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Exintegrantes de Soda Stereo brindan detalles del espectacular show dedicado a la legendaria banda que se estrena en L.A.  

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El nuevo montaje de Cirque du Soleil, “Sép7imo Día”, que está fuertemente inspirado en Soda Stereo, llega recién el 3 de mayo al Sur de California, más precisamente, al Forum de Inglewood, donde se presentará hasta el 5 del mismo mes; pero para el baterista Charly Alberti y el bajista Zeta Bosio, únicos supervivientes de la mítica banda argentina tras la muerte del vocalista y guitarrista Gustavo Cerati en septiembre del 2014, la historia empezó mucho antes.

“Han sido cerca de tres años de trabajo, dos directamente sobre la obra, para que los fans de Soda puedan disfrutar de este espectáculo único”, fue lo primero que le dijo Charly a nuestro medio a través de una conexión telefónica. “Este es un momento muy especial que vamos a recordar siempre, porque ha desatado muchas emociones en nosotros”.

Zeta afirmó por su lado que “la combinación de la música y de una historia de ciencia ficción desarrollada en un planeta donde todo es perfecto hace que esto sea como una atracción de parque para la que no se necesita hacer cola”.

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En palabras de Charly, Cirque du Soleil es “una compañía que ha cambiado la historia de los espectáculos y que solo había hecho anteriormente dos shows con artistas musicales, uno con los Beatles y otro con Michael Jackson, por lo que esto nos llena de orgullo”.

“Es necesito precisar que esta es una obra muy especial, porque tiene algunos condimentos únicos; por ejemplo, es la primera vez que Cirque hace una obra en la que hay gente en el centro de todo, mediante un espacio que se llama Zoom”, agregó el percusionista. “Eso surgió porque nosotros les dijimos que la audiencia no iba a querer quedarse sentada, sino que iba a cantar y a gritar”.

“Es necesito precisar que esta es una obra muy especial, porque tiene algunos condimentos únicos; por ejemplo, es la primera vez que Cirque hace una obra en la que hay gente en el centro de todo, mediante un espacio que se llama Zoom”, agregó el percusionista. “Eso surgió porque nosotros les dijimos que la audiencia no iba a querer quedarse sentada, sino que iba a cantar y a gritar”.

Según Zeta, la compañía no conocía a la banda hasta que recibió la propuesta de desarrollar esto, fomentada por ejecutivos que habían trabajado anteriormente con Soda. “Nuestra misión fue tratar de transmitirles todo lo que pudiéramos para que la inspiración estuviera enfocada”, comentó. “La obra respeta muchos conceptos que pusimos en nuestra música y elementos relacionados a Gustavo que tienen que ver con la poesía, la elegancia y la sutileza”.

La música que se escucha a lo largo de la obra se encuentra pregrabada, lo que significa que no hay instrumentistas en vivo que la interpreten, en consonancia con lo que ha sucedido con todos los espectáculos de la misma empresa que se relacionan a músicos famosos.

“En algún momento se consideró hacerlo de otro modo, pero lo cierto es que no hubiera tenido sentido hacer algo así [con nuestra presencia en el escenario] sin Gustavo o con otra gente tocando”, precisó Charly, quien se unió a Zeta con el fin de crear un álbum de ‘remixes’ que fue la base del montaje. “Lo mejor que podíamos hacer era un trabajo minucioso de investigación, manipulando digitalmente las cintas originales para trabajar con creatividad y sorprender al público al mostrarle la música de una manera distinta”.

Evidentemente, Cerati no pudo participar en el proyecto, porque se encontraba ya en estado de coma cuando surgió la idea del show; pero nuestros entrevistados sienten que hubiera estado de acuerdo con las decisiones tomadas. “Su familia estuvo involucrada, sobre todo en un aspecto emocional”, retomó el baterista.

“Cuando íbamos a tener la primera reunión en Canadá [donde está la sede central de Cirque du Soleil], yo estaba en Los Ángeles, y se produjo justamente la noticia del fallecimiento de Gustavo, por lo que decidí cancelar la cita y volar a Buenos”, recordó. “Pero fue justamente su familia la que nos pidió que fuéramos de todos modos a la reunión; eso fue clave para nosotros, porque estábamos destrozados emocionalmente”.

Tras la disolución de Soda, que se separó en 1997 y se unió para una gira internacional en el 2007, nuestros entrevistados se han dedicado a otras labores, pero no han dejado la música del todo. Charly se dedica sobre a su fundación ecologista Revolución 21, con la que ha obtenido ya varios reconocimientos, aunque acaba de poner en orden su estudio privado y planea hacer algunas grabaciones, quizás al lado de su proyecto más reciente, Mole, en el que milita también su hermano Andrés.

En el 2014, Zeta se integró brevemente a La Ley, y ahora mismo forma parte de una banda llamada Shoot the Radio, que combina el rock con la electrónica y que le ha dado “la excusa perfecta para volver a tocar el bajo”. “Hemos firmado con una compañía independiente muy pequeña, porque queremos hacer el camino como nos vaya saliendo”, concluyó.

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