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Cheech Marin mantiene su defensa de la marihuana mientras recuerda su vida

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El martes 28 de marzo a las 7.30 p.m., el popular comediante mexicoamericano Richard Anthony “Cheech” Marin asistirá al Teatro Arani (244 S San Pedro St., Los Ángeles, CA 90012) para participar en un evento organizado por la Fundación de Bibliotecas de Los Ángeles que lo llevará a ser entrevistado frente a una audiencia en vivo por “Marisoul”, la reconocida vocalista de la banda local La Santa Cecilia.

El motivo de la conversación es el próximo lanzamiento de “Cheech is Not My Real Name… But Don’t Call Me Chong”, un libro de memorias escrito por el propio Marín, cuyo título se refiere a la relación laboral y de amistad que comenzó a inicios de los ’70 con Tommy Chong.

Ambos le dieron vida un legendario dúo de comedia que se insertó dentro de la contracultura de la época debido a la eficacia de unos ‘sketches’ relacionados al consumo de marihuana que se trasladaron más adelante al mundo del cine a través de seis largometrajes oficiales.

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En tiempos en lo que la sustancia referida es legal en muchos lugares de Estados Unidos, la propuesta de estos intérpretes puede parecer un tanto inofensiva; pero Marin no ha dejado de lado su apasionada defensa del ‘cannabis’, que sigue consumiendo.

“Está probado que tiene cualidades medicinales, y a mí me sirve en particular para controlar las náuseas debido a unos problemas de reflujo estomacal que me afectan”, nos dijo él mismo durante una entrevista reciente. “Se sabe también que es anticancerígena, y lo cierto es que no he escuchado hasta ahora nada sobre una cerveza medicinal”.

El libro empieza hablando de la inseguridad a la que Marin se enfrentó en su barrio de origen, ubicado en el Sur Centro de Los Ángeles, y del racismo con el que tuvo que lidiar más adelante, al mudarse a una zona más acomodada del Valle de San Fernando y asistir a una escuela de Granada Hills en la que fue recibido por un insulto racista.

Sin embargo, las páginas que vienen no incluyen referencias a situaciones semejantes, lo que insinúa la posibilidad de que haber trabajado siempre por su cuenta le permitiera imponer sus propias reglas desde el inicio de su carrera.

“Creo que fue porque [Chong y yo] éramos muy raros y la gente no sabía qué hacer con nuestra propuesta, empezando por el hecho de que éramos un chino y un chicano; creamos nuestra propia categoría”, retomó el actor. “Además, fuimos aceptados por una audiencia muy grande, porque éramos subversivos, pero no agresivos; éramos unos ‘stoners’ apacibles. Nuestra técnica consistía en meterles las ideas como un agregado del café”.

Pese a que este actor ha creado a muchos personajes, el más popular sigue siendo Pedro de Pacas, un chicano obsesionado con la ‘mota’ que pronuncia el inglés con un fuerte acento, pese a que Marin -cuyo padre era policía, créanlo o no- lo habla de modo impecable.

“Soy el típico ‘pícaro’, alguien que usa acciones y movimientos aparentemente torpes para sobresalir, a la manera de Charlie Chaplin y de Cantinflas”, explicó el intérprete, quien no tiene un manejo fluido de nuestra lengua, aunque asegura que lo practica mucho con su esposa, de procedencia rusa.

En lo que respecta a comediantes latinos y estadounidenses de la actualidad, Marin celebra lo hecho por Gabriel “Fluffy” Iglesias, George López y Carlos Mancía, aunque incluye también en su respuesta a Oscar Isaac (que no es comediante); y asegura sentir respeto por los autores contemporáneos que han seguido la ruta del cine ‘stoner’ impuesta por él mismo con la película “Up in Smoke” (1978).

Una imagen del 2008 en la que Cheech Marin (izq.) aparece al lado de Tommy Chong, a las puertas del reencuentro que se dio luego de que tomaran caminos distintos y se enemistaran.

Una imagen del 2008 en la que Cheech Marin (izq.) aparece al lado de Tommy Chong, a las puertas del reencuentro que se dio luego de que tomaran caminos distintos y se enemistaran.

(Matt Sayles / Associated Press)

“Me cae bien Seth Rogen; él y sus amigos son personas que crecieron ya con esta mentalidad, a diferencia de gente de nuestra generación, que la adquirió con el paso del tiempo”, enfatizó. “No lo he conocido, porque es mucho más joven que yo y tengo otras cosas que hacer; pero aprecio lo que está haciendo al lado de Judd Apatow y James Franco. La paso muy bien viendo sus películas”.

El libro demuestra también que, pese a lo que se pueda pensar, la relación entre Marin y Chong no ha sido siempre buena. De hecho, el dúo se separó completamente en 1985, luego de que el segundo empezara a desplazar más y más al primero de las labores creativas.

La relación entre los dos sigue siendo conflictiva, pese a que se reunieron en el 2008 y, desde entonces, han seguido ofreciendo presentaciones esporádicas. “Este sábado tenemos justamente una en Texas, y haremos una en L.A. si se da la oportunidad”, precisó el comediante y autor, que es además un gran coleccionista de arte chicano, una forma expresiva que no fue siempre respetada.

La primera parte del libro habla del modo en que Marin se involucró en el movimiento de los derechos civiles durante los ‘60, por lo que tenía sentido preguntarle por la situación de temor que vienen generando las medidas políticas del actual presidente Donald Trump.

Cheech Marin es un gran coleccionista de arte chicano; en esta foto, aparece al lado de un cuadro de Adan Hernandez, "La Estrella Que Cae".

Cheech Marin es un gran coleccionista de arte chicano; en esta foto, aparece al lado de un cuadro de Adan Hernandez, “La Estrella Que Cae”.

(Brian VanderBrug / Los Angeles Times)

“La gente tiene derecho a sentirse así, porque este tipo es un idiota; pero es como un gas, lo que quiere decir que va a terminar pasando”, comentó con una risa nuestro entrevistado. “Además, creo que él mismo se arrepiente de que lo hayan elegido”.

Según el artista, lo que Trump dice y hace tiene que ser tomado con seriedad, pero no de manera literal. “Por ejemplo, es preocupante el apoyo que le está dando a ICE, pero de todos modos, hay muchas voces que se oponen a sus medidas, por lo que la resistencia es la forma adecuada de contrarrestarlo”, agregó.

“Cree que lo eligieron como rey, y por eso lanza a cada rato sus edictos; pero ya se está dando cuenta de que las cosas no funcionan así en este sistema y de que no puede hacer lo que le da la gana”, dijo. “No está calificado para el trabajo, por lo que seguirá metiendo la pata”.

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