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Latin American Music Awards: Enrique Iglesias arrasa sin dar la cara, mientras lo que más suena es el reggaetón

Un vibrante tributo a Celia Cruz cerró la primera edición de los Latin American Music Awards en el Dolby.

Un vibrante tributo a Celia Cruz cerró la primera edición de los Latin American Music Awards en el Dolby.

(Kevin Winter / Getty Images)
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Las estrellas de la música se dieron cita en el Dolby Theatre para la primera entrega de los Latin America Music Awards desde el Dolby Theatre de Hollywood. 

La primera edición de los Latin American Awards (LAMAs), organizados por Telemundo y presentados por Lucero como anfitriona principal, acaba de concluir, y como se lee en la nota de prensa otorgada por la organización, el ganador principal es el español Enrique Iglesias, con cinco premios que incluyen los trofeos a Artista del Año y Artista Masculino Favorito; pero el hijo de Julio nunca llegó al Dolby Theatre, la sede del evento, como tampoco lo hizo Ricky Martin (ganador de los trofeos al Album del Año y la Canción Favorita/Pop rock).

Otro ausente -esta vez inesperado, debido a que no es una superestrella- fue el colombiano J Balvin, quien obtuvo el premio al Nuevo Artista del Año. Los que sí subieron a la tarima y tuvieron mucha presencia en la ceremonia fueron los siguientes ganadores en cuestiones numéricas, Daddy Yankee (Artista Masculino Favorito/Urbano y Canción Favorita/Urbana) y Gente de Zona (Grupo o Dúo Favorito/Urbano y Canción Favorita/Tropical), sobre todo los segundos, que brindaron discursos bastante expresivos acerca de su “gente cubana”.

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En lo que respecta al plano local, la controvertida esperanza angelina era “Chiquis”, hija de la desaparecida Jenni Rivera, quien luchaba por el puesto de Artista Femenina Favorita; pero la verdad es que la muchacha no tenía opciones reales debido a la competencia, y que la que terminó ganando (es decir, la emblemática Gloria Trevi) se merecía mucho más la victoria.

Ya en el nivel estadounidense, Luis Coronel, el jovencito de solo 19 años que se ha convertido en toda una sensación -y que es oriundo de Tucson, Arizona-, se llevó el premio a Artista Masculino Favorito/Regional Mexicano.

Pese a que el evento contó con un gran nivel de producción, es razonable que los grandes astros no hayan asistido, debido a que estos galardones se encuentran todavía lejos de ser prestigiosos, más allá de que el hecho de ser decididos por votos del público les da de algún modo un aspecto democrático.

La música en vivo

Ningún espectáculo de premiación musical que se respete puede dar la cara sin contar con un generoso cartel de artistas en vivo, y en ese sentido, los LAMAs no se quedaron atrás, aunque apuntaron generosamente hacia esos estereotipos que siguen marcando a nuestra comunidad.

De ese modo, e incluso más de lo que ocurre con los Latin Grammys, este segmento se inclinó descaradamente hacia el cuestionado género del reggaetón, desde el acto inicial de Daddy Yankee hasta el de Yandel, pasando por las participaciones de Farruko y Maluma, alternadas con las intervenciones de estrellas anglosajonas del rap como Shaggy y LIL Jon. Todo ello, por supuesto, llegó generosamente aderezado con ritmos repetitivos, letras sexistas y bailarinas semidesnudas.

También hubo pop blanco, como el de Jesse & Joy, quienes, más allá de lo que se piense de su estilo, ofrecieron uno de los actos de mejor nivel de la velada, debido sobre todo a la impresionante voz de la segunda, que se impuso en medio de “Ecos de amor”, un prometedor adelanto de la producción discográfica que se avecina. Jesse tampoco decepcionó en el piano, y el asunto se redondeó con una banda de corte rockero y hasta una sección de cuerdas.

Dentro del mismo género, la experiencia del dúo mexicano fue un evidente contraste con lo que hizo la insulsa ‘boy band’ CD9 al presentar su “Angel cruel” al lado de varias chicas con vestidos celestes muy cortos y nada importante que aportarle a esa escuela.

Al medio de ellos se encontró la Trevi, quien ha perdido naturalmente una parte de la garra que la caracterizó durante su juventud, pero que sigue luciendo espectacular y que, enfundada en un elegante y escotado vestido, interpretó con su conocida intensidad vocal y física (terminó en el suelo) su nuevo sencillo “Las cosas pequeñas”, con tres violinistas femeninas subidas en ventanas especiales.

En todo caso, lo de Gloria fue mejor que lo hecho por la también veterana del pop en español Paulina Rubio, quien salió con un grupo completo y un fondo que simulaba un arcoiris, pero no impresionó con la intrascendencia de “Si te vas”, una pieza inclinada al ‘synth’ que no mostraba nada nuevo.

En otros ámbitos, los tres integrantes italianos de Il Volo salieron con pista musical, pero deslumbraron a la audiencia con sus estilos profundos y operáticos de canto (que algunos podrían calificar de grandilocuentes) para desgranar el nuevo sencillo “Grande amore”.

Por el lado regional, Gerardo Ortiz evitó la tentación de presentar uno de sus polémicos narcocorridos para cantar una pieza completamente romántica, “¿Por qué terminamos?”, pero no se despegó de su habitual banda sinaloense ni de su sombrero norteño; y Luis Coronel llegó también con banda -esta vez con atuendos del mismo rojo- para darle rienda suelta a la igualmente sentimental “Nada más por eso”.

En el plano de las fusiones, lo que más llamó la atención fue el corte tipo ranchera “Ya no me faltas”, del colombiano Fonseca, quien se rodeó además de la escenografía más encantadora de la noche, con una multitud de farolitos y una pareja que, salvo mejor opinión, danzaba un tango.

Lo que merece un punto aparte es el momento de cierre, dedicado a la inmortal sonera cubana Celia Cruz, a través de un encantador popurrí que contó con la participación de La India, Maluma, Yuri y las menos conocidas Aymée Nuviola y Jeimy Osorio. Hubo por ahí grandes voces (con la excepción del innecesario Maluma, por supuesto), incluyendo la de la impresionante mexicana Yuri; pero no hay que olvidar que el asunto entero fue una propaganda descarada para “Celia”, la nueva serie de Telemundo, y que uno de sus presentadores lo usó también para criticar al régimen castrista en momentos en que se busca resolver ese problema.

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