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Calamaro celebra su tercer Latin Grammy sin quedarse callado

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Andrés Calamaro no es una figura nueva en el Latin Grammy. El gramófono que recibió el jueves pasado en la tarde durante la ceremonia no televisada que se hizo en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas es el tercero que se le entrega.

Y el mítico rockero argentino, que ha mostrado a veces tener una personalidad muy fuerte, lo celebró en la sala de prensa del evento enfrascándose en una amable y larguísima sesión hablada que contrastó seriamente con la brevedad de otros ganadores y que puso a prueba la paciencia de los reporteros presentes, pero que resultó de lo más entretenida e instructiva para quienes admiran su talento.

“Llevo 39 años en esto, y los Latin Grammys cumplen recién los 18, por lo que los veo como a un hermano menor”, dijo el creador de “Flaca”. “Pero agradezco mucho tener estos premios: todos están instalados en el mejor lugar de mi casa, que es donde están los equipos para escuchar música”.

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Este fue el segundo año de la gira “Licencia para cantar”, en la que Calamaro se desprende de la formación eléctrica que lo acompañaba siempre en el pasado para cobijarse completamente en instrumentos acústicos. “Estuvimos en varios países de Sudamérica y la recepción fue increíble”, recordó. “No hay un solo día en el que no me acuerde de la suerte que tengo de que mi música sea tan bien aceptada en los lugares de la Patria Grande”.

Calamaro recibió ahora el Latin Grammy en el rubro de Mejor Canción de Rock por su tema “La noche”, contenido en el álbum “Volumen 11” (2016). “Los que alguna vez vivimos a la sombra del día nos podemos sentir identificados con esta letra, que se encuentra llena de claves para quien tenga que entenderlas”, explicó. “Ahora vivo mayormente de día, pero prefiero no despertarme muy prontito en la mañana; me encanta levantarme como a las 12”.

Fuera de este encuentro, HOY Los Ángeles tuvo la oportunidad de conversar con él un día antes durante su paso por la alfombra roja de los Premios Especiales de la Academia Latina de la Grabación, donde le entregó su trofeo al legendario cantautor porteño Víctor Heredia, “cuyas canciones han sido cantadas por las hinchadas de fútbol y que ha mostrado siempre un enorme compromiso social y político”.

Calamaro nos contó también que se ha pasado el 2017 entero grabando un ambicioso disco lleno de colaboraciones exclusivas que no puede todavía revelar, pero que formará parte de una celebración personal por sus inminentes 40 años de carrera.

“Voy a unir mi voz con la de artistas que son auténticas leyendas; no es fácil llevar a cabo una producción así, pero espero lanzarla en los siguientes meses, en medio de otros proyectos que he venido desarrollando, como un libro de fotografías, una revista literaria y la composición de canciones nuevas para un álbum original”, enumeró.

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