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Fiesta del regreso de los Rams al Coliseo incluye a muchos latinos

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La afición respondió de gran manera al primer partido de pretemporada de los Rams en Los Ángeles ante los Cowboys de Dallas. Más de dos décadas pasaron para que un equipo de la NFL volviera a esta ciudad, que había encontrado en el futbol colegial el reemplazo a su sequía.

Pero la ansiedad por ver nuevamente el futbol americano del máximo nivel se notó desde muy temprano el sábado cuando los Rams anunciaron que ya estaban cerca de los 90,000 boletos vendidos (89,140 fue el conteo oficial), haciéndolo el partido de pretemporada con más asistencia en la historia de la liga. L

La afición, en su gran mayoría latina, sonreía de oreja a oreja por todos los pasillos de este anciano estadio, el mismo que vio a los Rams alejarse desde 1979.

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Feliz Mayorga era una de esas aficionadas que parecía una niña con juguete nuevo, junto a sus dos hijos, Ronnie y Bonifacio Santos.

Ronnie y Bonifacio son aficionados de los Raiders pero le compraron boletos de temporada a su mamá. Feliz había vivido con dolor cuando los Rams se fueron de la ciudad del Sur de California en 1994. Hoy, con una andadera que la ayudaba a trasladarse de los repletos estacionamientos al estadio, caminaba con una enorme felicidad.

“Mis hijos son fans de los Raiders pero como me quieren mucho me compraron mis boletos de temporada y tienen su uniforme de los Rams hoy”, dijo Feliz. “Crecí con los Rams viéndolos por televisión, a mi familia siempre le gustaba el futbol americano y cuando se fueron estuve muy triste”, dijo la mamá de la familia proveniente de Westchester.

A un lado de Feliz estaba su amiga Josefina Pinal, nacida en Santa Mónica pero de padres de El Limón, Jalisco, llegó junto a su pareja. Ella vestía la camiseta de los Rams, él la de los Raiders.

La tarde del sábado fue más que el regreso de los Rams, fue una fiesta de bienvenida de los aficionados a la NFL. Desde los aficionados que portaban camisetas de otros equipos, los seguidores de los Cowboys que trataban con respeto a los de los Rams, hasta un grupo de motociclistas aficionados a los Packers que recorrían el bulevar Martin Luther King.

“No entiendo cómo es que Los Ángeles no tenía un equipo de futbol americano. Ya era hora, da mucho gusto ver a los aficionados de los Rams”, dijo Miguel Maravilla, un aficionado de los Cowboys pero que siente felicidad por ver a los angelinos en el regreso de la NFL.

Y con la patada inicial comenzó la temporada de los Rams, un saque que ojalá no sea una predicción de lo que le espera al equipo angelino. El receptor de los Cowboys Lucky Whitehead regresó la patada inicial y corrió 101 yardas para anotar el primer touchdown en contra de los angelinos.

Los Cowboys, que llevaron mucha afición, siempre estuvo arriba en el marcador hasta los segundos finales cuando Sean Mannion encontró a Aaron Green y los Rams se fueron arriba 28-24 faltando 1:54 en el reloj.

Fue con esa primera alegría que abrieron la pretemporada y una motivación grande para que sus aficionados sigan acudiendo. Con un equipo joven, los Rams están obligados a darles alegrías a los angelinos en una ciudad donde solo acostumbran pagar boletos para ir a ver a ganadores. Si el equipo no rinde en esta primera temporada probablemente ahuyentará a la afición.

“En la segunda o tercera temporada va a bajar pero no por el equipo, sino porque así es la afición de Los Ángeles”, dijo Maravilla, nacido en el Este de Los Ángeles, quien agregó que definitivamente vendrá a apoyar a los Rams aunque no sea aficionado de ellos.

Para Bonifacio, la afición de Los Ángeles es “amable con su gente” y comentó que ellos nunca dejarán solos a los Rams.

Por lo pronto, los Rams tienen mucho trabajo por delante. La primera prueba ya ha sido superada en los asientos y también en el campo de juego tras la victoria ante Dallas, pero viene una temporada tan grande como el Coliseo y las expectativas son inmensas.

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