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¿Eugenio Derbez se aprovecha de las mujeres mayores?

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Nadie pone en duda que Eugenio Derbez sea una persona extremadamente popular y carismática, pero nunca hemos escuchado que él mismo se distinga como modelo de belleza ni que haya destacado por sus atributos físicos.

Sin embargo, desde este viernes, el actor, productor y director mexicano aparecerá en la pantalla grande como protagonista de “How to Be a Latin Lover”, una comedia en la que su personaje, Máximo, es un ‘playboy’ declarado que aparece en cierto momento como un jovencito de muy buen ver.

Claro que, en esa escena específica, el Derbez que da la cara (y el cuerpo) no es Eugenio, sino Vadhir, su hijo de 26 años. “Él salió mucho mejor de lo que yo era a su edad; yo era más bien flaco y nunca tuve musculatura, además de que era mucho menos guapo”, confesó el intérprete mayor durante un encuentro con HOY Los Ángeles. “De todos, para lucir así, Vadhir tuvo que meterse al gimnasio cuatro meses y hacer dieta, o sea que fue complicado para el pobre”.

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Sin embargo, la encarnación principal de Máximo es la que se muestra 25 años después, cuando se ha convertido en “un ‘latin lover’ en decadencia que no se ha dado cuenta de que ha envejecido y de que está panzón, pese a que la vida se lo tira de repente a la cara cuando la mujer mayor con la que estaba lo bota de su mansión”.

Eugenio ha estado con mujeres muy bellas, incluyendo a su actual esposa Alessandra Rosaldo y su ex Victoria Ruffo, lo que se relaciona obviamente con su natural simpatía. “El humor es el mejor afrodisiaco que existe; las mujeres prefieren un hombre que las haga reír a uno guapo, y eso es parte del encanto de los ‘latin lovers’”, retomó el entrevistado. “El latino es mucho más dicharachero y divertido que el americano, que suele ser frío”.

“No necesitas tener 2 metros de altura, ser rubio ni tener ojos azules si tienes actitud, seguridad y carisma”, agregó. “Es por eso que vemos a tantos hombres no precisamente agraciados al lado de mujeres tan guapas”.

El arte de la seducción

De todos modos, Eugenio tuvo que hacer algo de investigación para transformarse en un ‘playboy’ creíble. “Leí mucho en internet sobre estos personajes; varios de ellos se anuncian abiertamente y andan incluso por las calles de Hollywood con el pelo muy largo, la chamarra de piel y la motocicleta. Es como un estilo de vida”, precisó. “Tienen onda, saben cómo manejarla y, sobre todo, logran que las mujeres mayores se sientan encantadas con ellos”.

Durante el rodaje, Eugenio tuvo la oportunidad de manejar algunos coches de lujo que no posee en la vida real, incluyendo un McLaren que lo dejó enamorado; pero el único vehículo que recibió como regalo por parte del estudio Lionsgate fue el ‘hoverboard’ (aerotabla) con el que se desplaza permanentemente al inicio de la cinta.

“Me lo dieron para que me fuera entrenando, y aunque no es tan difícil [de manejar], sí es peligroso cuando le agarras confianza”, detalló. “Llegó a mi oficina mientras yo estaba respondiendo unas llamadas; mi socio abrió la caja, lo sacó y tres minutos después se cayó y se pegó en la cabeza, quedando casi inconsciente en el piso, por lo que tuvimos que llamar al 911 y acabó en el hospital. Después de eso, yo me subí con casco, con coderas y con todo el cuidado del mundo”.

Eso no evitó que fuera golpeado durante la filmación, aunque la que le propinó los ‘porrazos’ fue ni más ni menos que Salma Hayek, la afamada actriz que interpreta a la hermana de Máximo, Sara, quien se ve forzada a recibir al ‘playboy’ desamparado pese a que este la ha ignorado durante muchos años.

“Lo de los ‘zapes’ no estaba en el guión, sino que fue idea de ella, porque me dijo que los hermanos mexicanos se empujan y se pegan”, retomó Eugenio. “Le dije que estaba bien, pero fueron uno, dos, tres… A veces tenía que gritarle: ‘Oye, ¿pero ya quedó bien la escena, no?’ Y es que me dolía la cabeza de los golpes”.

Lo curioso es que esta era la primera vez que los dos actores trabajaban juntos. “Esta es una producción mía en la que desarrollé el libreto con dos escritores; Salma se integró en la última parte”, recordó Eugenio. “Yo sabía que necesitaba a una actriz realmente mexicana, porque uno se da cuenta cuando es de otra parte del mundo, sobre todo por el acento; no podría haber puesto a Sofía Vergara, por supuesto. Salma era la opción ideal, y por suerte, aceptó [la propuesta]”.

Con la voz en alto

En momentos en los que la comunidad latina de Estados Unidos se enfrenta a políticos que no la ven necesariamente con buenos ojos, era razonable preguntarle a nuestro entrevistado si no tenía algún temor sobre la reacción que podría provocar una personaje como Máximo.

“Sí, me preocupó que el público lo rechazara, pero me acordé del estilo de Mauricio Garcés, un comediante de los ’60 y los ’70 que era muy simpático pese a que interpretaba a personajes prepotentes y egocentristas”, retomó el artista. “Te morías de la risa y nunca te caía mal, por lo que basé mis estudios en él”.

Esta película no tiene ningún mensaje político, pero el mismo Eugenio ha sido muy elocuente en su rechazo a Donald Trump, como lo demostró hace cerca de un año al dar a conocer un video en el que se burlaba del entonces candidato.

“Creo que sí vale la pena levantar la voz, decir al menos algo”, precisó. “Muchos latinos se han acercado a preguntarme qué hacer, porque están desesperados y tienen miedo; y yo les digo que la mejor arma que tenemos es trabajar, porque nadie trabaja como los latinos por salarios que nadie quiere cobrar. Es difícil que un patrón los eche”.

Eugenio vive en Los Ángeles desde hace unos cuantos años y tiene todos sus documentos en regla, pero asegura que eso no le da una confianza total. “Cada vez que me toca salir, vuelo con miedo, y me digo que no puede ser que a estas alturas de la vida, cuando estoy generando dinero para este país, me sienta de ese modo”, añadió. “Me da tristeza que se estén dando casos así, porque los latinos no son ladrones ni violadores, sino que vienen a partirse la ara para mantener a su familias, y estas mismas familias están siendo separadas”.

Sea como sea, todo parece indicar que le ha gustado mucho ponerse en la piel de un ‘playboy’, porque volverá a hacerlo en su siguiente película como actor, “Overboard”, donde interpretará a un millonario que pierde la memoria al caerse de su yate y es convencido por una madre soltera de que se encuentra casado con ella.

El papel femenino se encontrará en manos de la popular comediante anglosajona Anna Faris, lo que significa también que el mexicano insiste en el asunto del ‘crossover’. “No dejaré de lado los elementos latinos, pero es algo que reforzará mis credenciales para entrar al mercado americano”, reconoció.

Eso quiere decir que volverá a posponer la realización de su segundo largometraje como director, del que se ha venido hablando desde el impresionante éxito del primero, “Instructions Not Included” (2013). “Tenía pensado filmarlo en lugar de ‘Overboard’, pero notamos unos problemas en el guión y decidimos trabajar más en él”, concluyó. “Se llamará ‘Ponce’ y será sobre Ponce de León, el conquistador [español]; va a estar muy interesante, y pienso clavarme en ella apenas termine el rodaje de ‘Overboard’”.

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