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‘Avengers: Age of Ultron’, una aventura impresionante y entretenida, pero también pasajera

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La culpa es toda de Tony Stark. Al inicio de “Avengers: Age of Ultron”, la nueva entrega de la saga de Marvel que se estrena esta semana, el multimillonario que luce el traje de Iron Man despierta sin quererlo a una siniestra fuerza procedente de la Inteligencia Artificial que, como era de esperarse, pondrá nuevamente en peligro a la Tierra.

Por suerte para quienes vivimos en este planeta -al menos en los terrenos de la ficción-, tenemos todavía a la mano a los superhéroes de rigor, representados no sólo por el citado Iron Man (quien vuelve a ser encarnado por Robert Downey Jr.), sino también por Captain America (Chris Evans), Thor (Chris Hemsworth), Hulk (Mark Ruffalo), Black Widow (Scarlett Johansson) y Hawkeye (Jeremy Renner), es decir, los mismos protagonistas de la primera cinta, igualmente dirigida y escrita por Joss Whedon, a quienes se suman “recién llegados” de tanto nivel como Scarlet Witch (Elizabeth Olsen) y Quicksilver (Aaron Taylor-Johnson).

En realidad, la presente cinta no toma atajo alguno para presentarlos, ya que su introducción misma es una ambiciosa y larga secuencia de combate con la que se nos deja en claro el nivel de espectacularidad que tendrá esto, impulsado por la necesidad de ofrecer algo todavía más impresionante que lo mostrado por el debut. “No pensé mucho en el desafío, sino simplemente en aprovechar del mejor modo posible a todos los actores extraordinarios que tenía y en incluirlos en la misma estructura narrativa para que se conectaran a un mismo tema”, dijo Whedon durante una reciente conferencia de prensa.

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De ese modo, cada uno de los superhéroes tiene oportunidad propia para lucir por separado, aunque, realmente, sentimos que algunos fueron mejor aprovechados que otros, como es el caso de Hulk y de su identidad humana, el Dr. Bruce Banner, quien vuelve a ser representado por Mark Ruffalo (“The Kids Are All Right”, “Foxcatcher”), un actor de amplio rango dramático que obtiene esta vez un papel mucho más relevante, sobre todo porque se le plantea una relación amorosa pero supuestamente imposible con la seductora Black Widow (Scarlett Johansson).

Sin embargo, comparativamente, es probable que quien tenga una participación más visible sea Hawkeye (Jeremy Renner), cuyo paso por la primera “Avengers” fue bastante efímero, pero que aquí brinda un curioso balance con la vida despreocupada y de solteros de la mayoría de sus compañeros al ser mostrado en una inesperada faceta hogareña que constituye una de las mayores sorpresas del relato.

“Me dejaron hablar en esta película, y eso es maravilloso”, señaló Renner con una risa, minimizando su papel. “De verdad, me gustó que se me dejara explorar asuntos más profundos de una figura que yo sentí desde la vez anterior que tenía algo especial que ofrecer, puesto que, a diferencia de casi todos los demás, es simplemente un humano con habilidades especiales, pero sin súper poderes”.

Se suele decir que las cintas de superhéroes flaquean casi siempre en lo que respecta a sus villanos, y por ese lado, es un alivio poder decir que el que aquí se presenta, Ultron, es uno de los mejores de su tipo que hemos visto en la pantalla, lo que sorprende porque se trata de un robot, es decir, una identidad mecánica y metálica a la que resultaba complicado otorgarle expresiones faciales.

Los realizadores estaban obviamente conscientes del reto, y es por ello que decidieron darle la voz del personaje a James Spader, un actor que, al igual que Ruffalo, tenía una amplia experiencia en cintas oscuras y complejas, como lo prueba una filmografía en la que figuran títulos como “Crash” y “Secretary”. Además, el aspecto final de Ultron dependió también en gran medida de la ‘performance’ del aludido, quien llevó un traje de ‘captura de movimiento’ durante las escenas que le correspondieron.

“Apenas llegué a Londres [ciudad en la que se inició el rodaje], se me colocó un uniforme lleno de aparatos raros, y me puse a caminar en una gran habitación frente a un monitor en el que mostraba al personaje en su etapa formativa”, dijo el actor en el mismo encuentro con los periodistas. “Al día siguiente, ya estaba en el set, haciendo una escena con with Scarlett [Johansson]. Y así transcurrió todo el proceso, de manera rápida y efectiva”.

Como lo señaló Whedon, la necesidad primordial era poner a todos estos personajes en una misma trama sin que el asunto se sintiera caótico, y en ese sentido, la labor de dirección es admirable, aunque no perfecta, porque los que no son realmente entendidos en esta clase de historias tendrán dificultades para seguir los saltos de espacio y los detalles específicos que aparecen en varios momentos, como parte de una serie de alusiones al universo de los cómics que no resisten a veces las demandas de la lógica habitual.

Por otro lado, en lo que a nosotros respecta, las ganas de unificar todo hacen que la mayoría de los participantes practiquen un sentido del humor exagerado y semejante, lo que acentúa las ya conocidas diferencias con la escuela cinematográfica de DC Comics (la competencia directa), pero cuyo efecto colateral es que nada pueda ser tomado demasiado en serio, hasta el punto de que uno sale de la sala con la impresión de haber visto algo muy entretenido y muy bien filmado, pero no por ello memorable.

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