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El director de ‘Annabelle: Creation’ trabajó con niñas y con una promesa mexicana para obtener resultados de temer

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Hace algunos años, David F. Sandberg era un director sueco de cine que se encontraba en serios problemas económicos debido a que los cortometrajes de terror que hacía en su país de origen no daban ganancias suficientes como para pagar todas las cuentas requeridas.

Pero todo cambió para él luego de que fue contactado por James Wan, el aclamado creador de sagas como “The Conjuring”, “Insidious” y “Saw”, quien lo llevó a Hollywood para dirigir su primer largometraje, “Lights Out”, que se basaba en uno de sus propios cortos y que se convirtió en todo un éxito de taquilla y de crítica.

Los tiempos difíciles son cosa del pasado, porque ha sido elegido para encargarse de la adaptación cinematográfica de “Shazam”, un superhéroe de DC Comics; pero antes de eso, Sandberg regresa desde este fin de semana a las salas nacionales con “Annabelle: Creation”, precuela de una cinta del 2014 que nos presentaba a una muñeca poseída por una entidad diabólica.

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Radicado en Los Ángeles desde hace dos años y medio, el europeo habló con HOY sobre los retos y las posibilidades de un filme que ha recibido reseñas sumamente positivas y que le permitió además trabajar con Stephanie Sigman, la actriz mexicana que se dio a conocer por sus papeles en “Miss Bala” y “Narcos”, y que hace aquí de una monja a cargo de varias menores de edad que son huérfanas.

“Ella me mandó una cinta y, después de eso, se sometió a una audición normal; sinceramente, yo no la conocía, y fue solo después que me enteré de que había sido una ‘chica Bond’ [en ‘Spectre’]”, nos dijo el cineasta. “Pero ella sí estuvo sorprendida cuando la elegimos; pensaba que no lo íbamos a hacer debido a sus roles anteriores. Finalmente, hizo el papel de manera espectacular”.

Charlotte, el personaje de Sigman, no era originalmente latina. “El guión no lo indicaba, pero cuando la contratamos adaptamos el papel a ella y la volvimos mexicana”, recordó el entrevistado. “Hicimos incluso que hablara un poco de español, para que resultara más realista”.

El mayor reto en el plano de los actores fue probablemente el empleo de las numerosas pequeñas de distintas edades que aparecen permanentemente en el relato, sobre todo cuando se considera que esta es una cinta con escenas escalofriantes que ha recibido una clasificación R.

“Disfruté trabajar con ellas, porque se comportaron de modo muy profesional”, retomó Sandber. “La única parte mala es que, debido a sus edades, sus horas de trabajo eran limitadas, por lo que había que asegurarse de terminar todo a tiempo”.

“Pero yo decidí tratarlas como trato a los adultos, con el mismo respeto; hablamos de las situaciones que tenían que representar, y lo cierto es que estar en un set de una película de terror da mucho menos miedo que ver una”, agregó.

Además, el mismo realizador se enfrentó a una inesperada fanática del género: Samara Lee, quien hace de un inquietante fantasma, y que a pesar de tener solo 8 años, le dio más de una sorpresa, como exigirle que la colocara en escenas más atemorizantes de las planeadas.

“Ella ha visto de todo, incluyendo ‘The Exorcist’”, precisó el sueco. “Su nombre proviene de Samara, el personaje [igualmente sobrenatural] de la saga de ‘The Ring’, porque sus padres son también fans del horror”.

Sanderg planea ya la segunda parte de “Lights Out”, pero no está seguro de poder dirigirla por una razón de peso: la elaboración de “Shazam”, una superproducción de la que no puede todavía adelantar nada.

“Es un proyecto que me va a quitar obviamente mucho tiempo y que me tiene tremendamente emocionado”, admitió. “Va a empezar a rodarse pronto; pero no he abandonado el género de terror, que me encanta y que pienso retomar apenas pueda”.

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