Anuncio

ASÍ VIVÍ MI MUNDIAL: Wilmer Cabrera esperó tres ciclos con Colombia para finalmente debutar

Share

Después de casi 30 años, Colombia vivía la fiesta de volver a un Mundial. La generación comandada por la dupla de Francisco Maturana y Hernán Darío Gómez le regresó la sonrisa a los colombianos con un juego de fantasía y mucha cumbia.

La selección cafetera clasificó a Italia ‘90 por medio del repechaje y las expectativas eran moderadas para la justa mundialista. Todos los que portaban la camiseta colombiana cumplían el sueño de llegar a un Mundial, entre ellos un joven de 21 años que sentía que era parte de algo especial.

“Éramos una familia, éramos más que un equipo de futbol”, dijo Wilmer Cabrera a HOY Deportes. “Una familia de hermanos, donde había unión total, un entendimiento no solo entre los jugadores pero con el cuerpo técnico. Una identidad y mucha hermandad”.

El hecho de ser elegido como uno de los 23 para representar el país era un “honor y privilegio” para quien hoy desempeña como entrenador del Dynamo de Houston de la MLS. Mientras estuvo en una concentración para los partidos amistosos de preparación, la lista de los que irían al Mundial fue entregada y Cabrera al escuchar su nombre sintió que le cambió la vida; solo tuvo a una persona en mente a quien hablar.

“Le hablé a mi mamá”, recordó. “Hablo con ella todos los días, ha sido mi apoyo. Ella fue la que nos crio y nos sacó adelante con otros dos hermanos, entonces a la primera que hablé a darle la noticia fue a ella para alegrarle la vida a ella y a mis hermanos”.

Cabrera viajó con el equipo pero no tuvo la fortuna de estrenarse en el terreno de juego comandado por Carlos Valderrama y de otras figuras como Fredy Rincón, Leonel Álvarez, Andrés Escobar, Arnoldo ‘Guajiro’ Iguarán, Carlos ‘Gambeta’ Estrada, el portero René Higuita, entre otros.

“Fue un honor y privilegio, cumplir un sueño de niño, de adulto, de un ser humano”.

El exjugador era versátil pues tenía la facilidad de desenvolverse como lateral, mediocampista y hasta en algún momento de su carrera lo hizo como centro-delantero. Vistió la camiseta colombiana por primera vez en la Copa América del ‘89 en Brasil, justamente contra quien debutó.

Ahí espantaban…

El no jugar no le impidió disfrutar de la experiencia de estar en la concentración con el equipo en el Mundial, especialmente en Italia cuya liga era en ese entonces considerada la mejor del mundo.

La selección tuvo sede en Bolonia y se hospedó en un lugar considerado histórico, en el que según Cabrera pasaron algunos sustos.

“Cuando llegamos a la Villa Pallavicini a Andrés [Escobar] le daba miedo (risas)”, contó. “Era muy grande, antigua y de noche (…) pues los techos eran muy altos, había mucho ruido y decían que en el sótano había muerto alguien. Nadie salía de los cuartos de noche solo, además como estaba oscuro y era tan grande entonces nosotros lo evitábamos”.

Escobar compartía habitación con el ‘Pibe’, el capitán de la selección y como este “dormía muy temprano”, el defensa central visitaba la habitación de Cabrera junto a Luis Fajardo.

“Cuando el ‘Bendito’ Fajardo se quería ir porque ya estaba muy tarde, nos pedía que lo acompañáramos. Obviamente nosotros no lo íbamos a acompañar, así que más de una vez nos tocó prestarle una colchoneta, una cobija y una almohada para él dormir en el suelo porque del miedo no salía de la habitación”, relató el divertido momento.

Su propia tragedia en el ‘94

El Mundial de Estados Unidos 1994 quedó marcado por la muerte de Escobar a manos de, supuestamente, unos apostadores cuando el exjugador regresó a su natal Medellín. Esto ocurrió en las afueras de un club nocturno solo semanas después de la eliminación de la selección. Escobar había anotado un gol en contra en el juego ante los anfitriones en la primera ronda.

Cabrera vio todo lo que ocurrió en EE.UU. desde su casa pues una lesión de rodilla lo dejó fuera de un segundo Mundial, en el que sus opciones de jugar eran muy altas.

“Fue muy difícil porque el deseo era grande, no solo de volver a un Mundial, pues ya estaba con más madurez, compitiendo siendo parte de eliminatorias”, dijo el exentrenador de la selección estadounidense Sub-17. “Tuve la oportunidad de ser llamado, eso siento me ayudó para estar más maduro y firme, enfocado para estar con la selección un ciclo más y lograr otro Mundial”.

Francia ‘98 es agridulce

La era Maturana había acabado pero la escuela se mantenía con Gómez al mando. El ‘Bolillo’ le dio a Cabrera otra oportunidad para que cumpliera el sueño de pisar el césped en un Mundial.

Un premio que él mismo consiguió en la eliminatoria ya que ayudó a clasificar a Colombia con un gol ante Venezuela a falta de un juego más. Aunque ese momento fue muy especial, el que más tuvo valor para Cabrera fue en Francia.

“Como futbolista toda la vida uno sueña y se imagina el momento antes de jugar un partido en un Mundial, pero cuando se está ahí, es como un sueño, algo irreal”, describió lo que sintió instantes previos al partido contra Rumania. “‘¿Estoy soñando o no está pasando?’. Tantas veces que uno lo sueña pues no es tan claro, pero sí es un momento muy lindo, te deja marcado toda la vida”.

Sin embargo, ese partido contra Rumania trajo recuerdos dolorosos para los jugadores colombianos, pues en el ‘94 también cayeron contra los rumanos. El gol llegó al final del primer tiempo y Colombia se fue al vestidor con la amargura del recuerdo. Nuevamente caían contra Rumania.

“Estábamos molestos porque nos hacen un gol extraño [Adrián] Ilie, igual el balón entra pero estábamos tranquilos”, contó Cabrera. “Decíamos que ‘hay que estar calmados, lo más seguro es que ellos se van a defender y nosotros tenemos que estar cuidadosos y tranquilos’. Pienso que se buscó hacer el gol y el equipo rumano se defendió bien, se nos hizo imposible hacer el gol. No había desespero pero había la mentalidad de ganar. Ellos eran muy buenos, experimentados, tenían la base del Mundial anterior… era un equipo difícil”.

Sigue a Jad en Twitter, Instagram y Facebook: @jadelreda

 

Anuncio