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‘Rams es como un niño secuestrado que regresa a Los Ángeles’

José Ramírez, un hombre que vivió con dolor la partida de los Rams cuando estos se fueron en 1994.

José Ramírez, un hombre que vivió con dolor la partida de los Rams cuando estos se fueron en 1994.

(Damian Dovarganes / AP)
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Paul Rivera recuerda con tristeza cuando los Rams se fueron de Los Ángeles hace 21 años. Era un cliente de boletos de temporada desde que sus hermanos lo llevaron por primera vez a ver la NFL.

Rivera, residente de South Gate, describe ese momento como un “día oscuro” en su memoria .

“Fue como la muerte de un pariente y nunca me sentí igual”, dijo Rivera, quien tras la partida de su equipo favorito, equipos de futbol colegial como USC y UCLA se acercaron a él para venderle boletos de temporada, pero rechazó las ofertas pues “no era lo mismo”.

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Fue por eso que cuando Rivera se enteró que su equipo favorito volvería a Los Ángeles para la temporada 2016 de la NFL, saltó de gozo y se dirigió a festejar junto a decenas de aficionados en Inglewood, donde en 2019 se construirá un estadio volarado en casi tres mil millones de dólares y que por lo pronto jugaría en el Coliseo de Los Ángeles.

“Los Rams son como un niño secuestrado y que lo han traído”, dijo Rivera la noche del martes, mientras sus compañeros tiraban champaña para festejar.

El recuerdo amargo de la partida de su equipo en 1994 ha quedado en el olvido para él.

“Ahora puedo quemar ese recuerdo. Este sentimiento reemplaza ese recuerdo”, dijo Rivera. “Mis hermanos le dejaron de ir a los Rams cuando se fueron pero yo me quedé dedicado a ellos. Ahora mis hijos son aficionados de los Rams y ahora les puedo echar en cara a mis hermanos, ‘yo me quedé como aficionado y ustedes no’”.

Para Rivera, la llegada de los Rams volverá a darle la oportunidad a las familias de reunirse para ver un partido de la NFL y no verlo en la televisión en cuartos separados.

Rivera esperó noticias del grupo Bring Back the Los Angeles Rams (Traigan a los L.A. Rams) y estos tenían un contacto que les daba pistas de lo que estaba sucediendo en las oficinas de Houston, donde los dueños de la NFL se reunieron para tomar la decisión de traer a los Rams a Los Ángeles.

“Fue un día muy loco”, describió Tom Bateman, director de Bring Back the Los Angeles Rams, una página de Facebook con más de 60,000 integrantes.

“Fuimos el primer equipo que llegó aquí antes que los Lakers y los Dodgers. Queremos recordarle a la gente que este es el equipo de Los Ángeles”, expresó Bateman, administrador de la página que ha tenido más de dos mil nuevos seguidores en menos de 24 horas desde que se hizo el anuncio.

Este grupo de aficionados, que aún no saben cómo se llamarán ahora que han cumplido con su misión, será una de las bases de aficionados de los Rams en Los Ángeles.

“Todos recordamos cómo era aquí los tiempos cuando estaban los Rams, pero queremos hacer esto aún mejor”, indicó Bateman la noche del martes.

Otros como Cristóbal Paniagua, residente cercano al área de Inglewood, habían preferido esperar la confirmación de la notifica pues no quería hacerse ilusiones.

“Llegó al punto no le hacía caso a las notificas. Hasta que hoy dieron la noticia fue que me volví a conectar con la pasión”, indicó Paniagua, aficionado de futbol americano, de padres michoacanos, y que siente los colores de los Rams desde que seguía a Jim Everett.

El martes, Paniagua estaba como niño con juguete nuevo, junto a su hijo Vince y su esposa Celia.

Para su esposa, la llegada de la NFL significa algo diferente.

“Apenas me estoy haciendo aficionada, pero el ver a mi esposo emocionado, me gusta. Ojalá que traiga más negocios y más trabajos”.

Trabajos que ya comenzaron a surgir con la construcción del estadio con capacidad planeada de 70,240 asientos. El estadio será de 175 pies de altura y estará rodeado de un centro comercial con negocios y viviendas.

“Va a ser la joya de la NFL”, dijo Rivera.

“Va a ser el Disneyland de la NFL”, dijo José Ramírez, quien todo los años iba a San Luis para ver a los Rams. “Todos van a venir a Los Ángeles para jugar aquí”.

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