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Una vez más, la defensiva ganó el campeonato

(Patrick Smith / Getty Images)
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Los “si es que” para que los Broncos de Denver ganaran el tercer Super Bowl de su historia parecían muchos.

Si es que los Panthers no se van arriba por mucho en la primera mitad, si es que la defensiva de los Broncos controla a Cam Newton, si es que Peyton Manning no comete errores.

Al final, un par de ellos se combinaron en el llamado Super Bowl “dorado”, que brilló muy poco, excepto por una cosa: la defensiva de Denver.

Historicamente los equipos con la mejor defensiva en el Super Bowl son los que ganan el campeonato, y la edición 50 no fue la excepción.

En unos años pocos recordarán lo detalles de un partido que más bien estuvo plagado de errores, con ambos equipos combinándose para seis intercambios de balón y un gol de campo fallado, pero en el que la defensiva de Denver lució tan dominante como aquellas de los Bears de Chicago de 1985, o los Ravens de Baltimore del 2000.

Liderados por Von Miller, quien fue nombrado el Jugador Más Valioso del partido gracias a sus dos y media capturas de quarterback y dos balones sueltos forzados, los Broncos apagaron la magia de Newton y los Panthers, para conquistar su tercer Trofeo Lombardi, con todo y que en las casas de apuestas Carolina era favorito por 6 puntos.

En total, la defensiva de Denver, comandada por el coordinador defensivo Wade Phillips, capturó siete veces a Newton, que se vio como un jugador más de esta liga y no como el Superman que dominó la mayor parte de esta temporada.

A pesar de que terminaron con más yardas totales (315 por 194 de Denver) y controlaron el reloj del partido, y de que el marcador final de 24-10 no se puede considerar una paliza, la realidad es que los Panthers nunca representaron una amenaza para los nuevos monarcas de la NFL.

Carolina se fue abajo en el marcador por primera vez esta temporada cuando Brandon McManus adelantó 3-0 a los Broncos con un gol de campo de 34 yardas, y Denver amplió su ventaja a 10-0 cuando Miller le arrebató el balón a Newton y éste fue recuperado por Malick Jackson, lo que marcó el tono el resto del partido.

¿Peyton Manning? No fue precisamente su mejor “rodeo”, pero a pocas semanas de cumplir los 40 años se convirtió en el quarterback más viejo en ganar un campeonato, dejando atrás a John Elway, actual gerente general del equipo y quien tenía la marca previa, cuando ganó el Super Bowl XXXIII, a los 38 años.

El QB futuro mimebro del Salón de la Fama tuvo un pobre partido en el que completó apenas 13 pases, no lanzó ningún touchdown y lo interceptaron una vez. Pero al final cumplió el objetivo con el que Elway lo llevó a Denver hace cuatro años, que era ganar un campeonato, y los Broncos lo lograron.

En la ceremonia de entrega del trofeo, Manning no quiso decir si éste fue su último partido en la NFL, pero de haber sido así -que es lo que dictaría la razón tras haber tenido la campaña más pobre de su carrera-, él si podrá decir que cerró con broche de oro.

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