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“Crónica de una muerte anunciada” recala en el teatro GALA de Washington

Fotografía cedida por el Teatro Hispano GALA donde se aprecia a los actores Carlos Castillo (i), Marta Cartón (c), Nicolás Carrá (c, abajo), y Chema Pineda-Fernández (c, atrás), durante una de las funciones de la adaptación del colombiano Jorge Alí Triana de la obra "Crónica de una muerte anunciada", del nobel de Literatura Gabriel García Márquez, presentándose este mes en el Teatro Hispano GALA de Washington (EE.UU.) con un diverso elenco iberoamericano. EFE/SHALEV WEINSTEIN/Teatro Hispano GALA.

Fotografía cedida por el Teatro Hispano GALA donde se aprecia a los actores Carlos Castillo (i), Marta Cartón (c), Nicolás Carrá (c, abajo), y Chema Pineda-Fernández (c, atrás), durante una de las funciones de la adaptación del colombiano Jorge Alí Triana de la obra “Crónica de una muerte anunciada”, del nobel de Literatura Gabriel García Márquez, presentándose este mes en el Teatro Hispano GALA de Washington (EE.UU.) con un diverso elenco iberoamericano. EFE/SHALEV WEINSTEIN/Teatro Hispano GALA.

(SHALEV WEINSTEIN / EFE)
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La adaptación del colombiano Jorge Alí Triana de la obra “Crónica de una muerte anunciada”, del nobel de Literatura Gabriel García Márquez, recala este mes en el Teatro Hispano GALA de Washington con un diverso elenco iberoamericano.

Santiago Nassar, Ángela Vicario, Bayardo San Román y la cincuentena de recordados personajes del nobel colombiano son sobre el escenario protagonistas y cronistas de este guiño al periodismo desde la literatura.

Con una hábil escenografía y un elenco versátil, el puertorriqueño José Zayas dirige una obra que los espectadores siguen como otrora leyeron la novela: sin pausa y con avidez por saber cómo ocurrió ese final que se conoce desde el principio.

En un pequeño pueblo del Caribe colombiano, a principios de los años 50, se corre la voz de que el joven Santiago Nassar va a ser asesinado por los hermanos Vicario, sin que nadie pueda o quiera hacer algo por evitarlo.

Los Vicario, que necesitan ahogarse en alcohol para encontrar coraje, anuncian a todo el que quiera escucharles que van a asesinar a Nassar con cuchillos de despiezar cerdos, para salvar el honor de su familia.

Su hermana Ángela, obligada como tantas mujeres de su tiempo a casarse en contra de su voluntad, ha sido devuelta a la familia en la noche de bodas porque su marido ha descubierto que no es virgen.

Su madre, la intransigente Pura Vicario, le obliga por la fuerza a señalar “al culpable” y, con dos palabras, Ángela Vicario sentencia de muerte a Santiago Nassar.

“Es una obra que nunca se hace vieja, sigue teniendo relevancia hoy en día, porque son temas que nos conciernen a todos todavía, sobre todo a las culturas latinoamericanas donde se vive esa vida como de pueblo tan cerrada, donde corre el chisme”, comenta a Efe la actriz colombiana Inés Domínguez del Corral, que interpreta a Ángela Vicario.

“Así queramos como vivir un mundo moderno en el que esas cosas ya no pasan, si te pones a pensar, esa vida de familia, eso de que lo más importante es el honor, la imagen que proyectas hacia el pueblo, todo eso sigue siendo un componente demasiado fuerte de la sociedad”, añade.

Esa es la otra historia que cuenta esta obra, publicada en 1981. La de las consecuencias del imperio de códigos morales aún vigentes en muchos lugares del mundo y que, incluso cuando parecen haber desaparecido, dejan un legado de machismo y opresión social hacia la mujer.

A la enorme dificultad de adaptar la novela de García Márquez al reducido espacio y tiempo del teatro, se suma en la representación del GALA el reto de encajar las actuaciones de 15 actores que en algunos casos interpretan hasta cuatro personajes.

Además, como es marca de la casa en el GALA, en el escenario se escucha español de varios países de Iberoamérica con un Santiago Nassar argentino, una Ángela Vicario colombiana, un Bayardo San Román mexicano y una Plácida Linero española.

“Somos todos gente de diferentes culturas y tradiciones y cada uno traemos nuestra propia historia. Es impresionante aprender las diferentes historias de cada una de estas personas que vienen de diferentes partes de América Latina y eso nos une, representamos nuestras patrias acá en Estados Unidos”, cuenta a Efe el argentino Nicolás Carrá (Santiago Nassar), que vive en Nueva York.

Esta vocación está en el mismo ADN del Teatro Hispano GALA de Washington, que este año cumple 40 años como “el teatro más iberoamericano del mundo”, como le gusta describirlo a sus fundadores, Hugo y Rebecca Medrano.

Para celebrarlo, “Crónica de una muerte anunciada” podrá verse hasta el 8 de mayo como estandarte de lo que este teatro, el único en español de la capital estadounidense, ha querido hacer desde sus modestos inicios: acercar la cultura iberoamericana a un público diverso con la ayuda de su conocido sistema de subtítulos.

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