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Inmigrantes de Salvador, Guatemala y Honduras crecen un 25% entre 2007 y 2015

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El número de inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras en EEUU aumentó un 25 por ciento de 2007 a 2015, por delante de países como México, que tuvo un declive en ese periodo, según un informe publicado hoy por Pew Research Center.

El incremento de personas procedentes de la región conocida como el Triángulo Norte -formada por los tres países- contrastó con el incremento general más moderado, del 10 por ciento, y la caída de México, que sigue siendo el país que más inmigrantes aporta en Estados Unidos.

En 2014, los migrantes llegados desde el Triángulo Norte casi duplicaron a los que lo habían hecho en 2011, pasando de 60.000 a 115.000, mientras que los mexicanos pasaron de los 175.000 a 165.000, según recoge el informe del citado centro de estudios.

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Este aumento desde el inicio de la Gran Recesión se produjo tanto en aquellos que emplearon vías legales de acceso como en aquellos que carecían de autorización.

La proporción de inmigrantes no autorizados de Guatemala, Honduras y El Salvador es superior a la media, con un 55 por ciento del total de los 3 millones de personas que viven en el país, mientras que en el resto de inmigrantes apenas supone un 24 por ciento.

Según Pew, de los no autorizados de estos tres países, más de 250.000 inmigrantes se benefician de un estatus de protección temporal a través de dos programas federales, la Acción Diferida (DACA) y el Estatus de Protección Temporal (TPS), que les protege de la deportación.

El primero de los dos programas ya fue derogado por el presidente Donald Trump el pasado septiembre, si bien dio al Congreso de plazo hasta marzo de 2018 para hallar una solución, mientras que el TPS fue cancelado para nicaragüenses y haitianos y está en el aire para hondureños y salvadoreños.

Ante esta tendencia en auge de la entrada de personas procedentes del Triángulo Norte, los sondeos señalan que los inmigrantes centroamericanos tienden a justificar menos su desplazamiento por la oportunidad económica -que sigue siendo la más recurrente- que otros grupos.

Otro de los motivos que añaden es la violencia a través de la actividad de bandas delictivas y de los altos índices de homicidios, ya que El Salvador y Honduras se han intercambiado el primer puesto a nivel mundial en esta clasificación en 2014 y 2016.

Sin embargo, la razón más argumentada por los inmigrantes del Triángulo Norte fue el trabajo, elegido por casi un 90 por ciento de salvadoreños, guatemaltecos y hondureños recientemente deportados que fueron entrevistados.

El Departamento de Seguridad Nacional destacó entre las causas la pobreza rural de Guatemala y la “extrema violencia” en El Salvador y Honduras, según un documento de la institución de 2014 que recoge Pew.

En 2015, El Salvador alcanzó el quinto puesto en procedencia de inmigrantes en territorio estadounidense, con 1,4 millones; Guatemala fue el décimo, con 980.000; y Honduras el 22 con 630.000; todos lejos de los 12 millones de mexicanos.

La mayoría de las personas llegadas de la región han vivido en EEUU más de una década, a pesar del fuerte influjo migratorio de los últimos años, aunque los tres países se sitúan por debajo de la media de inmigrantes de otros países centroamericanos, entre los que el 85 por ciento lleva más de diez años en el país.

En los hogares de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, hay una mayor tendencia a que haya un hijo menor, en casi un 60 por ciento de las viviendas, que la media migratoria, con menores en un 45 por ciento de los hogares.

El nivel educativo también varía en los que proceden del Triángulo Norte, dado que la mitad de los mayores de 25 años no ha completado la educación secundaria, frente al 29 por ciento de la media.

Tampoco alcanzan el promedio en la capacidad para desenvolverse en el idioma del país, ya que solo un tercio de los mayores de cinco años hablan solo inglés en casa o lo hablan “muy bien”, mientras que esta proporción se eleva a la mitad en el resto de inmigrantes.

De los hombres hondureños, guatemaltecos y salvadoreños en edad de trabajar, el 91 por ciento formaba parte de la masa laboral en 2015, por el 86 por ciento del resto de inmigrantes y el 79 por ciento de estadounidenses.

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