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Sally Mann desentraña los fantasmas del sur de Estados Unidos

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EFE

“¿Tiene la tierra recuerdos?” se pregunta la fotógrafa Sally Mann en su última exposición de la Galería Nacional de Arte de Washington, en la que muestra su búsqueda entre los fantasmas del pasado bélico y racial del sur de Estados Unidos.

La exposición titulada “A thousand crossings” (Un millar de cruces) es una especie de retrospectiva en la que se recogen más de cuatro décadas de la trayectoria de la prestigiosa artista estadounidense.

“En sus absorbentes fotografías, Mann usa lo personal para referirse a lo universal, y considera cuestiones íntimas sobre familia, memoria y muerte a la vez que evoca más amplias preocupaciones acerca de la influencia del pasado del Sur en su presente”, subrayó Earl A. Powell III, director del museo, en la presentación de la muestra.

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En ella, se pueden ver las imágenes que la hicieron famosa en la década de 1980, tanto en color como en blanco y negro, en las que retrata con descarnada intimidad y potente teatralidad a su familia a medida que sus tres hijos van creciendo en el valle de Shenandoah, en la Virginia rural.

Desde entonces, Mann, de 66 años, se ha convertido en una de las artistas contemporáneas más celebradas y discutidas de EE.UU., y su libro de memorias “Hold Still” (Mantente quieto), de 2015, se ha convertido en éxito de ventas y crítica.

Con el paso de los años, y la consiguiente independencia de sus hijos, la fotógrafa dejó atrás el foco familiar y comenzó a interesarse en los paisajes e historia, repletos de cicatrices, del Sur de Estados Unidos.

Ríos, acantilados, árboles y colinas sustituyeron a los rostros humanos y pasaron a convertirse en los protagonistas de sus fotografías en la década de 1990.

Entonces, Mann, nacida en Lexington (Virginia), se embarcó en un viaje por su propio estado y los de Luisiana, Georgia y Misisipi para retratar lugares que habían sido escenario de sangrientas batallas durante la Guerra Civil (1861-65) y revelar los fantasmas, aún latentes.

“Se volvió fascinada con la idea: ¿Tiene la tierra recuerdos? ¿Es testigo en cierto modo del innombrable número de personas que murieron, de la sangre que fue derramada en ese paisaje?”, indicó Sarah Greenough, comisaria de la exposición, al recorrer las imágenes en la gran pinacoteca de la capital estadounidense.

Estas fotos, todas en blanco y negro, buscan “capturar la luz radical del sur estadounidense”, en palabras de la propia Mann.

“En este presente, hay un urgente grito en alza, uno que me obliga una y otra vez a intentar reconciliar mi amor con este lugar con su brutal historia”, remarcó la fotógrafa al explicar su nuevo enfoque.

Finalmente, la última parte de la exposición se centra en las tensiones raciales, a través del registro de su relación con Virginia “Gee-Gee” Carter, una mujer afroamericana que trabajó para su familia durante medio siglo y decenas de iglesias negras surgidas en comunidades rurales de estos estados confederados al término de la guerra civil.

Greenough, la comisaria, remarcó que a través de “su profundo amor su tierra natal y su conocimiento de su agitado legado histórico, Mann se pregunta poderosas y provocadoras preguntas -acerca de la historia, identidad, raza y religión- que reverberan a través de fronteras geográficas y nacionales”.

La exposición en Washington estará abierta al público hasta el 18 de mayo, y luego viajará al Museo Paul Getty de Los Ángeles a finales de año.

Posteriormente, en 2019, se podrán ver en al Museo de Bellas Artes de Houston y en el Jeu de Paume de París.

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