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Puertorriqueño Oscar López Rivera llega a Nueva York en medio de polémica

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El independentista Oscar López Rivera fue recibido hoy por un grupo de entusiastas seguidores en su primera visita a Nueva York, tras la polémica que le mantiene en el centro de una controversia por la decisión del desfile puertorriqueño de rendirle tributo como “patriota de la libertad”.

“Se siente, se siente, Oscar está presente” se escuchó varias veces por el público que abarrotó el teatro del colegio universitario Hostos en El Bronx, donde se le dio la bienvenida con un evento cultural.

López Rivera, que cumplió 36 años de prisión por sedición y otros cargos relacionados con sus vínculos con el grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), subió al escenario entre vítores y un prolongado aplauso de un público predominantemente puertorriqueño, algunos de los cuales levantaban una bandera de su país.

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El puertorriqueño, de 74 años, agradeció a la directiva del desfile por afrontar la controversia -en la que medios de comunicación le han señalado como terrorista- y no permitir que corporaciones dictaran lo que tenían que hacer.

“Es el derecho de la comunidad de decidir lo que quiere hacer con el desfile”, indicó recibiendo como respuesta un gran aplaudo del público para agregar que “debemos hacer lo que nuestra conciencia, corazón, voluntad, mente y espíritu nos diga que debemos hacer”.

La decisión de la directiva del desfile de rendirle tributo provocó que varias corporaciones retiraran su patrocinio y que un grupo de policías latinos decidiera no participar del multitudinario evento. La misma decisión tomó su jefe, James O’Neill, el gobernador Andrew Cuomo y otros políticos.

El controvertido homenaje llevó a López Rivera a ser además blanco de ataques de medios de comunicación que se han referido al puertorriqueño como terrorista y han recordado sus vínculos con las FALN, a la que se atribuyen al menos un centenar de atentados en este país, en los que murieron cinco personas y dejaron varios heridos, el principal de ellos en una taberna en Nueva York 1975.

López Rivera hace una semana rechazó el homenaje pero afirmó que marchará como cualquier otro puertorriqueño en el desfile del próximo 11 de junio.

La presidenta del Concejo de la ciudad, Melissa Mark Viverito, que luchó por la excarcelación de su compatriota, también se refirió a la controversia durante el evento del Hostos afirmando que “aquí nadie nos va a dictar a quién vamos a reconocer, luchar y a defender”.

Afirmó que han sido semanas “muy difíciles” especialmente para ella, acusada por los medios de promover el homenaje, y aseguró que “no tengo que sentirme avergonzada” por defender a su país.

López Rivera, que fue presentado por su hija Clarissa, habló de diversos temas en su discurso, y entre ellos reiteró sus críticas al plebiscito que se realizará el próximo domingo en la isla, justo cuando en Nueva York se celebra el desfile.

Aseguró que se trata de “un ejercicio inútil” en el que se gastará millones de dólares, que según el puertorriqueño deben ser invertidos en evitar el cierre de 169 escuelas, que se suman a otras que fueron cerradas debido a la crisis económica de la isla, para beneficio de la Universidad de Puerto Rico o los jóvenes de la isla.

Igualmente criticó la junta de gobierno que se ha impuesto a Puerto Rico por el Congreso de EE.UU., para lidiar con la crisis económica y cuyas decisiones están sobre las del Gobierno de la isla, así como la privatización de las empresas públicas.

También criticó la construcción de millonarios edificios de apartamentos “para gente que invierte en la isla y sacan el dinero” de allí, así como la emigración masiva que está provocando la crisis económica.

El puertorriqueño pidió a sus compatriotas amar la “tierra prometida” al referirse a la isla y no permitir que los problemas que afronta la destruyan y luchar juntos por la descolonización.

Igualmente aseguró que los puertorriqueños que aman a la isla “no odian a los americanos” como se asegura y recordó que en este país viven generaciones de boricuas, como es el caso de sus familiares.

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