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Senado mexicano pide confianza en renegociación del TLCAN pese a dificultades

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El líder del Senado de México, Pablo Escudero, pidió hoy un voto de confianza al Estado en la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para que, pese a las dificultades de la negociación, ésta derive en el mejor resultado posible “para profundizar la integración comercial”.

En referencia a la primera ronda de pláticas para modernizar el convenio en Washington, el presidente de la Mesa Directiva del Senado aseguró que “se trata de un proceso de la mayor importancia para la prosperidad y la competitividad en América del Norte en su conjunto”.

Subrayó la relevancia del papel que comenzó a desempeñar ya el grupo de senadores que integran la delegación de acompañamiento de la negociación, formada por legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT).

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Además de encomiar la solidez del equipo negociador mexicano, enfatizó que el acompañamiento del Legislativo, así como del sector empresarial y eventualmente de otros grupos interesados, es fundamental no sólo para dar certidumbre sobre la transparencia con que se conduce la participación mexicana, “sino también para robustecer la capacidad negociadora del país”.

También señaló que “es común ver posiciones duras en el arranque de una negociación y todos tenemos claro que ésta no será una negociación fácil”.

Escudero, cuya agrupación política, el PVEM, es aliada del gobernante PRI, recordó que el pasado 16 de agosto el Congreso emitió un pronunciamiento en que resalta que México está listo para modernizar el TLCAN siempre y cuando el esfuerzo parta de la premisa “de alcanzar acuerdos que beneficien a los tres socios (México, Estados Unidos y Canadá) y a la mayoría de su población”.

Pidió igualmente a la opinión pública, los actores políticos y los sectores asociados al proceso a dar un voto de confianza al Estado para que, pese a las dificultades y complejidades de la negociación, ésta derive en “el mejor de los resultados posibles para profundizar la integración comercial, aprovechar las ventajas de la economía del siglo XXI y promover la competitividad regional”.

El miércoles, en la apertura de las negociaciones tripartitas, el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, declaró que una de la principales demandas de Washington es conseguir un aumento sustancial de contenido estadounidense en el sector automotriz.

“Miles de trabajadores estadounidenses han perdido sus empleos por las disposiciones (del TLCAN)”, sostuvo Lighthizer en su discurso inicial.

Las palabras de Lighthizer revelaron que el sector automotriz es una de las herramientas básicas para conseguir el objetivo final impuesto por el presidente estadounidense Donald Trump: eliminar el superávit comercial de México con Estados Unidos, que Washington cifró en 64.000 millones de dólares en 2016.

México y Canadá se oponen a que el nuevo TLCAN fije una proporción de componentes que tienen que ser producidos en Estados Unidos.

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