Los Premios Billboard de la Música Latina mantuvieron la ruta esperada, con mucho reggaetón, algo de pop y las curvas de JLo

No es un secreto para nadie que los Premios Billboard, ya sean los anglosajones o los latinos, se encuentran dedicados a celebrar a los artistas más populares de la música comercial, y eso hace que se inclinen por completo hacia los gustos de la audiencia que gusta específicamente del ‘mainstream’ más descarado.

Esta circunstancia los vuelve incluso más limitados que los Grammys en cuanto a la diversidad de sus propuestas, y el evento que se llevó a cabo el día de hoy en el Watsco Center de la Universidad de Miami lo dejó muy en claro, porque su escenario no le dio cabida a ningún representante del universo independiente.

Por otra parte, si se pertenece al numeroso grupo de amantes de estas tendencias, el evento transmitido por Telemundo fue un auténtico festín, aunque sus organizadores no lograron contar con la presencia de Shakira, la superestrella colombiana que tenía las mayores nominaciones (9) al lado de Nicky Jam (el máximo ganador, con 6 triunfos), y que ni siquiera estaba sentada entre los asistentes, como no lo estuvo tampoco el archiconocido Enrique Iglesias, pese a que el español recibió en ausencia 4 galardones.

Por ese lado, la actuación más destacada en términos de celebridades hispanas fue la de Jennifer López, quien estrenó su tema en español “Mírate”, secundada por un gran grupo de cuerdas, un piano y una secuencia electrónica, aunque no creemos equivocarnos al afirmar que muchos en la audiencia se encontraban más interesados en apreciar su espectacular fisionomía -apenas cubierta por uno de esos atrevidos vestidos que tanto le gusta lucir- que en disfrutar de sus inciertas cualidades vocales.

En todo caso, hay que reconocer que la ex de Marc Anthony tuvo que esforzarse para aprender la letra, escrita en un lenguaje que no le resulta natural, como lo demostró antes, al recibir un premio con un discurso en el que cometió numerosos errores gramaticales y de concordancia, aunque la verdad es que más tarde, al recibir el Premio Especial a la Estrella, lo hizo mucho mejor.

Ricardo Arjona debutó en los Billboard antecedido por un video alusivo al drama de los inmigrantes y ofreció una sentida versión de “Mojado”, acompañado únicamente de su potente voz y de una guitarra acústica que él mismo tocó.

Tras ello, arremetió con un popurrí en el que incluyó fragmentos de “Te conozco”, “Señora de las cuatro décadas”, “Desnuda” y “Fuiste tú”; y pese a lo que dicen de él sus detractores, fue probablemente el participante con más vocación artística de la velada.

No le fue tampoco mal al acto conjunto del mexicano Alejandro Fernández y la banda colombiana Morat, cuya interpretación de “Sé que te duele” le dio un poco de diversidad a lo que se escuchaba, pese a que poseía un estilo ‘vallenatero’ totalmente alejado de lo que se puede esperar del hijo de “Chente”.

Ozuna, a la izquierda, y Daddy Yankee fueron los primeros en salir a la tarima del escenario de Miami.

(Lynne Sladky / AP)

Duro con lo urbano

Sin embargo, lo que más abundó fue el reggaetón. El primero en salir a la tarima fue Daddy Yankee, quien interpretó primero el tema “Hula Hoop” al lado de las bailarinas semidesnudas de rigor, pero que logró ofrecer algo un poco distinto al colaborar con los integrantes del grupo anglosajón de ‘performance’ Blue Man; después, él mismo invitó a su colega Ozuna para entonar “Rompe corazones”.

Esta no fue la única participación del autor de “Gasolina”, que regresó ya cerca del final para unirse a Luis Fonsi y presentar finalmente en vivo el dúo de “Despacito”, que es una de las canciones más exitosas de los últimos tiempos y que contó con la participación de varias parejas de baile, aunque seguimos sin encontrarle por ningún lado el atractivo que la ha convertido en un ‘hit’ tan descomunal.

Ozuna volvió también para actuar al lado de Wisin durante una versión de “Escápate conmigo” que no hizo nada para salirse del molde más predecible del género urbano, y que tampocó cambió nuestra impresión sobre la debilidad de su garganta.

El colombiano J Balvin mostró una inclinación más ‘popera’ de la habitual al empezar su segmento con “Sigo extrañándote”, una pieza en la que hubo más canto que ‘rapeada’, y se salió del ritmo del reggaetón al presentar “Si tu novia te deja sola” en conjunción con Bad Bunny, un exponente boricua que demostró tener muy mala voz o que, en el mejor de los casos, se vio seriamente afectado por los problemas de sonido que se dieron al comienzo de la fiesta.

Balvin retornó al final, para unirse a Zion y Lennox en una rendición de “Mi tesoro otra vez” que sucedió a la presentación de Gente de Zona con “Si no vuelves” -también en plan urbano-, y que dio por concluido un evento que tenía muy en claro a quién iba dirigido y que no cambiará la opinión de nadie, por lo que, en términos prácticos, fue incapaz de decepcionar.

Bad Bunny le da un beso a J Balvin al final de su actuación en la ceremonia que se pudo ver por la cadena Telemundo.

(Lynne Sladky / AP)

Los inmigrantes y Venezuela

En vista de lo dicho al comienzo de esta nota, el evento no tuvo una marcada tendencia política, aunque hubo algunos detalles que adoptaron dicha senda, incluso en el caso menos esperado, es decir, el de la Banda MS, cuyo cantante dijo en un momento dado algo muy general sobre los hispanos que están sufriendo, pero que más adelante, antes de empezar su segmento musical (que, dicho sea de paso, fue el único dedicado a la música regional mexicana), se refirió específicamente “al pueblo de Venezuela”.

El mismo problema fue mencionado luego por el dúo boricua Zion y Lennon, que concluyó sus agradecimientos por un premio gritando: “Venezuela, estamos contigo”; y el coanimador de la ceremonia, Carlos Ponce, dijo luego: “Venezuela, estamos con ustedes”. Al final, J Balvin fue más directo al hablar de muertos y heridos en la nación sudamericana y reclamar “que haya más libertad” por allá.

Por su lado, la presentadora Kate del Castillo habló al inicio de los inmigrantes (“esta noche, todos somos iguales”), hizo una broma sobre la posibilidad de ser detenida por la DEA y, en general, se mostró mucho más natural que Ponce en lo que respecta a sus obligaciones de la jornada.

También aludió a los inmigrantes Arjona, quien aprovechó el premio a la trayectoria que se le otorgó para darle un giro al tópico y culpar a los gobernantes latinoamericanos por lo que ocurre con quienes se ven forzados a dejar sus países. Nuevamente, no se mencionó a Maduro.