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Los Chargers vuelven a Los Ángeles y la afición lo recibe con distintos puntos de vista

(Mark J. Terrill / AP)
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El anuncio del jueves de que los Chargers volverían a Los Ángeles causó sensaciones mixtas en general. La afición de San Diego fue sin duda la más afectada, pues el equipo de la NFL fue parte de esa ciudad desde 1961 hasta apenas esta semana.

Los festejos por parte de algunos aficionados en las estaciones de radio y televisión fueron muy expresivos a lo largo del día, pero al mismo tiempo muchos mostraban su desencanto.

Otros celebraron incluso en congregación para darle la bienvenida de regreso al equipo, tal como lo hizo Allan López, un guatemalteco residente de Northridge y quien es uno de los creadores y administradores de la página de aficionados en Facebook: Los Ángeles Chargers Fans.

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“Desde hace 13 años hubo rumores de que los Chargers regresaban a Los Ángeles y si había un equipo que lo iba a hacer eran ellos”, dijo López a HOY Deportes mientras su grupo celebraba en un restaurante del Centro de Los Ángeles cerca al Staples Center.

Para López, la suerte de los Chargers será diferente a la de Los Rams, quienes también llegaron a la ciudad angelina hace un año y tuvieron un pésimo récord de 4-12 en la temporada.

“Horrible, horrible”, expresó López. “Además de no solo los Rams tener un equipo malo, el Coliseo no atrae aficionados apasionados como los de USC. A los seguidores de los Trojans no les importa ir a un estadio viejo, a un aficionado de la NFL si le importa”.

Para Ryan Figueroa, quien manejó desde Riverside para asistir a la celebración, las respuestas negativas de algunas personas no le molesta pues dijo que es “porque están frustrados, pero el movimiento tiene sentido, la mayoría de juegos allá veías a la mitad del estadio apoyando al otro equipo, no llenaban el estadio completamente con aficionados reales”.

El mexicoamericano dijo entender que no espera un gran apoyo de los aficionados de una vez al estadio pero que al ver al equipo ganar facilitará las cosas. “Nada pasa de la noche a la mañana pero creo que se trata de construir una base y eso estamos haciendo ahora para asegurarnos que tengamos una buena asistencia en cada partido”.

Por su lado, Liz Baes, de Boyle Heights, siente que la pasión que ellos viven por el equipo será diferente a la que vivieron en los tiempos en que los Raiders estuvieron en Los Ángeles.

“Aquí lo mantendremos de una manera clásica y con mucho respeto”, dijo Baes quien es segunda generación mexicana. “Nadie quiere a los Raiders por sus aficionados, hasta los políticos no los quisieron aquí, todo por su manera de ser”.

Baes siente que el equipo no fue tratado de la manera adecuada en San Diego y que no tuvo el apoyo que necesitaban para seguir allá.

“Son unos ‘haters’”, exclamó. “No ven el potencial que hay en llegar aquí. No me siento mal por ellos, tuvieron su oportunidad y no la aprovecharon. Aquí tendrán todo lo que buscaban allá y que no les dieron”.

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