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Very Be Careful celebra dos décadas de carrera sin dejar el vallenato tradicional que le ha dado tanto éxito

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Hace 20 años, al encontrarse en un lugar llamado Peace and Justice Center, Ricardo Guzmán (voz y acordeón), Arturo Guzmán (bajo), Dante Ruiz (campana), Richard Panta (caja) y Craig Martin (guacharaca) decidieron unirse para darle vida a Very Be Careful, un grupo que, sin tener necesariamente una vocación social ni política, se ha convertido con el paso del tiempo en una fuerza incuestionable dentro de la música latina hecha en Los Ángeles.

“Lo que pasó es que el estilo que estábamos tocando, el vallenato, fue muy diferente a todo lo que estaba ocurriendo en L.A. con otras agrupaciones”, nos dijo Dante durante una entrevista reciente. “Y esa fue una decisión que tomamos desde el comienzo para poder hacer algo distinto”.

En palabras de Arturo, la idea de hacer música colombiana estrictamente tradicional que mantienen hasta el día de hoy -y que se ha plasmado ya en siete discos independientes- fue inicialmente un experimento. “Pero la gente se puso a bailar de inmediato, y ya no pudimos parar ese impulso”, precisó. “Les encantó, y a nosotros también”.

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Durante la presentación de este sábado en El Rey (5515 Wilshire Blvd., Los Ángeles, California 90036) que les servirá para festejar estos logros, no habrá incursiones en el rap, en la música electrónica ni nada por el estilo. “¿Por qué vamos a cambiar algo que hemos hecho por tanto tiempo y que nos ha dado tanto éxito?”, retomó Dante, que es mexicoamericano.

La octava producción de VBC (como también se les conoce) no tiene todavía una fecha de salida definitiva, pero esta semana, la agrupación estrenará un nuevo sencillo, “El disfraz”, que según Ricardo, “trata de un señor que cambia su aspecto para enamorar a alguien que ya lo conoce y que no le ha hecho caso”.

Esta es solo una muestra de lo que se puede encontrar en las letras originales del conjunto, que son escritas a veces por Ricardo y otras veces por su madre, Daisy, una inmigrante nacida en Lérida, Colombia. “Hacemos también cosas entre los dos, pero en el próximo disco vamos a tener más canciones de ella que en los anteriores”, adelantó el acordeonista y cantante nacido en L.A., al igual que su hermano Arturo.

“Ella escribe letras muy buenas, con doble sentido”, prosiguió. “Tiene tantas que no las hemos sacado todas; cualquier cosa le da inspiración para hacer una, y eso la vuelve muy especial para nosotros”.

Pese a lo dicho, los VBC poseen una actitud ciertamente rebelde que se explica cuando se lee en su página web que admiran a varios rockeros, y cuando se recuerda que en algún momento, fueron invitados a compartir escenario con la afamada banda ‘indie’ anglosajona Vampire Weekend.

“Nos criamos en esta ciudad, con una gran mezcla de géneros diferentes; tenemos influencias del rock, del punk y del metal, y todo sale de algún modo en nuestra música”, dijo Arturo. “No puedes escaparte de eso”.

Aunque no formaron parte de la ola angelina del ‘rock en tu idioma’ que tuvo su apogeo a inicios de los 2000 y que fue decayendo paulatinamente, los integrantes de este grupo aseguran que el desplome de esa movida los afectó de un modo inesperado. “Todos esos músicos empezaron de repente a tocar música tropical; dejaron el rock por la cumbia, y eso ha hecho que el mercado se sature”, afirmó el bajista.

Sea como sea, a estas alturas, VBC no es un fenómeno únicamente local. Ha tocado en muchos países, incluyendo Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Japón, México y, por supuesto, Colombia, lo que fue una auténtica prueba de fuego debido a que la música que ellos practican proviene directamente de ahí.

“Por suerte, les gustó mucho lo que hacíamos y nos recibieron muy bien”, recordó Arturo. “La música que presentamos suena muy antigua para la gente de Bogotá, sobre todo para los jóvenes, que a veces ni la conocen y están acostumbrados a la fusión. Les parece raro, pero les gusta”.

Finalmente, quienes crean que VBC se ha lavado las manos de las situaciones que se producen actualmente en contra de los inmigrantes deben saber que el mismo conjunto se ha prestado siempre para brindar una cuota de alegría en los eventos de protestas relacionados al tema.

“Hay organizaciones como Chirla que nos contratan para ayudarlos en sus manifestaciones, para inspirar a la gente y hacer que participen en números mayores los que son seguidores de nuestro estilo”, dijo Dante.

“Creo que vamos a seguir al menos 20 años más, porque aquí hay mucha amistad con la música, el alcohol y la vida”, sentenció, antes de que Ricardo retomara la palabra. “A fin de cuentas, la vida es corta y todo se va a acabar, o sea que hay que tratar de pasarla bien cada vez que se pueda”, concluyó el vocalista.

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