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Periodista boricua Marly Rivera, de Nación ESPN, habla sobre su carrera y pasión por el béisbol

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Tradicionalmente, el papel de las mujeres latinas en los medios deportivos ha sido en una función limitada. Pero en los últimos años han surgido mujeres como la periodista de ESPN Marly Rivera que han quebrado con lo convencional y que le han dado un nuevo lugar a la presencia femenina en esta labor.

Para la originaria de Puerto Rico, el poder probar que la mujer latina es más que una “carita bonita” en el mundo de la cobertura deportiva, es algo a lo que no le resta importancia y es una de las razones por la que está dentro de esta profesión.

“No estoy despreciando lo que hacen muchas mujeres en el deporte, pero la imagen de la mujer latina en este [medio] ha sido muy distinta a través de los años. Se preocupa mucho por solamente tener una cara bonita o unas buenas curvas o un cuerpo bonito”, dijo Rivera a HOY Deportes. “No se preocupan por el análisis deportivo, por ser cronistas, por ser conocedoras del deporte. Yo creo que había una gran falta de este tipo de imagen de la mujer latina”.

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“Esto era lo importante, mostrar que la mujer latina es más que un figurín, que también hay conocimiento del deporte y que podemos hablar tan bien o mejor que los hombres”.

La periodista es actualmente parte del equipo de conductores, junto a Bernardo Osuna y Jorge Sedano, del programa Nación ESPN que debutó en septiembre y que se transmite semanalmente por la cadena en inglés ESPN2. Sin embargo, lleva casi dos décadas desempeñándose en los medios escritos cubriendo todos los deportes, siendo el béisbol su especialidad.

Es miembro del prestigioso gremio de prensa especializada, Baseball Writers’ Association of América (BBWAA). Y ha sido la única mujer en trabajar como comentarista en las transmisiones de Grandes Ligas de ESPN Deportes Radio.

Su inmenso interés por el deporte de la pelota caliente lo ha mantenido desde que era una niña. Aunque junto a sus hermanos ella seguía varios deportes, el béisbol era el predilecto en su hogar y para ella.

“[Fui más aficionada al béisbol] quizás porque hubo tantos puertorriqueños que fueron tan exitosos. Creo que cuando tú tienes alguien con el que te puedes identificar, el éxito siempre te hace ser un poquito más fanático de ese deporte”, confesó Rivera, quien llegó a Nueva York a los 15 años de edad. “Cuando ves a alguien que se parece a tu hermano o tu papá o a ti, te apasiona un poquito más”.

Camino difícil

Rivera comentó que en un principio sus padres no estaban contentos con el hecho de que quería incursionar en el periodismo porque no veían con buenos ojos el potencial económico de esta profesión.

“Tenía muy buenas calificaciones me iba muy bien en la ciencia. Todo el mundo decía ‘esta va a ser doctora’. Creo que en las familias de inmigrantes el periodismo no es visto como una profesión real ”, explicó.

“Como bien sabemos es una carrera muy sacrificada...al principio mis padres estaban muy preocupados por mi futuro”.

Sin embargo, encontró en el periodismo una pasión incomparable.

“Cada vez que llegó a un parque de pelota, cada vez que estoy en un estadio, que estoy una cancha, me siento la mujer más afortunada del mundo”.

Otro obstáculo que Rivera encontró cuando estaba estableciendo su carrera era el lograr ser vista como cualquier otro reportero a la hora de estar ejerciendo su trabajo pues no había muchas mujeres que estaban haciendo lo mismo.

“La parte difícil es la aceptación dentro de los camerinos, que te acepten como cualquier otro de los caballeros que están haciendo la misma labor”, indicó. “Por el hecho de ser fémina siempre hay un tipo de discriminación. Ellos entienden que quizás tú no tienes el mismo conocimiento que tienen muchos caballeros por la falta de experiencia de muchas mujeres en el medio”.

Pese a que reconoce que todavía falta mucho para que las mujeres sean completamente tomadas en serio y respetadas en los puestos de reporteras y comentaristas expertas dentro del mundo del deporte, cree que, en lo personal, ella ya lo ha logrado en su rama.

“Cuando [estableces una relación con el pelotero y te da] el respeto que te mereces, quizás eso se extendía a tus compañeros varones”, manifestó. “Estuve cubriendo diariamente a los Yanquis de Nueva York, eran 13 hombres y yo. Viajábamos a cubrir a los Yanquis a todos lados. Con la constancia y el respeto que demuestran los mismos jugadores, te ganas un poquito el respeto de tus compañeros”.

Recuerdo beisbolero

En cuanto a los momentos del béisbol más emotivos que ha vivido en persona, Rivera contó que como aficionada recuerda mucho el primer partido que jugaron los Yanquis en su estadio tras los ataques del 11 de septiembre.

“Fue uno de los momentos más emocionantes y emocionales que he tenido en mi vida por lo tanto que sufrimos en ciudad de Nueva York después de [los ataques]” dijo la periodista de San Juan.

“Fue el momento en donde el deporte va más allá. Hay mucha gente que dice que el deporte no vale nada…pero sí tiene un valor muy importante en la sociedad y ese día se pudo ver como unió y sirvió para comenzar a sanar muchas heridas en la ciudad de Nueva York”.

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