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Mira aquí el nuevo video de Enrique Iglesias, grabado en Cuba… y nuevamente marcado por el reggaetón

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Se piense lo que se piense de él, no se puede negar que el hombre tiene un agudo olfato comercial y, además, un apropiado sentido de la coyuntura, lo que lo ha llevado a obtener éxitos enormes en las radioemisoras, en las plataformas digitales y en los canales de YouTube, donde cada video que sube se convierte de inmediato en un ‘boom’, sin que eso signifique que sepa cantar, que se interese realmente en el bienestar del mundo o que sus cada vez más tendenciosas mezclas musicales tengan valor artístico.

De ese modo, luego de la natural expectativa que generó la grabación de un clip en la isla de Cuba, que según los promotores del artista “paralizó por tres días el tráfico de La Habana” y mostró a su representado “en el borde de un edificio cantando sin arnés”, Enrique Iglesias estrena tanto el audio como el video de “Súbeme la radio”, un trabajo que no debería tener problemas para convertirse en otra pieza favorita de los amantes de la música ultracomercial.

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Desde que supimos que esta canción contaba con la colaboración de Descemer Bueno y Zion & Lennox, adivinamos que iba a seguir la misma línea de la obra reciente del hijo de Julio, y escucharla es darse cuenta de que es así, porque se trata de otro reggaetón en el que su voz se encuentra severamente sometida al efecto del ‘autotune’, que se emplea tanto para distorsionar lo que se canta como para limar los defectos de afinación. Claro que por ese lado no hay ninguna sorpresa, como tampoco la hay al entrar a YouTube y ver que, a pesar de haber sido lanzado recién hoy, el video cuenta ya con más de 2 millones de visitas.

En el plano visual, a pesar de ubicarse mayormente dentro de un autobús, el clip sí muestra de manera relativa algo distinto, por el simple hecho de haber sido filmado en una ciudad que mantiene su aire antiguo (y frecuentemente destartalado) como consecuencia directa del embargo; y la multitud que aparece por aquí y por allá luce feliz al encontrarse con los artistas que protagonizan la historia. A fin de cuentas, los Rolling Stones no llegan a Cuba todos los días, ¿verdad?

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