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OPINIÓN: Super Bowl 50: Una batalla de similitudes y opuestos

El quarterback de los Panthers, Cam Newton, sonríe durante un entrenamiento el miércoles, 27 de enero de 2016, en Charlotte, Carolina del Norte.

El quarterback de los Panthers, Cam Newton, sonríe durante un entrenamiento el miércoles, 27 de enero de 2016, en Charlotte, Carolina del Norte.

(Chuck Burton / AP)
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Tantas similitudes, y al mismo tiempo tantas diferencias entre los dos equipos que disputarán el Super Bowl 50 el próximo 7 de febrero en Santa Clara.

Broncos y Panthers terminaron como el primer sembrado en sus respectivas conferencias, pero Carolina lo hizo sin mayor sobresalto, con marca perfecta en sus primeros 14 juegos, mientras que Denver fue un carrusel de problemas, que acabó como el mejor de la AFC gracias a que los mediocres Dolphins derrotaron a Nueva Inglaterra en la última semana de la temporada regular.

También está el caso de los quarterbacks: será la primera vez que dos primeras selecciones del draft (Peyton Manning en 1998 y Cam Newton en 2011) choquen en el juego por el título de la NFL; pero la polaridad del enfrentamiento es inmensa, con Newton como la estrella del presente y futuro dela liga, y Manning como el veterano que busca retirarse en la gloria.

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Los Panthers son favoritos en las casas de apuestas por 5.5 puntos; su dinámico e imparable ataque lo justifica. Pero enfrente tendrán a la mejor defensiva de la liga, con una de las frontales (Von Miller, DeMarcus Ware, Malik Jackson y Derek Wolfe) que mejor presionan al QB, algo con lo que Carolina hasta ahora no ha tenido que lidiar, y que muy probablemente será la clave en el rumbo que tome este partido.

Sin embargo, el reto no es menos complicado para los Broncos, cuya tarea será limitar a un ataque liderado por ‘Superman’ Newton, el QB más difícil y frustrante de defender por su habilidad para correr y precisión para lanzar el balón a un grupo de receptores poco conocidos, pero eficientes.

Y es que a esto me refería sobre el carrusel de problemas de los Broncos: Manning los llevó a un inicio de 7-0, pero en la Semana 10 lo mandaron a la banca tras sufrir cuatro intercepciones; su baja de juego y una lesión en el pie obligó a que Brock Osweiler lo reemplazara por las siguientes siete semanas, y en algún momento pareció que no retomaría la titularidad nuevamente.

Pero en la Semana 17 Manning regresó al campo cuando el coach Gary Kubiak sentó a Osewiler; Denver vino de atrás para vencer a San Diego y terminar como el mejor sembrado de la conferencia; tres semanas después, el emblemático número 18, sin dar su mejor partido -como fue toda esta temporada-, condujo a su equipo al octavo Super Bowl de su historia.

Así pues, veremos a los Broncos -liderados por el QB más inteligente del que se tenga memoria, pero también el que está en peores condiciones físicas- pueden contra el equipo que mejor corre el balón, de oportuna defensiva y que siempre empieza fuerte, pero suele caerse en las segundas mitades por su falta de experiencia.

Quienes crean que la edición de oro del Super Bowl será un festín de los Panthers están muy equivocados; mientras nosotros esperamos, en Denver se está gestando la estrategia que le podría significar a Manning su segundo título y el adiós perfecto.

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