ángeles -donde nunca he estado- voy a presentarme únicamente con mi guitarra acústica”, nos dijo la cantante, que se dio a conocer en Sudamérica con el grupo de punk Los Ex y que actualmente practica como solista una música mucho más tranquila, aunque no por ello complaciente.

“La rebeldía se puede practicar también desde la tranquilidad; no me siento atrapada en eso, porque lo que me interesa ahora es hacer canciones”, agregó. “Sea como sea, cada disco mío ha sido sincero y ha ido de acuerdo con lo que sentía en el momento en que lo hice”.

Su obra más reciente, “Otoño negro”, que todavía no ha salido, es completamente acústica, y surgió como parte del proceso que atravesaba durante los días que rodearon a la muerte de su madre. “Creo que en L.A., aparte de los temas de Violeta, sólo voy a tocar canciones de ese disco, aunque nadie lo conozca por allá; no me gusta el aplauso fácil”, proclamó.

Ella, que es además hija del gran poeta Nicanor Parra, será la única persona presente en el evento directamente relacionada a la homenajeada, que era su tía. “Durante mucho tiempo, no quise participar en nada así, porque le hacía el ‘quite’ al apellido, que pesa mucho; pero ahora siento que he labrado mi carrera sin ayuda de nadie y no tengo problema con tocarle a la Violeta”, comentó. “Ella fue muy influyente en mi vida, porque desde chica he estado rodeada todo el tiempo de su música y de su recuerdo”.

GRACIAS A LA VIDA

Cuándo: 25 de abril, 8 p.m.

Dónde: Walt Disney Concert Hall. 111 S. Grand Ave., Los Ángeles

Admisión: Desde $46 hasta $112

Inf: 323.850.2000

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