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Los Video Music Awards de MTV reflejaron un momento problemático en los EE.UU.

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No fue Pink. No fue Taylor Swift. Ni siquiera fue Katy Perry, anfitriona del show y quien brindó la actuación del cierre.

No; la persona a quien MTV quiso claramente representar en su edición 2017 de los premios Video Music Awards (VMA) -para comunicar su corazón y su alma- fue Susan Bro, cuya hija, Heather Heyer, fue asesinada este mes mientras protestaba en la manifestación contra la supremacía blanca que desató una ola de violencia en Charlottesville, Virginia.

Hacia el final de la producción, este domingo, que se emitió en vivo desde el Forum, en Inglewood, Bro se presentó en los VMA para presentar el galardón a Mejor Pelea contra el Sistema -una nueva categoría que el canal introdujo este año para destacar los trabajos con conciencia social, entre ellos “Surefire”, de John Legend, e “Immigrants (We Get the Job Done)”, de “The Hamilton Mixtape”.

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Sin embargo, a la madre de Heyer, quien habló sobre una nueva fundación organizada para “ayudar a que la muerte de Heather no sea en vano”, se la convocó para demostrar que en un momento oscuro de la historia de los EE.UU., MTV está de pie con quienes luchan por los valores progresistas -y que no debe ser considerado como un sitio de mero entretenimiento-.

La mujer fue incluso presentada por Robert Lee IV, descendiente del general confederado Robert E. Lee, quien manifestó que su ancestro se había convertido en un ídolo de la supremacía blanca y el odio, y describió el racismo como “el pecado original” de los EE.UU.

No obstante, después del discurso de Bro, el espectáculo dio paso a una presentación de Rod Stewart, quien de algún modo persuadió al joven grupo de electro-funk DNCE (con un Joe Jonas luciendo un bigote) de unirse a él para crear una reversión de su antiguo hit disco “Do Ya Think I’m Sexy”.

Obviamente, MTV no ha abandonado aún su deber de estimular. De hecho, en la semana anterior a la emisión, el canal alentó ciertos rumores de que sus VMA presentarían un dramático enfrentamiento entre Perry y Swift, quienes llevan una pelea hace años, que comenzó cuando… ah, pero en realidad a quién le importa.

Finalmente el duelo no se concretó, aunque Perry cantó “Swish Swish” (que, como se sabe ampliamente, está dedicada a su enemiga) y la ceremonia estrenó el clip de Swift de su combativo nuevo tema, “Look What You Made Me Do” (aunque sin rastros de la cantante en persona).

Cada una resaltó la conciencia propia que compone la experiencia del estrellato pop en la era de internet: cómo un artista debe ahora manejarse con soltura ante las críticas y reaccionar a ellas casi de inmediato con humor o sarcasmo, o en el caso del video de Swift, con cierto disgusto y sabor a táctica destructiva.

Con sus imágenes de zombies y su representación vívida de Swift cortando con una motosierra el ala de un jet privado, el clip de “Look What You Made Me Do” fue una innegable emoción, pero también fue un tanto agotador y generó deseos de volver a aquellas épocas en las que las canciones pop no requerían de comentarios. Quizás por eso la actuación de Pink fue tan reparadora.

Ganadora del premio a la trayectoria -conocido como el Michael Jackson Video Vanguard Award- la cantante repasó algunos de sus mejores éxitos -desde “Get the Party Started” hasta el recién lanzado “What About Us”- en un medley ordenado pero bien nutrido, que enfatizó su poderosa voz y los temas universales de amor y aceptación. No fue simplista: en su discurso de aceptación, Pink se conmovió al hablar de la lucha de su hija menor con los estándares de belleza restrictivos, que la llevaron a expresarle: “Mamá, soy la niña más fea que conozco”.

“Fui a casa e hice una presentación de PowerPoint para ella”, relató Pink, “y allí había estrellas de rock andróginas y artistas que viven su verdad, y que probablemente se divierten cada día de sus vidas y siguen adelante agitando sus banderas e inspirándonos a todos nosotros”.

Pero la claridad de su imagen fue aún más efectiva; pareció inclusiva más allá de los lugares comunes. Otros artistas apuntaron a una energía similar, como el rapero Logic -quien interpretó su himno de prevención de suicidios, “1-800-273-8255”, rodeado de sobrevivientes, según dijo MTV-, hasta Alessia Cara, la joven cantante de R&B quien cantó su “Scars to Your Beautiful” ataviada con un vestido sofisticado antes de quedar solamente vestida con una camiseta sin adornos y unos simples pantalones negros.

También estuvo Kendrick Lamar, quien abrió el show del domingo y se llevó el premio del Video del Año por “Humble” (otros ganadores incluyeron a Fifth Harmony, al Mejor Video Pop por “Down” y Ed Sheeran, como Artista del Año”). La actuación de Lamar, que interpretó dos temas de su éxito “Damn” -editado este año- no fue precisamente austera; entre otros momentos espectaculares incluyó un bailarín ninja cubierto en llamas.

Pero mientras Lamar escupía sus rimas furiosamente -en especial durante “Humble”, acerca de estar “harto” de la ilusión de la perfección digital- puede decirse que intentó apelar al mismo espíritu que Pink quiso transmitir.

MTV se sintió, sin dudas, satisfecho.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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