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En ‘I’m OKate’ encuentras el ‘desnudo’ que tú esperabas de Kate del Castillo

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Si pensabas que el desnudo que viste de Kate del Castillo hace poco en los medios era el más importante de su carrera, entonces estás muy equivocado.

La foto en la que se deja ver cubierta de escarcha frente a un efecto de color azul para la campaña de Peta en apoyo a los animales, no es su desnudo más significativo. Su desnudo más importante, honesto y sentido es el que realizó anoche en el escenario del Fox Theatre de Riverside, donde Kate no necesito quitarse toda la ropa para mostrar su alma desnuda, sus miedos y las vivencias que tuvo que enfrentar desde el momento que decidió abandonar su país por obligación más que por necesidad. “Más a huevo que por ganas”, en sus propias palabras.

Mediante su puesta en escena “I’m OKate”, dirigida por Bruno Bichir, coproducida por Jessica Maldonado y escrita especialmente para la actriz por Ana Francis Mor y Nora Huerta, del grupo "Las Reinas Chulas", la actriz mexicana recorre su vida desde el momento que llegó en el 2001 a este país con maleta en mano, para dejar atrás el amargo recuerdo de la violencia doméstica que sufrió por parte de su primer esposo; además del acoso que esto le generó por parte de la prensa de su país que se quería conocer los detalles de ese capítulo traumático de su vida y que hoy la han hecho decir “Me Too”, la frase que hoy en día está en boca de muchas mujeres valientes en este país tras el escándalo de Hollywood que hoy se ha sumado hasta su compatriota Salma Hayek.

Las palabras de Kate frente a su público de anoche la llevaron a retroceder en el tiempo, incluso hasta el momento en el que con sólo 6 años de edad le pidió a su padre que confiara en ella y la dejara sola en su casa. “No me va a pasar nada, vete a trabajar tranquilo que yo me voy a quedar haciéndo lo que más me gusta: ‘voy a comer Cheetos y ver mi programa favorito, los Pitufos’”, recordó con simpatía Kate en el escenario.

Sí, evidentemente Kate se mostraba muy valiente desde niña, pero fue desde los 6 años que comenzaron sus miedos cuando al quedarse ese día sola frente al televisor, se fue la luz en su casa y sin remedio tuvo que arreglararselas a solas frente a la difícil tarea de tener que encender un cerillo (fósforo) por primera vez para no quedarse a oscuras y así aferrarse a la tenue luz de una vela que pudo prender después de dos fallidos intentos.

@katedelcastillo confiesa sus miedos en #ImOKate #FoxTheatre #Riverside

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Así precisamente ha sido su vida desde entonces. Kate confiesa que ha tenido que arreglarselas a solas mientras se ha dedicado a coleccionar y “coleccionar miedos” para después tener que enfrentarlos todos juntos. “Le tenía miedo al matrimonio y me casé dos veces, le tenía miedo a las alturas y me tiré en paracaídas”, repasó con humor.

Pero lo más fuerte que ha enfrentado en su vida fue el momento aquel en el que por querer tener una historia para contar en la pantalla grande, llegó a enfrentar el miedo a reunirse con el narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, lo cual desencadenó un escándalo de talla mundial que la puso en el ojo del huracán y que incluso la convirtió en una perseguida y objeto de acoso por parte de las autoridades gubernamentales de su propio país. “Y todo por un tuit”, dijo al referirse a aquel mensaje en la red social de Twitter que una noche escribió y donde manifestó que confiaba “más en El Chapo” que en su gobierno que le miente a la gente.

Producto de esa manifestación expontánea, surgió ese encuentro clandestino con el narcotraficante en el que participó también el actor Sean Penn, quien motivado por un reportaje para la revista Rolling Stone, se sumó a la aventura sin confesarle a Kate sus propias intensiones, lo cual hizo que al final de todo esto el Gobierno mexicano iniciara “una batalla legal contra Kate". Desde entonces la protagonista de “La reina del Sur” e “Ingobernable” tuvo que volver a vivir y a lidiar con el miedo y la traumática situación de no poder regresar a México.

La puesta en escena

En medio de efectos de sonido, el apoyo de una pantalla gigante, un biombo y la compañía de sus dos amigas y compatriotas, las intérpretes Shaula Vega y Roxana Castellanos, Kate revive con un inmenso toque de humor estas y otras situaciones de su vida, pero lo curioso es que la catársis ocurre en medio de un ambiente extraño, en el interior de un pintoresco spa rodeado de una peculiar masajista china que le abre los ojos ante su realidad; un luchador de sumo que se sube sobre ella para enseñarle a soportar el peso de sus problemas; dos barrenderos (uno parecido al presidente de Estados Unidos y otro al de México con quienes baila vestida de la Mujer Maravilla) que nos muestra cómo tuvo que aprender metafóricamente a "bailar" y enfrentar sus miedos entre dos fuerzas poderosas; dos mucamas con la líbido encendida que le mostraron lo "divino" que es el sexo oral, una cocinera mexicana que le dió la oportunidad de no alejarse ni olvidar las bondades de su México a punta de sus platos favoritos y sabor de un buen tequila y una particular guardia rusa que se le aperecía de la nada y que al final resultó ser lesbiana, otro de los misterios que también han perseguido a Kate y que nunca ha terminado de confirmar o negar, pero que forma parte de su más intimidad realidad.

En fin eso sólo ha sido uno, en la gama de misterios que envuelven su vida, pero que a pesar de eso el público la sigue adorando y apoyando, algo que se puede apreciar desde el momento que Kate sube al escenario, donde la reciben con gritos y ovaciones. Incluso hay algunas más atrevidas que le manifiestan su profunda admiración con frases como “Kate, mamacita, eres la más chingona” o aquella que le dijo “Eres la más valiente y por eso te amo”.

Y no hay que negarlo, Kate se ha convertido en la heroína de muchas mujeres (hasta sale disfrazada de la Mujer Maravilla) y es que quizás se sienten identificadas con ciertos aspectos de su vida, algo como los que muchas han sentido frente a otras valientes como Jenni Rivera, Gloria Trevi o Alejandra Guzmán o de sus fuertes personajes como Teresa Mendoza (La Reina del Sur), Emilia Urquiza (Ingobernable) o Anastacia Cardona (Dueños del Paraíso).

Al igual que estas mujeres, Kate levanta su bandera frente a la vida dura que les ha tocado enfrentar, eso sin contar que hace poco tuvo que ser evacuada de su residencia de Brentwood a causa de los devastadores incendios que arrasaron con cientos de viviendas en California. En fin y como ella misma dijo con humor y albur en la noche de estreno “La vida dura, lo que dura, dura” y eso le ha servido para enfrentar sus miedos porque al final de cuentas ella dijo “Yo ando muy ok”, “I’m OKate” y le creemos, la tormenta ha pasado y hoy lo cuenta con humor y hasta lo celebra con Mariachi. Aunque hoy Kate reflexiona que al igual que ella todos vivimos con miedo. “Porque el sistema está estructurado para que vivamos constantemente con miedo [...] Yo me niego a vivir con miego, me niego a que el miedo no me deje ver tu cara, escuchar tu voz, saludarte en la calle. Somos muchos, cientos millones de personas que buscamos la felicidad y no a costa de los demás, sino con los demás. Y otras que (como yo) nos estamos moviendo de lugar para seguir soñando”, expresó Kate con sentidas palabras ya casi al final de su obra y hoy tras esas palabras entiendo por qué no quiso mirarme a los ojos y saludarme como siempre lo hacía al encontrarnos en el aeropuerto de la Ciudad de México la última vez que lo pisó en diciembre del año pasado. El miedo con el que vivía y vive se lo impidió.

Después de su única presentación en Riverside, Kate y sus dos amigas harán una gira por diferentes plazas de Estados Unidos en el 2018. Un recorrido por México está descartado, pero ¿por qué?, bueno ese es otro de sus miedos que quizás Kate del Castillo Negrete Trillo tendrá que decirse a coleccionar y en un futuro enfrentar. De todas maneras coleccionar miedos es su especialidad y enfrentarlos con éxito, su virtud.

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