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Senadoras demócratas, madres y grupos LGTBI hacen alegato por los “soñadores”

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Un nutrido grupo de senadoras demócratas, así como representantes de grupos progresistas, madres y defensores de los derechos de la comunidad LGTBI hicieron hoy un alegato por los “soñadores”, y pidieron de nuevo al Congreso de mayoría republicana que legisle para su permanencia en el país.

El Gobierno de Donald Trump anunció a principios del mes pasado que iba a poner fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Niñez (DACA), programa que permite a algunos inmigrantes que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años trabajar y estudiar sin temor a la deportación.

A los pies del Capitolio en Washington, legisladoras demócratas, junto a organizaciones por los derechos civiles, se unieron para pedir una vez más que los más de 800.000 jóvenes indocumentados que se beneficiaban DACA obtengan una solución a su estatus migratorio a través de la ley.

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Una de las primeras en tomar la palabra fue la senadora por California Kamala Harris, quien insistió en la falta de compasión y entendimiento de la Administración de Donald Trump a la hora de exigir que en menos de un mes los jóvenes que pudieran extender su estatus de DACA tenían que reunir todos los papeles, para entregarlos antes del 5 de octubre.

Al finalizar el programa, el Gobierno permitió que algunos “soñadores” actualmente inscritos soliciten dicha renovación, válida por dos años, se haya llegado o no a una solución a su situación en el Congreso, peso su plazo acaba este jueves.

Harris, entre otros legisladores demócratas, pidieron una extensión general de este margen, y luego más concretamente para aquellos “soñadores” que vivan en los estados de Texas, Florida y en el territorio de Puerto Rico, afectados en las últimas semanas por el paso de varios huracanes.

Sin embargo, solo el caso de Puerto Rico ha sido considerado.

“Hubiera sido compasivo decir que extenderían el plazo para los 160.000 beneficiarios de DACA que están en Florida y Texas, eso es compasivo. Es compasivo aprobar un Dream Act limpio. Eso es compasión”, dijo Harris.

El proyecto de ley Dream Act, respaldado por los demócratas del Congreso, ampliaría las protecciones a entre 1,2 y 1,8 millones de inmigrantes, comúnmente llamados “soñadores”, que fueron llevados al país por sus padres ilegalmente cuando eran niños.

“Y es compasivo decir que en última instancia vamos a aprobar una reforma migratoria integral y permitir que los más de 11 millones de personas que viven en nuestro país (de forma ilegal) tengan un camino hacia la ciudadanía. Porque ahora, están en un estado de limbo”, agregó la senadora.

Junto a Harris, también hicieron una defensa de los derechos de estos jóvenes que llegaron al país siendo unos niños las senadoras Amy Klobuchar, Mazie Hirono, Tammy Duckworth y Kirsten Gillibrand.

Cristina Jiménez, directora ejecutiva de la organización por los derechos de los “soñadores” y los inmigrantes “United We Dream”, advirtió que estos jóvenes “están aquí para quedarse”, y grupos como el suyo y otros activistas harán “todo lo que sea necesario para conseguir un Dream Act sin condiciones.

Ingrid, quien no quiso dar sus apellidos, es una de las integrantes de “Mamás con poder”, una organización dedicada a defender los valores de la familia estadounidense y la unidad familiar, desde la diversidad.

“Soy la madre de dos soñadores, están en sus veintena y llevan en este país más de 15 años, prácticamente toda su vida, no saben ser otra cosa que estadounidenses”, relató.

La madre de estos jóvenes recordó que el programa DACA les ha permitido estudiar, tener un permiso de conducción y poder optar a trabajos sin tener el temor de ser objeto de deportación, algo que con el fin de la acción diferida podrían perder.

Entre los llamamientos, destacó el de Catalina Velasquez, de origen colombiano, quien huyó de su país tras ser violada y en busca de una sociedad menos beligerante con las personas transgénero, como ella, quien recibía abusos incluso en el seno familiar, a manos de su padre.

No obstante, Velasquez destacó que, pese a DACA, tampoco lo tuvo fácil en Estados Unidos.

“Con DACA, me enfrenté a la discriminación tratando de encontrar un trabajo en una sociedad que descalifica a la gente para obtener un trabajo basándose en su percepción, por su identidad de género, por su expresión de género o por su orientación sexual”, relató.

“Déjenme ser clara, DACA no da a sus beneficiarios como yo acceso a redes seguras, ni garantiza un trabajo. Pero con DACA me convertí en la primera mujer transgénero indocumentada en graduarme en Georgetown, con DACA también me convertí en la primera latina transgénero en ser comisionada en el Distrito de Columbia (...) y abrí mi propia empresa, que mantiene refugios para gente sin hogar”, relató.

“Pero voy a parar ahí -denunció-, soy más que una unidad de producción, soy más que un beneficio. Soy una persona”, insistió, Velasquez, quien, sin embargo, vio como su madre y su hermana fueron deportadas a Colombia, ya que DACA no las protegía.

La situación de los indocumentados en Estados Undidos, dijo, “es una crisis humanitaria. Y ha sido creada por los hombres”.

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