El peruano Roca Rey sale con dos orejas del cuarto festejo de Aguascalientes
El peruano Andrés Roca Rey cortó hoy dos orejas en la cuarta corrida de la Feria de San Marcos, en la ciudad mexicana de Aguascalientes, en la que compartió plaza con los mexicanos Arturo Saldívar y Diego Silveti.
Con tres cuartos de entrada, la mejor hasta el momento en esta Feria, se lidiaron seis toros de Jaral de Peñas que dieron oportunidad a los toreros de manifestar su capacidad en el ruedo y un séptimo de la dehesa de Santa Bárbara.
Saldívar, con el que abrió plaza, ofreció una recia y torera faena con mucha seguridad, entendiendo a la perfección a su enemigo, dándole su tiempo y distancia y lo que parecía la faena de la feria se perdió en dos pinchazos que alejaron las orejas.
Su segundo toro no fue bueno, se quedaba corto y Saldívar mostró mucha decisión con detalles que la gente ovacionó, pero no conforme regaló uno al que mató de forma regular y fue aplaudido.
Silveti ha tenido el mejor lote, un toro con buena clase que repetía y que le dio oportunidad de tener destellos en su estilo pero también lo pinchó y todo quedó en ovación.
El corrido en quinto ha sido el mejor toro hasta el momento de esta feria de San Marcos y Silveti le cuajó una faena que agradó el público, que solicitó el indulto que el Juez concedió y Silveti dio una vuelta al ruedo junto con el ganadero de Jaral de Peñas que ha sido otro gran triunfador.
Al parecer, Silveti sufrió un puntazo y pasó a la enfermería a ser atendido por los médicos de plaza.
El peruano Roca Rey demostró ser un torero de un valor sin tacha, con muchas condiciones y cualidades. Al tercero de la tarde lo fue mimando y metiendo en el engaño hasta inventarle una faena de gran altura y lo partió en dos con una gran estocada, dos orejas y llevándose además la admiración de un público que se le entregó por entero.
El sexto fue de los toros menos buenos aunque el peruano, pese al viento y que el burel no ayudaba, le realizó una labor de indudable mérito sin escatimar ni esfuerzo ni valor, ni capacidad de torear. Mató de estocada caída y saludó en el tercio una cerrada ovación.
