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VIDEO: El crimen está más organizado que el deporte en México

(Matt Slocum / AP)
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“El crimen está más organizado que el deporte en México”, me dijo un amigo a manera de broma tras sentirse casi derrotado por todos los obstáculos que vivimos mientras organizábamos un torneo aquí en Tijuana. Es curioso, pero creo que la frase sarcástica de mi compañero es verdad y por eso el deporte en este país tiene tantos problemas para sobresalir a nivel internacional.

Pero el mensaje de esta columna no es los cientos de impedimentos a los que me enfrenté buscando realizar un evento deportivo a favor de los niños y jóvenes de Baja California, sino como las broncas internas han ido destrozando a nuestras instituciones, descuartizando las carreras de varios atletas en el camino.

Para poner un ejemplo está el baloncesto mexicano, un deporte que ha ido en aumento con la ligas como la LNBP, Viva Chihuahua o Cibacopa, pero que a la hora de poner un combinado nacional se encuentran con peleas dentro del gremio. Así vimos antes del campeonato FIBA Américas como el Tricolor de baloncesto se dividía en dos equipos, uno que viajó a China y no tenía uniformes, y otro que se quedó en suelo mexicano para buscar un boleto a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Los problemas internos retiraron al mejor entrenador que ha tenido el equipo en la historia, Sergio Valdeolmillos, sólo para restituirlo meses después tras los malos resultados.

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En el beisbol las cosas están quizás peor. La Federación Mexicana de Beisbol (Femebe), con Alonso Pérez González a la cabeza, ha estado en los reflectores los últimos meses por mala organización. Por un lado la Femebe afectó a miles de niños que buscan llegar a Williamsport, el máximo sueño de un peloterito, al desconocer algunas ligas y castigar equipos que son parte de este movimiento. Por el otro, las principales competencias del Rey de los Deportes en el país, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), pidieron a las máximas autoridades deportivas del país la destitución de Pérez González.

Ejemplos hay muchos, en futbol americano hace años vivimos la división de la mejor liga de este deporte en dos, donde las universidades involucradas pelearon por el poder y sólo se desorganizaron más. En el boxeo varios pugilistas jóvenes tuvieron que subirse al transporte público para pedir dinero, buscando representar a nuestro país en el mundial de la especialidad en Catar. Es un hecho lamentable que la longitud de esta columna no me deje nombrar más ejemplos.

El deporte mexicano está dividido, está lleno de problemas. Los involucrados no juegan “si fulano pita”, no se presentan en las competencias “si mengano la organiza” o peor aún ni siquiera le echan un ojo a una convocatoria porque “perengano te apoya y yo estoy peleado con él”. Si queremos mejorar y pensar en un futuro brillante para el deporte en nuestro país, debemos ser más organizados; hagámoslo por el bien de México.

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