Las críticas a Trump no faltaron en el Oscar, pero fueron menos intensas de lo que se esperaba

No es un secreto para nadie que Hollywood no se lleva muy bien con Donald Trump, por lo que los recientes eventos de premiación relacionados a esta industria se han caracterizado por tener varios discursos críticos en lo que respecta al cuestionado mandatario estadounidense.

Nadie esperaba tampoco que el Oscar fuera la excepción, y eso estuvo claro desde el discurso de apertura del maestro de ceromonias Jimmy Kimmel, que llegó extremadamente cargado de tonos politicos. De ese modo, él mismo comentó al empezar que el evento en el Dolby Theatre se ve en muchos países “que ahora nos odian” y que no iba a tratar de presentar una imagen de reconciliación en un “país dividido”, aunque poco después pidió que hubiera al menos respeto “entre liberales y conservadores” .

“Debemos agradecer al presidente, porque el año pasado los que parecían racistas eran los del Oscar”, dijo luego de manera ingeniosa, para saludar después la presencia de la actriz francesa Isabelle Huppert (nominada como Mejor Actriz por “Elle”) y agradecer de manera burlona el hecho de que los servicios de inmigración la hubieran dejado entrar al país.

Tras hacer una broma sobre el vestido de Meryl Streep (“¿es un modelo Ivanka?”, preguntó), Kimmel cerró su intervención inicial de manera contundente con un chiste que involucraba a Trump ‘tuiteando’ negativamente sobre los discursos de los ganadores mientras se encontraba sentado en el inodoro. Más adelante, fingió preocupación por el hecho de que el presidente no hubiera todavía usado las redes sociales para hablar del Oscar, aunque lo cierto es que, después del calamitoso error del final (es decir, el que le quitó la estatuilla a “La La Land’ para dársela a “Moonlight”), es de esperar que el magnate tenga suficientes motivos de burla.

Por el lado de los discursos, la política se demoró en llegar, hasta el punto de que el tono en general fue mucho más suave de lo que se esperaba. No fue una sorpresa que el afroamericano Mahershala Ali -el primer premiado- se llevara el trofeo al Mejor Actor de Reparto por “Moonlight”, pero sí que no dijera nada polémico al agradecerlo, cuando se considera que durante su discurso en los Premios del SAG (los de actores) dejó muy en claro que era un musulmán, en clara alusión a la política discriminatoria del individuo en el poder.

La siguiente ganadora afroamericana, Viola Davis (Mejor Actriz de Reparto por “Fences”), siguió marcando la ruta de la buena fortuna para su comunidad luego de la polémica del año pasado con lo de #OscarsSoWhite, pero tampoco dijo nada sobre este tema.

Tampoco hubo mayores alusiones al asunto en los momentos culminantes de la ceremonia, aunque hay que entender, claro, que debido al error ya citado en la entrega del premio a la Mejor Película, los representantes de “Moonlight” no se encontraban realmente preparados para hablar. En todo caso, en la sala de prensa, además del esperado tema de la confusión, se le llegó a preguntar a Casey Affleck, ganador como Mejor Actor por “Manchester By the Sea”, el porqué de la falta de discursos politicos, aunque él dio una respuesta bastante ambigua; y allí mismo, Trump brilló por su ausencia.

Curiosamente, las palabras más críticas hacia las limitaciones gubernamentales para el acceso de personas procedentes de países árabes provinieron de un individuo ausente, el director iraní Asghar Farhadi, quien no asistió al evento como un acto de protesta pero mandó un mensaje que fue leído tras el triunfo de “The Salesman” como Mejor Película Extranjera, y en el que decía que “dividir al mundo entre ‘nosotros’ y ‘nuestros enemigos’ crea temor y es una justificación indebida para la agresión y la guerra”.

Por otro lado, el comentario más directo sobre lo que está haciendo Trump en contra de los inmigrantes mexicanos no llegó de la mano de un ganador, sino del actor mexicano Gael García Bernal en su función de presentador del Oscar a la Mejor Película Animada (“Zootopia”), ya que él mismo comentó que, como mexicano y como ser humano, se opone “a cualquier clase de muro que nos separe”.