Conocimiento e inclusión surgen como claves para enfrentar desastres

La Quinta Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres llegó hoy a su fin en Cancún, México, con el acuerdo de aplicar “lo más pronto posible” los mecanismos que permitan a cada país conocer sus condiciones de vulnerabilidad y enfrentarlas con un enfoque inclusivo.

“Uno de los grandes compromisos que hemos adoptado es que inicie con cada país la implementación de las medidas de los siete elementos básicos más importantes del Marco de Sendai”, dijo a Efe el coordinador general de Protección Civil de México, Luis Felipe Puente.

El Marco es el documento adoptado en 2015 durante la conferencia mundial sobre reducción del riesgo de desastres efectuada en la ciudad japonesa de Sendai, e incluye las metas de reducir sustancialmente la mortalidad, el número de personas afectadas y las pérdidas económicas en caso de desastres para 2030, entre otras.

Puente consideró que la clausura de la Quinta Plataforma marca el inicio de los trabajos a nivel país de una manera más profunda y estructurada, ya que de ello dependerá el futuro de muchas decisiones que se tomen hacia la construcción de ciudades y países más resilentes a los desastres.

“Es necesario que conozcamos la vulnerabilidad de nuestros países, que iniciemos un monitoreo más profundo para conocer hacia dónde nos dirigimos con el cambio climático, cuál es la agenda de desarrollo sostenible país por país, y que determinemos las acciones cada uno de los países”, explicó.

Al clausurar el encuentro, que se desarrolló desde el 22 de mayo en el balneario mexicano de Cancún, el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, declaró que el mundo atraviesa por un momento complejo que requiere corresponsabilidad para hacer frente a los retos globales como la migración, la desigualdad económica y el cambio climático.

“Lo que está en juego es la capacidad de la comunidad internacional para enfrentar los problemas que atañen no a un país u a otro, sino a toda la humanidad”, manifestó.

Osorio informó de las conclusiones y resultados del encuentro. En primer lugar mencionó la necesidad de crear e implementar metodologías estratégicas de gestión de información y datos sobre riesgos y amenazas, que sirvan para orientar la política pública de manera eficiente, corresponsable y con un enfoque de riesgo multisectorial.

Asimismo, dijo, se debe continuar el fortalecimiento institucional para la reducción del riesgo de desastres a nivel local, nacional, regional y global, fomentando mecanismos de coordinación y espacios de colaboración.

También se requiere promover un ambiente propicio para el desarrollo de asociaciones público-privadas e inversiones sensibles al riesgo, así como para el involucramiento del sector privado, a partir de redes de incentivos mutuos y estrategias de negocio, sostuvo.

Y finalmente, dijo, es preciso asumir una perspectiva integral de prevención, que corrija riesgos actuales y evite riesgos futuros. Lo anterior incluye poner en práctica el principio de construir y reconstruir mejor, a partir de marcos normativos que así lo estipulen.

En una entrevista con Efe, la subdirectora ejecutiva de Programas del Fondo de Población de la ONU, Natalia Kanem, hizo eco del tema del conocimiento como arma ante los desastres.

De acuerdo con Kanem, “entre los factores que hacen vulnerables a las personas está la falta de información. En términos de preparación y prevención de crisis, la información es poder”.

“Ya sea que uno sea una persona de seis años o un anciano, si se está advertido, si se sabe qué esperar, uno sabe a quién llamar, qué redes están disponibles. Sabe cómo los Gobiernos deben apoyarlo. Y también puede apoyar a los que le rodean”, explicó.

Señaló que durante las discusiones en Cancún, la inclusión surgió también como un tema muy importante.

“Por ejemplo, vinieron jóvenes que nos dijeron ‘Queremos estar involucrados. El planeta es nuestra responsabilidad y queremos asegurarnos de estar equipados con el conocimiento para que podamos ser parte de la comunidad’. Ellos quieren tener acceso a las decisiones acerca de cómo trabajar en la comunidad”, refirió.

Para Kanem, otro grupo que tuvo una participación importante fue el de los discapacitados. “Fueron muy abiertos y dijeron ‘No somos receptores. Podemos contribuir a preparar a las comunidades porque sabemos dónde están las barreras’”, acotó.