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Carla Morrison llega por partida doble al Sur de California con una propuesta que pone a la mujer por delante

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Pese a que vive actualmente en Ciudad de México, Carla Morrison nació en Tecate, Baja California, y además de haber vivido durante varios años en Phoenix, Arizona, suele visitar mucho San Diego, lo que hace que se sienta de algún modo una mexicoamericana, pese a que es solo residente de los Estados Unidos y no podrá por ello votar en las próximas elecciones presidenciales.

Pero todo lo que ha grabado hasta ahora ha sido en español, como es el caso de su segundo y más reciente álbum, “Amor supremo”, el mismo que le da su nombre a una gira actual, que ya visitó Europa y parte de Estados Unidos, y que llega al Sur de California no solo el martes que viene con una presentación individual en el Novo Theatre del Centro de Los Ángeles, sino también el siguiente sábado como parte del festival La Tocada de Super Estrella, en el que participarán además Café Tacvba, Bunbury, Natalia Lafourcade y muchos más, y que se desarrollará en el Observatory de Santa Ana.

“Amor supremo” no es precisamente un disco conceptual, pero sí uno que se centra en el tema del amor y del desamor, aunque de un modo que Morrison considera distinto a lo que ha hecho antes. “Todos mis discos anteriores [porque tiene también dos EPs] hablaban del inicio o del final de una relación, mientras que este habla de la etapa intermedia, en la que se hacen negociaciones de los que se acepta y lo que no”, nos explicó. “Además, suena muy diferente a mis producciones anteriores, un poco más animado y electrónico. Y habla de un amor que va más allá de cualquier barrera emocional, de ese que se tiene cuando existe una conexión muy especial con alguien”.

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Eso no quiere decir que refleje directamente las vivencias de la autora. “No necesariamente, porque cuando hice este disco estaba viviendo otro momento que el de ahora, por lo que se basó en observar relaciones largas de gente que me rodea, cuando pasa la etapa del enamoramiento y decides realmente que quieres estar con esa persona”, precisó.

Morrison, de 30 años, es todavía muy joven y no está casada, pero no siente la presión de hacerlo. “Los seres humanos tendemos a buscar seguridad, calma y solidez, y muchos creen que eso se logra con un matrimonio, pero no es necesariamente así”, razonó. “Hay muchas cosas de mi vida actual que no se acoplan con eso, porque siempre estoy dando vueltas; pero me gustaría hacerlo en algún momento, porque sí me interesa ser madre y casarme algún día”.

No hay que olvidar que, a diferencia de otras mujeres mexicanas, Morrison creció en el seno de una familia liberal cuyos padres la matricularon desde chica en clases de baile, dibujo y canto, aunque ella asegura que no lo hicieron para tratar de convertirla en una estrella, sino porque se daban cuenta de sus inquietudes artísticas. “Mis amigos me decían siempre que querían tener papás como los míos”, recordó la cantautora con una risa.

El tema que más ha llamado la atención de “Amor supremo” es “Azúcar morena”, sobre todo por su videoclip en blanco y negro, en el que Morrison aparece coqueteando con un joven de aspecto exótico de tal manera que el asunto parece derivar en un encuentro íntimo… hasta que llega el supuesto novio de la primera.

“Hicimos el video de ese modo porque hay mucha gente morena en mi país, pero se usa siempre a modelos güeros con ojos azules que no reflejan nuestra realidad”, comentó. “La gente morena es hermosa; mucha gente está de acuerdo con eso, pero otra no”.

“Y otro mensaje ahí es que la mujer puede ser sensual y puede ver el menú sin servirse necesariamente de él; como mujeres, podemos experimentar cosas y no pasa absolutamente nada”, prosiguió. “Yo no me considero femenina, sino feminista, porque ha habido mucha falta de tolerancia y de comprensión hasta nosotras”.

Cuando le comentamos que el video podía ser visto por algunos como una apología a la infidelidad, ella lo negó. “No, porque no pasa nada; los hombres hacen eso todo el tiempo [el coqueteo] y les dicen que son unos ‘ching..es’”, protestó.

También le preguntamos si ella misma ha tenido novios morenos. “Eso es irrelevante; lo importante es que la gente morena es guapísima y que nunca debe avergonzarse de lo que es”, nos respondió.

El día de la muerte de Juan Gabriel, Morrison usó su cuenta de Instagram para dar a conocer una carta en la que recordaba no solo que había interpretado varias veces por cuenta propia un ‘cover’ de “Yo no nací para amar”, sino también que había participado en un disco de duetos con el mismísimo ‘Divo de Juárez’ al cantar con él el tema “Yo sé que está en tu corazón”.

“Me siento muy orgullosa de haberlo podido conocer y de que me haya brindado tanto de su tiempo y de su espacio; compartimos músicas y me dejó mucha sabiduría”, retomó. “Su muerte es triste, pero es super bonito saber que fue mexicano, norteño y que pude formar parte de su historia musical; no creo que vaya a haber nunca nadie como él”.

Pese a que, como ya lo dijimos, Morrison no puede votar en EE.UU. y no canta sobre temas sociales ni políticos, la posibilidad de que Donald Trump alcance la presidencia no es algo que le resulte indiferente. “Me causa temor y ansiedad, porque es una persona que no tiene ni siquiera valores básicos, y alguien así no puede ser el héroe de una nación del Primer Mundo”, se quejó. “Nos afectaría no solo a los mexicanoamericanos, sino a todo el mundo; pero confío en que la gente sabrá elegir a una persona que no nos afecte tanto como sociedad”.

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