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La Premiere del Grammy premió a la ausente Shakira, al muy presente Residente y a la emocionada Aída Cuevas 

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Debido a que no es una ceremonia televisada (se transmite en vivo por Grammy.com), se podría pensar que la llamada Premiere del Grammy es un evento intrascendente; pero la verdad es que, en términos numéricos de reconocimiento, es sumamente importante, porque es allí donde se entregan 75 de los 84 premios otorgados por la Academia de la Grabación.

Además, es la que suele incluir a todas o casi todas las categorías relacionadas a los artistas hispanos, hasta el punto de que contiene la totalidad de rubros designados bajo el rótulo de “Latin”; claro que, en este caso, el éxito impresionante de “Despacito” (nominada a tres categorías) hizo que el dúo entre Luis Fonsi y Daddy Yankee pasara inesperadamente al evento que sí se ve en la pantalla chica.

De hecho, una de esta nominaciones, la de Mejor Dúo o Grupo de Pop, se encontraba dentro de la Premiere, por lo que el festejo reggaetonero puso empezar temprano; pero el gramófono en esta área terminó en manos de la banda de Alaska Portugal.TheMan y su “Feel It Still”.

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Sea como sea, los integrantes de nuestra comunidad fueron mencionados con frecuencia en esta Premiere (que se llevó a cabo en The Theater, un local secundario del Madison Square Garden, donde se llevará a cabo la ceremonia central); y hasta hubo oportunidad de escuchar palabras que se salieron del molde para plantear temas incómodos.

Por el mismo lado hispano, en términos de popularidad, la categoría más llamativa era sin duda la de Mejor Álbum de Pop Latino, en la que competía la banda angelina La Santa Cecilia, pero que tenía también a varios ‘pesos pesados’ de la industria. De ese modo, la ganadora fue Shakira gracias a su disco “El Dorado”; pero ella no asistió al evento, lo que nos quitó la oportunidad de escuchar lo que hubiera dicho una cantante que ha sido cuestionada hasta por sus fans del pasado debido a su insistencia en grabar canciones al lado de exponentes de moda del género urbano.

En lo que respecta al álbum Latino de Rock, Alternativo y Urbano, la victoria le correspondió al boricua Residente por su reciente producción epónima. “Mi inglés no es bueno; odio las matemáticas, por lo que soy rapero”, dijo el ex Calle 13 en su discurso, acentuando los cuestionamientos a los músicos comerciales que hizo en el Latin Grammy y que lo han enfrentado de algún modo a los exponentes del reggatón.

“Todo se ha vuelto números, y eso tiene que cambiar”, prosiguió el MC, prolongando una crítica que, sin quererlo o no, tocaba a Shakira. “Dedico estos premios a la gente que hace música de verdad sin importarle las visitas que tienen en YouTube o los Top 20 de la radio. Y también a Puerto Rico, mi país, que amo tanto”.

Fue especial el otorgamiento de Mejor Álbum Regional Mexicano (“Arrieros Somos - Versiones Acústicas”) a la capitalina Aída Cuevas, quien habló en nuestra lengua mientras lucía un traje tradicional. “Estoy muy orgullosa de ser mexicana; ¡qué viva México, sí señor!”, dijo ella desde el podio, evidentemente emocionada y empleando expresiones que podrían estar dirigidas a nuestro actual mandatario.

Como se esperaba, el Mejor Álbum Tropical Latino fue “Salsa Big Band”, de Rubén Blades con la Orquesta de Roberto Delgado. Lamentablemente, el maestro Blades no estuvo en la ceremonia, por lo que el gramófono fue recibido por Delgado, quien aseguró haber llegado a la ciudad 20 minutos antes y agradeció sobre todo a su país, Panamá.

Hubo igualmente espacio para los nuestros en el rubro de Álbum de Jazz Latino, otorgado al trío del pianista argentino Pablo Ziegler por “Jazz Tango”. En la tarima, uno de los colaboradores del gaucho elogió a la Academia por “volver a llevar al tango al centro del universo”, en alusión a un género que algunos ven como una reliquia del pasado pero que se esfuerza por ofrecer propuestas novedosas.

El primer latino en recibir un gramófono fue el mexicano Arturo O’Farrill en el rubro de Composición Instrumental por “3 Revolutions”, un tema compuesto al lado del legendario pianista cubano Chucho Valdés. Al agradecer, O’Farrill se emocionó al dar un discurso en el que insistió en la necesidad de hacer un cambio social distinto al de movimientos de insurrección previos.

Inmediatamente después de él, subieron a la tarima Claudio Roncoli y los miembros de Cactus Taller, ganadores de Paquete de Grabación por “El Orisha de la Rosa”, el primer y único álbum del artista colombiano de cumbia Magín Díaz, quien lo grabó a los 95 años. Pese al aspecto aparentemente oscuro de este rubro, cuya victoria compartieron con otro artista debido a un empate, los aludidos dieron cuenta de la relevancia del asunto al ofrecer sus discursos.

“Todos somos ‘dreamers’, dijo uno de ellos, en elocuente alusión a los jóvenes que se están viendo afectados por las decisiones de Donald Trump. “Esta es una declaración política, porque Magín, que falleció el pasado mes de noviembre, era un músico que fue siempre marginalizado”, comentó otro de los premiados.

El reconocido compositor de ascendencia puertorriqueña Lin-Manuel Miranda ganó en el apartado de Mejor Canción para un Medio Visual por “How Far I’ll Go”, que apareció en la cinta animada “Moana”. Miranda no acudió al evento, lo que nos impidió escuchar el mensaje de un artista que ha defendido siempre a nuestra comunidad en los Estados Unidos.

Ice T lidera a Body Count durante un sorpresivo acto de metal en vivo durante la Premiere del Grammy.

Ice T lidera a Body Count durante un sorpresivo acto de metal en vivo durante la Premiere del Grammy.

(TIMOTHY A. CLARY / AFP/Getty Images)

La música en vivo

Mientras que el evento principal se encuentra lleno de presentaciones musicales de famosos debido a que solo sirve para entregar una docena de premios, la Premiere se aboca sobre todo a dar estatuillas, por lo que sus actos en directo son pocos y comparativamente discretos.

De todos modos, hubo espacio para una magnífica ‘performance’ de Jazzmeia Horn, quien recibió con justicia aplausos de pies tras ofrecer una vibrante interpretación de su tema “Moanin’”, marcada por complicados recursos vocales del jazz.

Para los admiradores del blues clásico, el mejor momento fue la colaboración entre Taj Mahal y Keb’ Mo’, dos veteranos del género que encantaron a la audiencia con una interpretación marcada por inspirados solos de guitarra.

La cantante afroamericana de R&B India Arie ofreció una plácida interpretación del tema de revalidación personal “I Am Light” en la que ella misma tocaba la guitarra acústica, mientras que el grupo a capella Stile Antico dio una elegante lección de música clásica.

Pero el momento más sorpresivo fue la aparición de Body Count, un feroz combo de metal liderado por el rapero Ice T que interpretó un estruendoso tema contra la brutalidad policial en el que abundaron las malas palabras. Durante el ‘streaming’, no hubo censura alguna, por lo que la protesta llegó clara y concisa, pese que la canción no es precisamente la mejor de este polémico conjunto.

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