Stephanie Sigman protagoniza ‘Annabelle: Creation’ y saca la cara por los latinos en los tiempos de Trump

Hoy Los Angeles

Ago. 8, 2017 4:57 PM PT

Los Ángeles —

Aunque se encuentra radicada en Estados Unidos desde hace solo cuatro años, Stephanie Sigman tiene un nombre que puede confundir a muchos.

“Estoy viviendo por aquí, pero he pasado toda mi vida en México, y nací en Ciudad Obregón, Sonora”, le dijo la actriz a HOY Los Ángeles durante una reciente entrevista. “Mi papá es de Kansas City”.

“Hay gente que ha dicho que me he cambiado el nombre y que en realidad me llamo María o Lupita, y no es cierto; así me puso mi papá”, precisó. “Mi nombre no es mexicano, pero yo sí; te lo aseguro”.

De hecho, uno de sus papeles más conocidos hasta la fecha es el que tuvo en “Miss Bala”, una cinta mexicana sobre narcotráfico que la tenía en el papel de una reina de belleza involucrada con narcotraficantes; e hizo también de una dama azteca en “Spectre”, lo que la llevó a convertirse en la segunda ‘Chica Bond’ mexicana de toda la Historia.

Después de eso, asumió el papel de una controvertida periodista colombiana (Valeria Vélez) a lo largo de las dos primeras temporadas de “Netflix”, la popular serie de Netflix en la que su personaje era amante del narcotraficante Pablo Escobar.

Pero la conversación que tuvimos con ella tenía como punto central el estreno de “Annabelle: Creation”, una cinta de terror que, contra todas las expectativas, le ha encantado a los críticos, y que la encuentra no en un papel menor, sino en el principal: el de Charlotte, una monja que se enfrenta a una muñeca poseída en el orfanato que regenta y que es de origen latino, pese al nombre que lleva.

“Es interesante, porque pasa con ella algo parecido a lo que pasa conmigo misma”, retomó la intérprete. “En este país, la gente [anglosajona] pronuncia mi nombre de otro modo que en México, y cuando yo fui al set de esta película, las niñas [que actuaron con ella] se rieron cuando me escucharon pronunciar el nombre de mi personaje. Es bonito poder romper las etiquetas y los clichés”.

El papel de Charlotte no estaba escrito para una actriz hispana, pero Stephanie señala que uno de los aspectos positivos del Hollywood actual es que “si encuentran a alguien que les gusta para el trabajo, no tienen problemas en cambiar su ‘background’ [antecedentes]”.

“Para mí, el proceso de audición fue muy interesante, porque ellos estaban buscando a alguien mayor; mi idea era hacerlo simplemente como un ejercicio actoral aunque no fuera algo para mí”, enfatizó. “Pero les gustó; el productor Peter Safran me comentó que le había gustado ver en mí a una monja muy humana, muy mujer, muy natural, con muchas capas expresivas”.

La mexicana asegura que no trató de recrear a esa clase de monja “rígida y monótona que a veces imaginamos, sino a un ser humano complejo cuya prioridad es el cuidado de las seis huérfanas que está guiando. No tiene ningún tipo de ego; vive para servir y para amar a alguien más”.

Charlotte es completamente opuesta a Valeria Vélez, y en ese sentido, representarla fue un desafío importante para nuestra entrevistada. “Valeria era un personaje intelectual, pero también muy sexual, que usaba su físico para obtener lo que quería”, describió. “En este caso, me metí a explorar mi propia espiritualidad, mi propia fe; esta hermana es una ‘luchona’, una guerrera, porque no da golpes como ‘Wonder Woman’, pero combate con sus creencias”.

En el plano personal, Stephanie afirma haber sido siempre un creyente. “Hay milagros que se han dado en mi vida y siempre le he dado gracias a Dios; creo que no ha dejado de cuidarme”, comentó. “Nunca he dejado de creer, aunque algunas veces voy más a la iglesia que otras por cuestiones de la vida. Pero nunca he tenido dudas; creo en el Bien y, en consecuencia, creo en el mal”.

Stephanie sigue ascendiendo en Hollywood, pero es muy consciente de que existe ahora en la Casa Blanca un presidente al que no le agradan precisamente los inmigrantes mexicanos y de otras procedencias.

“Me siento terriblemente frustrada [con eso], como se sienten millones de personas”, precisó. “Me gustaría que alguna gente pudiera pensar de otro modo, pero creo que estamos luchando, porque no es justo destruir todo lo que hemos logrado, y no es justo tener a un representante como él”.

“Curiosamente, creo que lo que está pasando en la industria de las artes visuales es que estamos tomando más fuerza con lo que está pasando socialmente en el país, porque luchamos con nuestro talento y, afortunadamente, la gente que trabaja en la industria tiene una mente más abierta, lo que permite ahora que se vean más personajes latinos y de distintas nacionalidades”, concluyó.

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