‘Amor eterno’ y lagrimas que no cesan en México, a dos días de la muerte de Juan Gabriel
Por segundo día consecutivo los homenajes al Divo de Juárez se prolongó en Garibaldi, donde más de mil 200 personas, según Seguridad Pública, se reunieron para cantarle frente a la estatua del ídolo.
El amor por el artista se vio reflejado en la señora Carmen, quien a sus 89 años, sorprendió pues llevaba consigo un tanque de oxígeno.
“Me gustaban mucho las canciones de Juan Gabriel, ayer me enteré por las noticias y le pedí a mis hijos que me trajeran a ver la imagen de mi ídolo”, declaró.
Amor Eterno, Noa Noa, Hasta que te conocí y Abrázame Muy Fuerte fueron las más coreadas durante las casi 10 horas que estuvieron los fanáticos en la explanada.
Las lágrimas invadieron los ojos de Gabriela Hernández, originaria de Puebla, quien cerró su cocina económica por venirse a la Ciudad de México y darle el último adiós a su cantante favorito.
“Llegué a las 10 de la mañana, me quedaré hasta el miércoles que traigan el cuerpo y le hagan homenaje en Bellas Artes, sus canciones me inspiran para toda mi vida”, manifestó.
Algunas canciones estuvieron sonando en bocinas que los vecinos de la colonia prestaron, otras fueron cantadas desde el ronco pecho de los mariachis, quienes también resintieron la pérdida del cantautor.
“Llevo más de 15 años en el grupo y sí me pegó la noticia, desde ayer estoy aquí, me fui a la una de la mañana y hoy llegué desde las 11”, dijo Víctor Hugo Delgadillo integrante del Mariachi Imperial.
Famosos como Sheyla y Silvia Urquidia acudieron a llevarle una flor y una veladora a la estatua de quien fuera su amigo por muchos años.
“Mi canción favorita es Te lo pido por favor, ya que fue la que me dedicó en su momento y al interpretarla me siento como si estuviera con él”, dijo Sheyla.
“Pensé que sería yo la primera en irme, Alberto está aquí con su gente, mientras todos canten sus canciones, él seguirá vivo”, aseveró Silvia Urquidia luego de levantar una oración para su amigo.
Por otro lado, el comercio aprovechó para vender fotos, pósters, tazas y discos del famoso en precios que oscilan desde los 10 hasta los 25 pesos.
Entre porras, llantos, risas, aplausos y frases como “Juanga nunca muere” la gente permaneció en el recinto.
