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Neoyorquinos podrán ver al papa en Central Park

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Conseguir boletos fue lo más fácil.

Estar entre los 80.000 neoyorquinos que ganaron una lotería para tener un lugar en la ruta que seguirá la caravana del papa Francisco a través de Central Park significará largas colas, medidas estrictas de seguridad y horas de espera antes del arribo del pontífice. Y no se les permitirá traer sillas, mantas refrigeradores portátiles ni paraguas.

Para Suleyma Cuellar, que consiguió boletos para ella y su madre, valdrá la pena siquiera para tener una vista fugaz de Francisco.

“Es como ver pasar a Jesús”, dijo la veinteañera, que enseña robótica en una escuela de East Harlem.

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La procesión de 12 cuadras a lo largo del West Drive, una de las avenidas que bordea el gran parque neoyorquino, fue un agregado tardío a su agenda, después de su presentación en las Naciones Unidas y el Museo 11/Sep y antes de celebrar una misa vespertina en el Madison Square Garden.

Diana Torres, del barrio de Queens, dijo que se sintió bendecida al saber que había obtenido su boleto. “Tenía tantas ganas de ir, lo pedí, le puse mi nombre, recé”, dijo.

La catequista de 53 años dijo que eligió como su acompañante a la novia de su hijo, algo que no todos en su familia aprobaron.

“Alguien en mi familia se sintió muy mal... pero yo me siento bien”, dijo Torres.

La polémica en torno a los boletos no se limita a los familiares furiosos. La lotería fue solamente para residentes del estado de Nueva York, y apenas se publicaron las listas de ganadores, empezaron a aparecer avisos en los sitios de venta online eBay y Craigslist que ofrecían pares de boletos por cientos e incluso miles de dólares.

“Tratar de revender los boletos y obtener ganancias de su presencia en Nueva York es contrario a todo lo que representa el papa Francisco”, dijo el cardenal Timothy Egan en un comunicado.

Los que acudan deben cumplir una serie de normas, incluido entrar a la zona por las puertas de seguridad indicadas. El inicio de la procesión está previsto para las 5 de la tarde, pero las puertas abren a las 11 y cierran a las 3.30.

Se puede llevar botellas de agua y alimentos, cámaras de fotos y carritos de bebé. Y punto. La lista de artículos prohibidos incluye bebidas alcohólicas, bolsas grandes, carteles, bastones para selfies y drones.

A Violeta Celaj, nutricionista y estudiante de enfermería, le parece perfecto. Ella piensa llegar a las 7 u 8 de la mañana con su provisión de agua y meriendas.

“No tengo palabras para expresar lo que significaría” ver al papa, dijo. Cuando supo que tenía boleto, se puso a gritar de júbilo. “Es mejor que la lotería”, dijo Celaj.

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