Lluvia cambió los planes de inauguración del estadio de Chargers y Rams; Super Bowl en suspenso

La lluvia es la causante de que los Chargers y Rams de Los Ángeles no puedan estrenar su estadio en 2019 como se tenía planeado.

La nueva fecha es para el 2020, un año después de lo estipulado.

“Estamos trabajando en la fundación del estadio y estamos felices de reportar que estamos 97% terminados en el proceso de limpieza y preparación para la siguiente fase”, dijo Bob Aylesworth, el vicepresidente y el director general de la compañía encargada de la construcción del estadio a los medios de prensa vía telefónica.

“Aunque siempre se presentan complicaciones durante un proyecto de estos, la razón principal por la que hemos tenido que empujar la fecha es por la lluvia que azotó el área en el primer cuarto del año. Desde enero hasta marzo estuvimos por momentos completamente detenidos”, agregó.

Aylesworth explicó que cuando la NFL y los dueños de los equipos dieron la aprobación para moverse a Los Ángeles, el tiempo para que se desarrollara el movimiento tenía un “calendario muy agresivo”. Además que basado en los pronósticos en el que se esperaban 30 días de lluvia en un lapso de 36 meses, pero realmente tuvimos el doble de lo anticipado en esas fechas.

“Cuando estás cavando un hueco de 70 pies al que tienes que llegar a 90 y toda esa agua cae, realmente no tiene donde irse porque se queda atascada”, detalló Ayleswoth. “Entonces la lluvia cae un lunes y martes, pero pierdes el miércoles y jueves para que se seque… un día de lluvia puede equivaler a tres días de retraso”.

Por su parte, Kevin Demoff, el director de operaciones de los Rams, dijo que la razón por la que tuvieron que empujar la fecha a un año y no a tres meses, que equivale casi al tiempo que se detuvo la construcción, no es por el hecho que no estarán listos, sino es que “no tiene sentido abrir en la mitad de la temporada cuando los equipos están jugando y tienen compromisos con los estadios. Realmente funciona más de esta manera y tiene más sentido”.

El año pasado, la NFL eligió al estadio de Inglewood para celebrar el Super Bowl LV en 2021, pero según las reglas de la liga, no es permitido que se haga cuando el estadio apenas acaba de ser inaugurado ese mismo año. Las cosas podrían cambiar la próxima semana cuando la liga tenga su reunión anual en Chicago y podrían determinar si Los Ángeles será o no el anfitrión de ese juego.

“Es una pregunta para hacerle a la NFL, pero hay que pensar que este recinto podrá albergar cuantos Super Bowls desee por su capacidad”, dijo Demoff.