Un reciente estudio con inmunoterapia logró frustrar la diabetes tipo 1 en sus etapas iniciales

Por Melissa HealyStaff Writer

Ago. 10, 2017 8:26 PM PT

Una forma de inmunoterapia que está ganando terreno como tratamiento de las alergias alimentarias infantiles es también una promesa en el tratamiento de otro creciente flagelo de niños y adultos jóvenes: la diabetes tipo 1.

En un ensayo clínico pequeño pero riguroso, investigadores británicos dieron a los pacientes recientemente diagnosticados con el trastorno metabólico una versión truncada del químico que provoca la insulina.

Después de un cuarto de siglo de intentos fallidos de tratar la diabetes con una terapia inmune, el tratamiento experimental parece apaciguar los ataques del sistema inmunológico contra la maquinaria de producción de insulina del cuerpo. Los autores del nuevo estudio consideraron que el tratamiento experimental “es una estrategia atractiva para la prevención”, tanto de las primeras instancias de la diabetes tipo 1 como en niños con alto riesgo genético de desarrollar la enfermedad.

Durante los 12 meses de duración de la prueba, ocho sujetos diabéticos recién diagnosticados que recibieron un tratamiento con placebo requirieron dosis de insulina cada vez más altas para mantener sus controles glucémicos. A medida que su sistema inmune progresivamente destruía las células pancreáticas que normalmente producen la esencial hormona, su uso diario de insulina aumentó en promedio un 50%.

Los 19 sujetos que recibieron la inmunoterapia experimental, sin embargo, continuaron generando su propia insulina. Además, la necesidad de inyecciones adicionales de la hormona no escaló en el año siguiente al diagnóstico.

Las diferentes trayectorias metabólicas de sujetos en el grupo de control del ensayo y su brazo activo fueron evidentes a los tres meses; el punto más temprano en el cual se midió un marcador sustituto para la producción de insulina.

El reporte del ensayo clínico inicial, publicado este miércoles en la revista Science Translational Medicina, ofrece una cierta seguridad preliminar de que la inmunoterapia podría usarse con regularidad en esta creciente población.

Los investigadores han sido cautelosos de perseguir la estrategia con la diabetes, preocupados de que pudiera acelerar o consolidar el ataque del sistema inmune contra las células pancréaticas, o causar severas reacciones alérgicas. En el presente estudio, las inyecciones de un agente inmunoterapéutico no causaron respuesta preocupante detectable -ni siquiera enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección- lo cual llevó a los autores a declarar su perfil de seguridad como “muy favorable”.

En los últimos años se ha avanzado en la búsqueda de desarrollar copias de alergenos que entrenen y apacigüen a los defensores del sistema inmunológico, en lugar de inflamarlos y alentarlos. El enfoque, llamado inmunoterapia específica de antígenos, ha visto un éxito creciente en el tratamiento a las alergias a alimentos comunes, como cacahuates, huevos y soja.

Similar a la alergia alimenticia, la diabetes tipo 1 es un desorden inmunológico -una enfermedad en la cual el sistema inmunológico identifica erróneamente un agente inofensivo o incluso necesario (así sean cacahuates ingeridos o células creadoras de insulina en el páncreas) como una amenaza. El ataque del sistema inmunológico no sólo puede causar malestar y peligro en forma de picazón, inflamación o shock anafiláctico. En la diabetes, destruye una función esencial para la capacidad del cuerpo de extraer combustible de los alimentos y para que la libre circulación de azúcar en la sangre no dañe órganos ni vasos sanguíneos.

Al igual que los fragmentos químicos de cacahuate producidos en laboratorio acostumbran a un sistema inmunológico hiperactivo a la eventual ingesta de cacahuates reales, los investigadores confiaron en que el marcador químico que idearon ayudaría a reconocer la insulina y cancelaría el ataque contra su fuente.

Usando sólo una parte del antígeno que típicamente causa la reacción inmune, el enfoque de tal ‘inmunoterapia peptídica’ tiene como objetivo habituar al sistema inmunitario contra el objeto de ataque mientras se evita una respuesta alérgica completa.

En la Universidad de Cardiff y King’s College London, investigadores liderados por el Dr. Mohammad Alhadj Ali aislaron un compuesto llamado proinsulina C19 A3 péptido. Un fragmento del químico que da lugar a la insulina, el péptido (conocido por los químicos por el particular apodo de GSLQPLALEGSLQKRGIV) se llama epítopo.

Durante seis meses, suministraron a 19 sujetos con estadíos iniciales de diabetes inyecciones del epítopo en una de dos dosis: cada dos o cada cuatro semanas. El control glucémico de los sujetos y el uso de la insulina fueron seguidos durante otros seis meses.

Los sujetos tenían mayormente entre 25 y 29 años, y habían sido diagnosticados con diabetes tipo 1 en los 100 días previos. Los reclutas del estudio estaban todos en una etapa del trastorno en la cual las células productoras de insulina del páncreas se hallaban al menos parcialmente intactas y eran capaces de producir la hormona en respuesta a la ingesta de alimentos, pero las células CD4 y CD8 T, del sistema inmunológico, ya habían comenzado a atacarlas.

Cada año en los EE.UU., cerca de 40,000 personas son diagnosticadas con diabetes tipo 1, un desorden que puede alterar una vida e impedir la ingesta libre de preocupaciones, así como reducir la esperanza de vida en una década. Al igual que muchas otras enfermedades de tipo autoinmunes, como la enfermedad celíaca y el lupus, la incidencia de diabetes tipo 1 parece haber aumentado bruscamente; los diagnósticos han aumentado un promedio anual del 4% en las últimas décadas.

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Traducción: Valeria Agis

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