A pesar su lesión en la médula ósea, Kimberly Ocampo no deja de bailar
Kimberly Ocampo pedaleaba su bicicleta al trabajo como cualquier otro día, sin embargo, la vida le cambió de rumbo y de ruedas.
“Un auto me golpeó”, recordó el trágico momento la hija de colombianos a HOY Deportes. “Creo que se pasó una luz roja. Sufrí lesiones en mi espina dorsal y estoy paralizada del ombligo hacia abajo. También presenté lesiones en mi cerebro”.
El 19 de julio de 2015 pudo haber sido un día oscuro, pero la joven de 24 años es alegre y mantiene una actitud positiva. Le encanta bailar, sobre todo con su padre, con el que enseñaba en “gimnasios, clubes o en donde se pudiera”.
“Eso era una gran pasión para mí, enseñar salsa con mi papá”, dijo Ocampo, quien recientemente fue contratada por siete meses por una compañía en el Sur de California para bailar usando su silla de ruedas.
A pesar de todo, el querer bailar con su padre nunca se disipó.
“Le pedí que bailáramos, que aún podíamos hacerlo… estábamos ahí en la cocina. Él trató. Noté como sus ojos se llenaban de lágrimas”, recordó ‘Kim’. “La salsa siempre fue parte de nosotros, sobre todo con mi papá, bailábamos juntos siempre y aún en la silla de rueda le dije que bailáramos.
“Es una experiencia de la que hemos aprendido mucho. No me puedo dar por vencida porque ellos van a seguir cualquier cosa que yo haga y no me puedo caer”.
Uno de sus sueños era el de ser parte de las bailarinas del Heat de Miami, para lo que hizo parte de la audición.
“No fui elegida para ser parte del grupo”.
Pero cuando la directora de las bailarinas se dio cuenta de lo sucedido con Ocampo, el equipo decidió invitarla a uno de los partidos para convertirla en “bailarina honoraria”.
Ocampo era también una aspirante de modelo y hoy a sus 24 años es un modelo a seguir. Quiere ser una motivadora, visitar escuelas y dar conferencias.
“Hay gente que se rinde y quiero darles una voz de aliento, que ellos también tienen valor”.
Detrás de toda esa alegría que irradia, Ocampo tuvo un momento de debilidad en el que hizo una pregunta que nunca escuchó respuesta.
“Al principio me pregunté ‘¿Por qué a mí?’”, recordó la neoyorquina. “La manera como lo veo es que depende qué tipo de gente este alrededor tuyo. La gente busca alguna manera de señalar la causa de todo. Estuve en una relación que no terminó bien y aparentemente muchos pensaron que por ahí iba la cosa, que él me había hecho daño. Buscaban algún motivo para acusar a alguien”.
La contagiosa alegría de ‘Kim’, según explicó, proviene de su familia. Pero antes del accidente, ella acepta que estuvo desconectada de lo que realmente tiene valor.
“Era una persona más distraída, no me importaba la felicidad de otras personas sino la mía”, reconoció Ocampo. “Era una persona feliz pero no era lo mismo, no tenía pasión. No pensé que mis acciones hacían efecto y ahora me di cuenta que todo lo que hago importa”.
Esa misma distracción hizo que Ocampo se alejara un poco de su familia, pero tras el accidente, siente que se han unido más.
Pasión sobre ruedas
El accidente le pudo haber cambiado la manera de moverse pero no le fracturó su deseo alcanzar nuevas metas.
Ocampo participará por segunda vez en la carrera de Wings for Life World Run en Santa Clarita. En el 2016 lo hizo en la Florida, en donde obtuvo el primer lugar en la carrera de sillas de ruedas.
“Es increíble cómo Red Bull supo de mí y me invitó. Este año mi familia no podrá estar y estaré algo sola pero igual estoy muy motivada y siento el apoyo de todos”, dijo Ocampo.
Esta carrera, que se llevará a cabo el 7 de mayo, es única en su estilo pues la línea de meta persigue a los corredores con un “Auto Receptor”, que parte 30 minutos después del inicio de la carrera y aumenta su velocidad hasta que pasa a todos los participantes. El último participante que ve la línea sobrepasarle, es el ganador.
Sunrise, Florida y Santa Clarita, California, serán sedes de este evento en Estados Unidos que se hace en pro de una cura para la lesión de médula espinal.
Para más información y participar visite: wingsforlifeworldrun.com.
