Estos fueron los momentos más políticos de una ceremonia del Grammy que sacó ocasionalmente la garra
Todo el mundo presagiaba ya que la ceremonia principal del Grammy iba a contar con varios instantes relacionados a la situación que nos ha tocado vivir desde que cierto magnate asumió el puesto más importante de este país, pero no se sabía realmente qué esperar hasta ahora mismo, cuando estamos en condiciones de revisarlos.
Lo primero llegó en el acto de apertura del animador James Corden, quien mencionó directamente la incertidumbre de vivir en tiempos de Trump durante el divertido rap que presentó; y en los siguientes 15 minutos, Jennifer López ya había remarcado que “nuestras voces son más importantes que nunca en momentos como los que vivimos”, mientras que Paris Jackson, la hija de Michael Jackson, había dicho que el entusiasmo de los asistentes “caería muy bien en una protesta contra los gasoductos”.
En vista de su poder de convocatoria, Beyoncé pudo hacer mucho más de lo que hizo, es decir, mencionar en su discurso de agradecimiento algo tan vago como “deberíamos aprender del pasado y no tener la tendencia a repetir nuestros errores”, luego de informarnos del modo en que quiere educar a sus hijos. Claro que fue al menos más expresiva que Adele, la ganadora principal con cinco triunfos, quien evitó completamente el tema pese a sus numerosas y trascendentes visitas al podio.
La hija de Michael Jackson, Paris Jackson, fue una de las presentadoras de la edición número 59 del Grammy, y soltó también un comentario de tinte político.
En lo que respecta a los actos musicales en vivo, el más contundente fue el del grupo de hip-hop A Tribe Called Quest, que empleó su parte para lanzar un llamado en defensa de los inmigrantes y de las minorías en el que no solo invitó a mujeres musulmanas a la tarima, sino que contó además con unos asistentes que derribaron un muro evidentemente alusivo al que el mandatario actual pretende construir en la frontera con México. Como si esto fuera poco, el segmento concluyó con el grito repetido de “Resist!”, que es el nuevo slogan de los opositores de Trump.
Por supuesto, nada de lo que se dijo en este evento fue tan fuerte como lo que pasó en la ceremonia no televisada de horas antes, en la que la anfitriona Margaret Cho exclamó en un momento dado “f… Donald Trump”. Es probable que no la inviten nunca más a hacer esto; o quizás sí lo hagan, porque nadie ve realmente esa parte del espectáculo, ¿verdad?
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