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Piernas agotadas son evidentes rumbo a Copa América

El jugador mexicano Jorge Torres Nilo (i) conversa con el chileno Arturo Vidal (d) durante el partido amistoso entre México y Chile celebrado en el estadio Qualcomm en San Diego, California (Estados Unidos), ayer, 1 de junio de 2016.

El jugador mexicano Jorge Torres Nilo (i) conversa con el chileno Arturo Vidal (d) durante el partido amistoso entre México y Chile celebrado en el estadio Qualcomm en San Diego, California (Estados Unidos), ayer, 1 de junio de 2016.

(PAUL BUCK / EFE)
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Se veía claramente el miércoles 1 de junio en el partido México vs Chile: varios jugadores, en especial los que están en ligas europeas, mostraban un cansancio evidente. Las exigencias del fútbol profesional moderno son cada vez mayores: el número de competiciones aumenta, la cantidad de partidos también, y los compromisos asociados con dinero y representación se vuelven más complejos.

El verano es prácticamente el único momento que los jugadores y los clubes tenían para refrescarse. Pero el verano de 2016 no es el caso. Consideremos: la Copa América Centenario, que está por comenzar; la Eurocopa de Naciones; y, acto seguido, los Juegos Olímpicos. Para cuando la próxima temporada comience en las ligas europeas y latinoamericanas, muchos de sus jugadores no habrán tenido el descanso suficiente.

Algunos estelares, ni siquiera han llegado en plenitud física a las competiciones que están por comenzar: pongo por caso al argentino Lionel Messi, el uruguayo Luis Suárez o el chileno Claudio Bravo, afectados de diversas lesiones; o el español Daniel Carvajal, que no podrá jugar la Euro por lo mismo. Y algunos, como el brasileño Neymar Jr., han sido obligados por sus equipos a escoger entre Copa América o Juegos Olímpicos, para no sobrecargar unas piernas de por sí al límite.

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Todo esto me hace dudar sobre el nivel que veremos en la Copa América. Sin Messi, Suárez o Neymar, sus respectivas selecciones pierden mucho. Una Argentina disminuida, un Uruguay sin mordiente, o un Brasil sin imaginación abren el campo de posibilidades sobre todo para las dos selecciones que recién se enfrentaron, Chile y México.

Pero aún Chile me pareció diferente de la vibrante Roja que ganó la Copa América hace apenas un año. Será que el cambio de técnico, de Sampaoli a Pizzi, le ha quitado algo. Sigue siendo un combinado duro, resolutivo, rápido, de garra y buen toque. Pero le falta algo indefinible, esa cosa que le permitió alzarse campeón en 2015.

No quiero con eso decir que mi favorito para la Copa América sea México. Ante Chile, el Tri batalló para descifrar la estrategia chilena, y no pudo inclinar las cosas a su favor sino hasta los últimos minutos con el gol de un ‘Chicharito’ Hernández que tal vez debió alinear desde el principio. Pero creo que le sigue faltando al Tri un organizador que saque el balón bien jugado, que discipline a una defensiva que a veces se descoloca con demasiada facilidad; y arriba, falta un killer que se alterne con ‘Chicharito’. Peralta es cada vez menos un goleador resolutivo.

Un poco de lo mismo me pasa con la Eurocopa. No terminan de convencerme ni España ni Alemania, y tengo dudas sobre Inglaterra y Francia. Pero eso ya será tema para una próxima columna.

Por lo pronto, veo mucho cansancio, piernas que se arrastran, y en los ojos de más de un jugador las ganas de irse a tumbar a una playa.

-Gerardo Cárdenas es escritor y periodista mexicano. Reside en el área de Chicago.

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