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El mexicano Michel Franco regresa al AFI Fest con otro drama contundente

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Una de las presentaciones más llamativas del actual AFI Fest en lo que respecta al público principal de este medio es la de “Las hijas de Abril”, el nuevo drama de Michel Franco (“Después de Lucía”, “Chronic”) que explora las complicadas relaciones entre una madre española (interpretada por la gran Emma Suárez) y las dos hijas mexicanas a las que va a visitar en Puerto Vallarta luego de que una de ellas sale embarazada.

“Me interesan mucho las historias sobre mujeres, porque ellas tienen todavía una posición difícil en la sociedad actual; y en este caso, fue un verdadero placer trabajar con Emma, a la que había visto en la ‘Julieta’ de [Pedro] Almodóvar y que es una actriz completamente única”, le dijo Franco a HOY Los Ángeles. “No me interesaba necesariamente que fuera una española, pero sí una extranjera, es decir, alguien que viniera de lejos con su propio bagaje a cuestas”.

Al principio, el personaje de Suárez parece querer ayudar a su hija adolescente que va a tener un bebé, pero poco a poco, va asumiendo una actitud más y más egoísta que raya con lo patológico, aunque el lente de Franco se niega a condenarla. “No pretendo dar respuestas ni cerrar los conflictos de manera fácil; todo lo contrario”, agregó el realizador nacido en el DF, en alusión al filme que se proyectó inicialmente el domingo pasado y que se repite el 15 de noviembre a las 3.45 p.m. en la sala Chinese 6. “Mi cine nunca ha sido complaciente, sino que se interesa en la complejidad del ser humano”.

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En este caso, Suárez, de 53 años, se pone en la piel de un personaje que va cambiando en el transcurso de la historia hasta llegar a tener unas escenas cargas de sensualidad que podrían haber caído en el mal gusto de haberse encontrado en manos de otro cineasta, pero que se desarrollan aquí con el sentido de la mesura habitual en Franco.

“Para lograr esas imágenes, trabajo con mucha intimidad en el set: solo están el fotógrafo, los actores y yo, sin asistentes”, precisó el entrevistado. “Esa es la manera de generar un entono de confianza que los actores reciben muy bien; y a mí me gusta mucho trabajar con ellos”.

En ese sentido, “Las hijas de Abril” tiene algunas escenas fuertes y de moralidad ambigua que pueden despertar controversia. “Mis películas siempre dividen a la audiencia; ya estoy acostumbrado a que pase eso”, retomó el director. “Me preocuparé el día en que no despierten reacciones de todo clase. Cuando tocas temas complejos, la gente se ve reflejada y se puede sentir incómoda o muy conmovida; y a mí no me interesa ser predecible”.

Curiosamente, la reputada publicación Variety ha dicho que esta es la cinta más accesible de Franco, sin que esto la transforme en un producto comercial. “Trabajo en cada historia sin imponer un agenda personal, tomando un compromiso específico con los personajes”, prosiguió el director. “Las películas que valen la pena son las que no se pueden explicar fácilmente y que no buscan dar mensajes”.

Por otro lado, Franco ha escapado permanentemente de las grandes temáticas políticas en las que suelen caer muchos cineastas latinoamericanos. “Me interesan las historias íntimas; no creo que el cine tenga la obligación de resolver situaciones sociales”, enfatizo. “Hacer una buena película es bastante complicado como para estar pensando en ofrecer soluciones a los problemas del mundo con ella”.

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